Capítulo | 15 |

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—Te dije que iba a mandarte a la mierda.

Levanté la vista del libro en mis manos, observé con amargura como Devan entraba a la habitación y cerraba la puerta con cuidado de no hacer mucho ruido, dejé el libro de lado sin responderle, no estaba de humor para pelear con él.

>> Ugh, no estas de humor. Bien lo diré rápido, en cuanto volvamos no quiero saber nada más de ti, de Shirley o de cualquiera de ustedes.

—¿Qué?

—No esperabas que estuviéramos juntos toda la vida, ¿O sí?

—No, pero...

—Tú tienes muchos asuntos que resolver, y francamente no quiero ir a prisión. Suficiente con los pendientes que tengo en California, como para inmiscuirme con herederas y Acendrados. No gracias.

Junté las cejas levantándome de la cama, enfrentándolo. No se movió.

—No puedes dejarnos.

—Claro que sí, no quiero vivir mi vida encendiéndome, los cazarán hasta que los atrapen a los dos por el resto de sus vidas.

—Eres un maldito egoísta, Devan.

—¿Por qué? ¿Por procurar vivir lo más que pueda? Si es así, entonces sí, Gracell. Soy un maldito egoísta.

Me acerqué, antes de que pudiera reaccionar lo abofeteé con toda la fuerza posible, su rostro giró levemente antes de observarme fijamente.

—Vete.

—No.

Sujetó con fuerza mis manos, la picardía en sus ojos se perdió por un instante, después de unos segundos rápidamente me soltó, empujándome levemente separándome lo más lejos de él, caminó hasta dejarse caer en la cama. Lo observé desde mi lugar con asombro, había perdido el control por varios segundos.

—Devan...

—Lo siento si te he hecho daño, a veces pierdo el control y no lo controlo.

—¿Qué fue lo que pasó? —No me acerqué, me mantuve en mi lugar.

Sacó su cabeza de entre sus manos y la mirada de dolor en sus ojos me dijo que estaba a punto de quebrarse.

—Cuando mis padres murieron —Exhaló fuertemente—, se supone que debemos manejar las emociones para que no dependan de los sentimientos, sino de nuestras órdenes. Pero después de todo lo que sucedió, no los controlaba, se me salieron de las manos, no podía dejar de escuchar cada pensamiento de las personas a mi alrededor, los dejaba entrar y eso me ponía de mal humor, lo que hacía que manipulara los sentimientos de mis hermanos mayores, hacía que lloviera en la casa por días, cuando estaba muy triste ocasionaba las muertes de animales cercanos a mí.

>> No podía controlarme, así que mis hermanos me enlistaron con los guardianes, nada funcionó, para cuando me mandaron a una misión a la tierra, me sentí tan bien ahí, era libre, era otro mundo, otras personas, era estúpido, pero fui a terapia, controlé mis emociones, y controlé mis poderes, pero aun cuando tengo una sobrecarga de tantos sentimientos, pierdo el control.

Era inevitable, me acerqué hasta envolverlo en un abrazo, me apretó tan fuerte que pude haberme quejado, pero me mantuve callada durante varios minutos, hasta que nos separamos, le sonreí.

—Yo también sufría del descontrol emocional adolescente, es solo que no lo hicieron público hasta que en una rabieta lastimé a una anciana, ahí fue cuando mi familia se dio cuenta de que mi poder creía, ella no pudo sanarse, intentamos de todo, incluso yo intenté curarla, pero en ese tiempo aun no podía sanar.

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⏰ Última actualización: Jan 14, 2019 ⏰

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Princesa Híbrida© | #1 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora