El bosque nevado

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El camino continuaba recto un trecho más y luego se bifurcaba. En la unión entre los dos caminos había una caja con un cartel que decía: «Esto es una caja. Puedes meter o sacar un objeto. La misma caja aparecerá después, así que no te preocupes de volver. Sinceramente, alguien que ama las cajas». Abrí la caja. Dentro había un guante duro. Me lo puse, me quedaba COMO UN GUANTE (jajajajajaja ok ya paro). Continué por la izquierda.

Más adelante había un claro. Este era atravesado por un río. Había una caña de pescar clavada en la tierra. Recogí el sedal, pero todo lo que había enganchado en ella era la foto de un monstruo de aspecto raro... Tenía algo escrito por detrás: «¡Llámame! ¡Aquí tienes mi número!».

- ¿Ok? Haré como si no hubiese visto nada... - dije devolviendo el sedal al agua.

Volví hasta la bifurcación y esta vez fui por la derecha. Continué recto un tramo pequeño, hasta que volví a toparme con Sans y Papyrus.

- PUES, COMO ESTABA DICIENDO SOBRE UNDYNE, - estaba diciendo Papurus. Entonces se percató de mi presencia. Miró incrédulo a Sans, luego a mí, luego a Sans, luego a mí... Hizo esto varias veces hasta que por fin dijo - ¡¡SANS!! ¡¡POR DIOS!! ESO ES... ¿¡¿¡UN HUMANO!?!?!??!?!

- ehhhh... de hecho, creo que eso es una roca.

Miré alrededor mía y, efectivamente, detrás mía había una roca. «Estos esqueletos son muy raros...» pensé.

- OH. - dijo Papyrus algo decepcionado.

- oye, ¿qué es eso delante de la roca?

- ¡¡¡OH, DIOS MÍO!!! - exclamó Papyrus - ¿ESO... ES UN HUMANO? - le preguntó a Sans susurrando.

- sí - respondió Sans susurrando también.

- ¡¡¡OH, DIOS MÍO!!! ¡SANS! ¡¡POR FIN LO HE CONSEGUIDO!! UNDYNE VA A... VOY A SER... SERÉ TAN... ¡¡¡POPULAR!!! ¡¡¡POPULAR!!! ¡¡¡POPULAR!!! - exclamó entusiasmado - ...EJEM. ¡HUMANO! ¡NO PASARÁS DE ESTA ÁREA! ¡¡¡YO, EL GRAN PAPYRUS, TE DETENDRÉ!!! ¡ENTONCES, TE CAPTURARÉ! ¡SE TE ENVIARÁ A LA CAPITAL! ENTONCES... ¡¡¡ENTONCES!!! NO SÉ BIEN QUE VIENE DESPUÉS. ¡EN CUALQUIER CASO! CONTINÚA... ¡¡¡SÓLO SI TE ATREVES!!! ¡¡¡NYE JE JE JE JE JE JE JE!!! - dijo Papyrus marchándose.

- bueno, eso ha ido bien. tú tranquila, chavala. yo te cubro la columna vertebral. - dijo guiñándome un ojo. Luego se fue.

Continué mi camino y de repente algo saltó desde un árbol cercano hacia mí. Era un pájaro azul claro enorme, aunque su parecía más un copo de nieve. Tenía un gran pico dentado y no parecía estar de muy buen humor.

- Hola, mi nombre es Frisk, ¿cuál es el tuyo?

- Yo soy Snowdrake, y mis chistes te dejarán HELADA - graznó.

- Jajajajajaja - realmente su chiste me hizo gracia.

- ¡¿Ves?! ¡Risas! ¡Papá se equivoca! - dijo Snowdrake un poco más feliz - Deberíamos quedar un día para contar chistes.

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Seguí mi camino, más adelante había una ¿caseta? Tenía aspecto de caseta pero no estaba segura porque estaba medio en ruinas. Además, estaba hecha de cartón. Había un párrafo escrito sobre ella: «OBSERVAS EL MUY BIEN ELABORADO PUESTO DE VIGÍA. QUIÉN PUDO HABER CONSTRUIDO ESTO, TE PREGUNTARÁS... ¡APUESTO A QUE HA SIDO ESE GUARDIA REAL TAN FAMOSO! (NOTA: AÚN NO SOY UN GUARDIA REAL MUY FAMOSO.)», «Papyrus...» pensé. Continué andando, y topé con otro cartel: «¡¡¡NO TE MUEVAS!!!». «Ya, pero si no me muevo no avanzo y así no puedo salir de aquí», pensé. Más adelante había otro puesto de vigilancia. Pasé por delante de él, y un perro asomó entonces la cabeza. Su pelaje era blanco salvo la zona de alrededor de los ojos y las orejas, que era negra. Llevaba una camiseta holgada de tirantes con un perro dibujado en ella y unos shorts de lunares. Portaba dos pequeñas espadas.

- ¿Se ha movido algo? ¿Era mi imaginación? Sólo puedo ver cosas que se mueven. Si algo SÍ se ha movido... Por ejemplo, un humano... ¡Me aseguraré de que NUNCA más se vuelva a mover!

Entonces se lanzó a por mí

- ¡Oish! ¡Que perrito tan mono! - dije acercándome a él para acariciarle.

- ¡Soy Doggo, de la Guardia Real! ¡No muevas un pelo!

Me quedé quieta, Doggo atacó con una daga azul, pero no me hizo daño. Le volví a acariciar, parecía contento con eso pero a la vez no quería.

- ¡¡¡QUÉ!!! ¡¡¡HE SIDO TOCADO!!! Pero... se siente tan bien. ¡¡PERO NO PUEDO PERMITIRLO!! ¡¡¡¡AAAAAAAAAAH!!!! - Doggo se marchó corriendo a refugiarse en su puesto de vigía.

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- A-a-algo me ha acariciado... Algo que no se esta m-m-moviendo... ¡¡¡Voy a necesitar unos aperitivos para superar esto!!!

Al lado del puesto de vigía había unos aperitivos para perro quemados por un extremo. Alguien ha estado fumando esto... Me marché de allí lo más rápido que pude. Un rato después me volví a encontrar a Sans.

- Hola, Sans, ¿qué haces aquí?

- hola, humana. oye, hay algo importante que debes recordar. - dijo ignorando mi pregunta - mi hermano tiene un ataque muy especial. si ves un ataque azul, no te muevas y no te hará daño. te daré un consejo para que lo tengas en cuenta. imagina una señal de stop. cuando ves una, te paras, ¿verdad? esas señales son rojas. así que debes imaginar una señal de stop azul. simple, ¿verdad? al luchar, piensa en señales de stop azules.

- Vale, Sans, lo tendré en cuenta y gracias. Chao.

- nos vemos.

Seguí caminando y llegué a otra bifurcación. Primero fui por la izquierda. Un poco después llegué a un claro en el que había un muñeco de nieve.

- Hola. Soy un muñeco de nieve. Quiero ver el mundo... pero no puedo moverme. - dijo algo triste - Si fueras tan amable, viajera, por favor... Toma un trozo de mí y llévalo lejos.

- Oh, pobre... No te preocupes, llevaré un pedazo de ti por todo el mundo, si así lo quieres.

- Gracias... ¡Buena suerte! - me deseó feliz.

Volví hacia atrás y me fui por el camino de la derecha.

UNDERTALEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora