Capítulo | 14 |

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La comida era deliciosa, pero estaba terriblemente cansada de ver ha Agatha pegada como una autentica sanguijuela en Shirley, mi costado dolió levemente, le dirigí una mala mirada a Devan esperando una respuesta, rodó los ojos y sutilmente se acercó, demasiado para mi gusto.

—¿Puedes quitar esa cara? Me molestas.

Lo ignoré.

—Agatha, ¿Es posible que podamos hablar a solas? Y por favor no te comas a Shirley.

Sus grandes ojos de color miel intenso me observaron unos segundos, después sonrió soltando una risita tétrica. Se separó del susodicho para tomar una uva y meterla cuidadosamente por su boca, dejando al aire sus colmillos perfectamente blancos. Pude ver el alivio en los ojos de Shirley cuando ella se separó, enfoqué mi vista en los movimientos de Agatha, aunque me había ayudado en varias ocasiones, no podía fiarme de ella, después de todo era la reina de los duendes, tramposa, mentirosa y terriblemente manipuladora con los sentimientos.

—Sabe que ya no como Acendrados, princesa.

Odiaba que me llamara así, pero ellos se regían por títulos, así que tenía que aguantarme, aunque yo no siguiese esa regla.

—Eso era antes de que vieras uno otra vez. —Aseguré.

—Buen punto, pero han pasado tantos años que perdí el apetito por ellos, prefiero las hadas, son tan deliciosas y su sangre no tortura mi mente con pensamientos tan sanos —Fingió un escalofrió— ¿Qué es exactamente lo que buscan en mi reino?

—Ha eso le llamo ser directos. —Murmuro Devan bebiendo de su copa de vino.

—Queremos usar el portal para regresar a la tierra.

—Justo como el que ella usó cuando escapó, maldición Gracell. —Sacudió sus manos al ver el desastre de la copa rota en sus manos, y el vino en sus pantalones y parte de su camiseta. Se lo merecía por ser tan descarado.

Agatha abrió sus ojos con sorpresa, evaluando la situación y después lo señaló, luego a mí, y viceversa.

—No sé que me sorprende más, si el hecho de que contralas la estrella de la telequinesis o el que le hayas contado a un Joven del juzgado de Arcanis que te ayudé a escapar por el portal que se supone nadie conoce.

—Yo no...

—No soy un joven del juzgado, mis hermanos pertenecen a él, no soy igual a ellos, mi reina.

—Tus halagos no compran la verdad. El que seas un desterrado ladrón no quita la sangre que corre por tus venas, sangre de guardianes de la corte de Arcanis, tus actos pasados no quitan el apellido en tu nombre.

—Lo sé, pero mis acciones ahora forman lo que soy, y no soy un perrito faldero de personas que solo juzgan, que se rigen por las leyes crueles de una reina.

Agatha sonrió complacida, ella amaba jugar con la mente de los demás.

—Podrán usar mi portal, pero no será gratis, tendrá un costo. Como saben el portal no se abre hasta que quien lo convoca tiene el poder al máximo, lo que se traduce a que mañana en el amanecer se irán.

—¿Nos quedaremos a dormir?

—¿Algún problema, amor? —Shirley negó con cara de espanto ante ese elogio— Porque tal vez tenga algunas cosas que decir sobre tu familia, ese pensamiento te tortura, tus emociones alrededor son fáciles de leer.

Todos nos quedamos en silencio, Devan enarcó una ceja.

—¿Mi familia? ¿Sabe algo sobre ellos?

Princesa Híbrida© | #1 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora