Esperé unos 20 minutos (en realidad fueron 3 porque soy bastante impaciente) y me cansé de estar allí sin hacer nada. «¿Por qué Toriel no regresa? Me aburro...».
Pasé a la siguiente sala. Tenía las paredes moradas cubiertas con enredaderas y había hojas por el suelo. Habia otro de esos... ¿como lo había llamado Toriel?... Froggit, pero parecía que este era inofensivo. En ese momento sonó mi TELÉFONO.
- ¿Hola? Al habla Toriel. No habrás salido de la habitación, ¿no? Hay algunos puzzles más adelante que me gustaría explicarte. Si los intentas solucionar por ti misma podría ser peligroso. Sé bueno, ¿de acuerdo?
Toriel colgó el TELÉFONO. Caminé hacia un montículo de hojas, hacer crujir las hojas alegremente me llenó de determinación. Entonces vi algo que se acercaba a mi dócilmente. Era un mosquito peludo con antenas, piernas y brazos. Parecía triste y movía sus alas lentmente.
- Hola, soy Frisk, ¿tu quién eres?
- S-soy Whimsun...
- Oye, Whimsun ¿te encuentras bien? Te veo triste... No te preocupes no quiero hacerte da...
- (Snif, snif...) - Whimsun rompió a llorar y huyó, dejándome con la palabra en la boca.
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«Que tipo más extraño. Le buscaré luego para tratar de hablar con él otra vez». Fui a hablar con el Froggit.
- Ribbit, ribbit. (Discúlpame, humana.) (Tengo un consejo para ti sobre el combate contra monstruos.) (Si ACTÚAS de cierta manera o LUCHAS hasta casi vencerles...) (Quizás no quieran seguir luchando contra ti.) (Si un monstruo no quiere luchar, por favor...) (Ten un poco de PIEDAD, humana.) Ribbit.
Continué avanzando por la sala. Llegué a un pasillo en el que había dos puertas. Seguí avanzando y cuando llegué a la mitad e suelo se hundió y caí a una sala que había debajo. Tenía las paredes moradas y había hojas secas por el suelo. Había dos puertas. Fui por la de la derecha, subí unas escaleras y llegué a la puerta de la derecha de la sala anterior. La puerta estaba justamente un poco más adelante de donde se había roto el suelo. Seguí avanzando y llegué a la siguiente sala. La sala tenía un interruptor en el suelo, una piedra y una barrera de pinchos que impedía el paso. Las paredes eran moradas con enredaderas y había otra tablilla con un texto que rezaba: «Tres de cada cuatro piedras recomiendan que las empujes». Mi TELÉFONO volvió a sonar.
- ¿Hola? Al habla Toriel. Por ninguna razón en particular... ¿Cuál prefieres? ¿Canela o caramelo?
- ¡Caramelo! ¡Adoro el caramelo!
- Oh, ya veo. ¡Muchas gracias!
Toriel colgo el TELÉFONO. Di un paso y Toriel me llamó otra vez.
- ¿Hola? Al habla Tortel. A ti no te desagrada la canela, ¿no? Conozco tu preferencia pero... ¿Pondrías cara de asco si te lo encontrases en el plato?
-Mmmm... no, supongo.
- Vale, vale. Lo entiendo. Por cierto gracias por tu paciencia.
Toriel colgó. Pisé el interruptor y la barrera se quitó pero cuando me aparté del interruptor la barrera regresó. «¿Qué? Espera un momento... Tengo... una idea...». Empujé la roca hasta el interruptor y la dejé sobre él. La barrera se bajó y pude pasar. De repente, un Froggit saltó hacia mi.
- Hola Froggit, eres muy mono, ¿lo sabías?
- Ribbit. (No se que has dicho... pero ¡Gracias! Ya no quiero luchar contra ti, humana. Lo siento.) - dijo Froggit sonrojándose.
- No pasa nada, Froggit, puedes marcharte.
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- Oh, ¿dinero? -pregunté.
- Sí, es la forma que tenemos de dar las gracias aquí abajo. Gracias por perdonarme... con ese dinero podrás comprarte cosas útiles. Espero haberte ayudado.
- ¡Gracias, Froggit!
Froggit me sonrió, luego se marchó.
Pasé a la siguiente sala. Aquí había una puerta nada más entrar a la izquierda, más adelante el suelo parecía bastante inestable. Con un poco de miedo comencé a caminar sobre aquel suelo.
- Al principio parecía que esto se iba a hundir como el otro pero no ha pasado n... - oí un crujido - ¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAHH!!!! - grité mientras caía - ... Nunca te fíes del suelo en este sitio... ¡Lección aprendida!
Había caído en una sala que tenía muchisimas hojas secas y un camino entre ellas, al fondo había una puerta. En la pared había un texto que decía: «Por favor, no pises las hojas». «Mmmmm... puede que esto... sea el camino que hay que seguir en la planta de arriba...» pensé. En ese momento algo salió de entre las hojas. Era como una gelatina verde que no paraba de temblar.
- Hola, soy Frisk. ¿Tu quién eres?
- Chof... (Soy Moldsmal)
- ¿Te gusta moverte eh? - dije mientras meneaba mis caderas.
- Blub, blub... (me caes bien... no quiero luchar...) - Moldsmal se contoneó de vuelta. Luego se marchó.
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Me fui por la puerta subí las escaleras y crucé el suelo que se rompía siguiendo el camino que había visto antes.
Llegué a la sala siguiente. En ella había tres piedras, tres interruptores y un puente con pinchos que cruzaba un pequeño riachuelo. Las paredes eran moradas. Moví la primera piedra hasta el interruptor. Luego hice lo mismo con la segunda. Pero cuando fui a mover la tercera...
- Quieto ahí colega. ¿Quién te dijo que puedieses empujarme?
- ¿La piedra me habla? Bueno, ya no me sorprenden cosas así... - murmuré para mí. - Hola, por favor, ¿podrías moverte?
- ¿HMM? ¿Me 'tas pidiendo que me mueva? Vale, solo por ti, calabacita.
La roca se movió un poco hacia delante.
- ¿Podrías moverte un poco más?
- ¿HMM? ¿Que quieres que me mueva un poco más? Bien, ¿qué tal así? - dijo la piedra moviéndose hacia un lado.
- Mmmm... Te has desviado...
- ¿HMM? ¿Me he desviado?
- Sí, lo que quiero es que te muevas en línea recta hasta el interruptor.
- Vale, creo que lo he pillado.
La piedra se movió y pulsó el interruptor. Los pinchos desaparecieron del puente. Pero, cuando iba a cruzar el puente la roca se movió dejando de pulsar el interruptor y los pinchos volvieron a salir.
- ¡OYE! ¡Que casi me matas! -grité enfadada. - ¡No te muevas!
- ¿HMM? ¿Que quieres que me quede ahí? Vaya trabajito me estas dando.
La piedra volvió a su sitio y pude cruzar el puente. «Nunca pensé que una piedra podría ser tan insufrible. Espero no tener que volver a pasar por algo parecido».
Pasé a la siguiente sala. En ella había una mesa con un queso, daba la impresión de que llevaba mucho tiempo allí pues estaba pegado a la mesa, y en la pared un agujero de madriguera de ratón. Saber que el ratón algún día podría abandonar su hoyo y conseguir el queso, me llenó de determinación.
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UNDERTALE
Fanfic¿Que pasaría si un día cayeses por un agujero y descubrieses que los monstruos de verdad existen? ¿Que pasaría si esos monstruos no son las criaturas horribles que te describían? ¿Que pasaría si su destino estuviera en tus manos? La historia que est...