1-Introducción

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N.d.A-> Por desconocimiento del anime de Naruto, cometí el imperdonable error de creer que el padre se apellidaba Uzumaki, en vez de Namikaze.  

Los truenos resuenan en el horizonte. Su estridente sonido es equiparable al de los cascos de cientos de caballos, que recorren el poblado arrasando todo a su paso. El viento, lejos de brillar, silba impetuosamente entre las ventanas de la aldea Igawakure, avivando el fuego que arde por toda la ciudad, incrementando con ello el miedo y el nivel de bajas y  de destrucción.

En medio de todo ese desasosiego, un hombre escapa por la puerta trasera de su casa, la cual ya está en llamas. Lleva un bulto en cada brazo, tapado por sábanas raídas. El hombre chapotea sobre el barro, la lluvia arrecia y se cala la ropa. Ignora todas las molestias, en su persistente decisión por alcanzar el establo y escapar del asedio al que están sometiendo su aldea.

Entra por fin en las cuadras y, rápidamente, se apresura a sacar un caballo de su cubículo y a montar de un salto sobre él. Acomoda ambos bultos sobre su regazo, bien sujetos para que no se caigan. Se endereza sobre el caballo, lo pone al galope y sale del establo a toda velocidad.

-Estamos a salvo.-suspira.

Eso cree.

El caballo atraviesa la calle de la aldea, la gente chilla asustada ante el nuevo peligro, pero el hombre ignora los gritos deliberadamente. Tiene prisa por salir de la aldea, por poner su carga a salvo.

Pero justo cuando parecía que iba a alcanzar con éxito su propósito, un trueno resuena en el horizonte y el caballo se encabrita. Se coloca a dos patas, las delanteras ondeando en el aire.

-¡Soo!-exclama el hombre, asustado, mientras tira con fuerza de las riendas para frenar en seco al caballo. Rápidamente, agarra la sábana con la que tapa su carga, pero demasiado tarde, puesto que uno de los bultos resbala por el lomo del caballo y cae al suelo, sobre un charco de barro, salpicando todo con el mismo.

 La sábana se desliza por la caída, dejando a la vista el cuerpo de un niño, de pelo moreno intenso y con el rostro completamente blanco.

-¡Itachi!-el hombre hace ademán de descender del caballo para recoger a su hijo, cuando una voz lo detiene:

-Vaya, vaya. ¿Qué tenemos aquí?

Tres hombres encapuchados se acercan a la escena. Todos empuñan enormes espadas y visten capas iguales, completamente negras y caladas por la incesante lluvia. Por la parte delantera, está estampada en la tela negra una serpiente roja y enorme, como símbolo de su clan.

Instintivamente, el hombre se agarra más al otro bulto, a su otro hijo. Lo esconde entre las telas de su capa, protegiéndolo con su propio cuerpo para que los invasores no lo encuentren.

Los tres intrusos se acercan al niño tirado en el suelo, a Itachi.

-¡Dejadlo!-grita su padre, al verlos agacharse a su alrededor.

Uno de los encapuchados levanta su empapado rostro para mirar a su interlocutor y sonríe malvada y sardónicamente.

-¿Cuántos años tiene?-pregunta, cogiendo al niño por el brazo para levantarlo.

El padre frunce el ceño, no se esperaba la pregunta. Pero finalmente frunce los labios, negándose a dar ninguna información sobre su hijo.

 Otro de los encapuchados se incorpora, se acerca a él, espada en mano, y la coloca junto a su cuello, prácticamente rozando la piel del mismo con la hoja.

-Responde.-insta el primero.

Ante la vívida amenaza de la espada, el hombre decide responder.

-T-tiene cuatro años…

Where The Wind Shines [Spanish]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora