Viaje a Siberia

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Elmwood Springs, Missouri 

3 de abril de 1973

Para la cena, Norma había ensayado diversas recetas tomadas del Libro de cocina de la vecina Dorothy. Le dijo a Macky que sólo tenía ganas de probar algo nuevo para variar, nada en especial, pero él sabía que practicaba para cuando llegara la Pequeña. Norma sabía que él sabía, pero los dos seguían el juego. Le había servido los siguientes platos: el pastel de carne de Minnie Dell Crower, el guiso de alubias y queso de Leota Kling, los escalopes de nabo de Virginia Mae, los bollos de patata ligeros como una pluma de John y Susan Tate; los panecillos que vuelan del plato de Lucille, la ensalada de cerezas de Gertrude y, para terminar, el pastel de mantequilla de cacahuete y chocolate de Vernelia Pew.

Todos los platos pasaron la prueba, a excepción de los nabos. La tal Virginia Mae no estaba destinada a ir al cielo de las buenas cocineras. Macky apenas podía moverse después de cenar y se tumbó en la sala a ver la televisión.Norma estaba en la cocina oyendo cómo se despedazaban los restos de los nabos en su nueva trituradora de basura cuando sonó el teléfono.

Cinco minutos después, apareció en el cuarto de estar con cara de desánimo, se sentó y miró a su marido.

  —No viene —anunció.

  —¿Por qué?

—Estaba muy desilusionada... Si la hubieras oído...

—¿Qué ha pasado?

—Bueno, ha dicho que en principio tenía planeado venir mañana, pero le pareció que era mejor hacerlo esta noche. Había arreglado todo para coger el último vuelo a Kansas y pensaba llamarnos desde el aeropuerto de Nueva York para decirnos exactamente a qué hora llegaba. Había hecho las maletas, tenía el billete, ya había llamado un taxi y salía de su casa (mejor dicho, estaba en el vestíbulo), cuando sonó el teléfono. Y me ha dicho que se arrepentía de haber vuelto atrás para contestar. Porque, mira lo que son las cosas, era su jefe, frenético porque había programado una entrevista muy importante en el exterior y el periodista que debía ir había tenido un ataque súbito de malaria en el último momento.

—¿Malaria?

—Sí, se contagió mientras escribía un artículo en no sé qué selva, y sabes que es una enfermedad recurrente, así que no puede venir porque el avión la estaba esperando en el aeropuerto. Bendita sea. Si la llevaban a rastras a Siberia, es un milagro que haya tenido tiempo de llamarnos. Menos mal que ha llamado; le he recordado que lleve un abrigo. Nunca se sabe. A ver si llega allá y se congela en medio de una tormenta de nieve.

  —¿Siberia? Me gustaría saber a quién va a entrevistar en Siberia.

—No lo sabe; ha dicho que era algo tan importante y al parecer tan secreto que ni se lo habían explicado. Es igual. Pensándolo bien, ha sido una bendición que ya hubiera hecho las maletas y estuviera preparada para irse. Pero seguramente habrá cogido ropa ligera creyendo que venía aquí. Al menos la he hecho llevar un abrigo grueso.

Macky se levantó y comenzó a sacar del estante el gran tomo verde del Atlas mundial Colliers.

—Norma, ¿estás segura de que no ha dicho Ginebra o Cerdeña o algo parecido?

—No, estoy segura de que ha dicho Siberia. ¿Por qué crees que le he recordado que lleve un abrigo? No le diría que llevara un abrigo grueso de invierno a Ginebra ni a Cerdeña; sé distinguir entre Cerdeña y Siberia. —De repente, Norma se alarmó—. Acabo de darme cuenta de una cosa. ¿No se supone que hay que vacunarse cuando se sale del país?

El dedo de Macky dio con Siberia en el mapa.

  —Sí, pero yo no me preocuparía. No creo que existan gérmenes capaces de sobrevivir tan al norte.  

  —¿Y el pasaporte? ¿Lo habrá olvidado, con tanta prisa?

Él negó con la cabeza.

—No, cariño. Como siempre tienen que salir de repente, seguramente tendrán cuatro o cinco. A lo mejor lleva uno en el bolso. —Macky  miraba detenidamente el mapa—. Me juego la cabeza a que el entrevistado, sea quien sea, es ruso. Ven a verlo, está justo en el límite.

Norma observó donde quedaba Siberia.

  —! Ay, Virgen Santa! ¿No es al otro lado del telón de acero? ¿Crees que estará a salvo? ¿No la raptarán o la matarán o algo por el estilo?

  —No —contestó su marido, negando con la cabeza—. Si llegara a pasarle algo, se enteraría todo Estados Unidos. No van a hacer ninguna tontería con un personaje famoso de la televisión; te lo aseguro. Tal vez esté más a salvo que cualquier otra persona del mundo. ¿Te ha dicho si podrá venir cuando vuelva del viaje?

  —No, no puede. Éstos eran los únicos días que podía tomarse. 

  —Bueno, es un crimen la forma en que la hacen trabajar. Desde que está en esa cadena no tiene vacaciones. Esa chica trabaja demasiado.

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Media hora después, mientras Macky preparaba el filtro de café para el desayuno, Norma dijo, con un suspiro:

—Supongo que será mejor que llame a la tía Elner y le avise de que no viene.

  —Pero si no se ha enterado de que venía, Norma.

Pero ella no lo escuchaba y ya había marcado el número.

—Tía Elner, ¿estás despierta? Soy Norma. —Luego, subiendo la voz—: Soy Norma. Ve a buscar el audífono, cariño. —Esperó—. Bueno, ahora ya puedo contártelo porque no va a ocurrir. ¿A que no adivinas quién iba a venir a casa de visita? Y también iba a pasar por tu casa para darte una sorpresa. Adivina... Bueno, ya sé que no lo sabes... pero adivina. No, aún mejor que Wayne Newton. —Macky rió—. La Pequeña. De ella se trataba. No, ya no vendrá. Sí, hubiera sido maravilloso, pero justo en el último momento, cuando salía de su casa, su jefe la ha llamado y ha tenido que ir a Siberia a entrevistar a alguien. Siberia. —Lo deletreó—: S-I-B-E-R-I-A; sí, allí mismo. Macky cree que va a entrevistar a algún ruso que está metido en asuntos sucios. Me da tanta lástima que tengo ganas de llorar. La mandan de acá para allá, pero las noticias no esperan, como se dice. Ah, sí, estaba muy desilusionada. Pero desilusionada no es la palabra; más bien, destrozada. Trataba de hacerse la valiente, pero por la voz me di cuenta que estaba al borde de las lágrimas. Es decir, estamos todos muy desilusionados, pero imagínate lo mal que se sentirá. Tenía las maletas hechas; estaba lista para salir de su casa con destino a Missouri y al final ha acabado viajando a Siberia.

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⏰ Última actualización: Jul 14, 2017 ⏰

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