Tal Vez Por Eso Rompimos

Capítulo # 12

Querido Austin

Enero 20
Hola...
Soy Emma te escribo por que quiero volver contigo...

Sé que no debería estar escribiéndote después de lo que hice, sería lo más lógico. Sin embargo hay cosas que no podemos evitar, como pensar en alguien que se amó por mucho tiempo, y mantener vivo un lindo recuerdo, para la paz del alma.

El motivo de esta carta no es para incomodarte, ni para cambiar tus planes, imagino que tienes muchos y sé que son buenos; tampoco es para saber cómo estás, conociéndote sé que te encuentras muy bien, tu agitada vida, a la cual estás acostumbrado, mantiene tu cabeza tan ocupada que imagino en este tiempo quizá no lleves algún recuerdo mío en tu memoria.

Llevo mucho tiempo con esta idea en la cabeza, enviarte o no una carta, hasta que al fin me decidí. Quizá sea la nostalgia de principio de año, quizá sea porque necesitaba hacerlo. Sea lo que fuere, ya, lo hice...

Muchas cosas me han pasado en este tiempo, a pesar de todo siempre estaba tu nombre en mi mente; un detalle, un tono de voz, una sonrisa o hasta una mirada parecida a la tuya, esas cosas que siempre me recordarán a ti, a esa persona que sin haber pasado mucho tiempo a mi lado, es la única que ha sido difícil de borrar, aquel recuerdo que no he podido superar desde aquel día en que tomé tu mano frente al mar y que juré amar hasta morir bajo las luces de una aurora boreal. Desde aquella última vez que conversamos sobre nosotros, y sabiendo lo imposible que veía en ese entonces volverte a ver, me dije: "el día que su perfume abandone mis recuerdos, él se habrá ido por completo". Guardé las fotografías, y cualquier recuerdo tuyo en algún baúl que aún no he sellado. he llegado a pensar que no eres tú, que soy yo quien no quiere borrar los recuerdos.

Es más, escribo esto ahora y no sé si llegará a tus manos, aún no estoy segura de animarme a enviártela, porque no quisiera ser mal interpretada como el "ex que quiere recuperar lo que fue suya" y no quiero que eso te ponga mal, o que tu cabeza se sienta confundida -una vez más- entre lo que tienes ahora y un viejo recuerdo agradable. No quiero incomodarté, sé que no quieres nada mío pero tenía que hacer esto.

Te confieso que también tuve la duda de escribirte o decírtelo todo personalmente, ir a donde estés y decirte "estoy aquí", pero me vinieron a la mente aquellas oportunidades que tuvimos de vernos, aquellas en las que me negué a verte, porque aunque no lo entiendas era lo mejor, no debíamos vernos por que se que sí lo hacia íbamos a pelear por mi causa.

Tú sabes cómo es mi personalidad, lo elevado de mi ego y lo enorme que es mi orgullo, sin embargo a pesar de ello nunca creí ser para ti, y eso quizá sigue hasta hoy, pues soy aquella de planes inconclusos, de libros sin terminar, el mismo de temor escénico, el que prefiere posponer eventos a fin de "ganar tiempo"; simplemente porque teme hacerlo, aquella persona que teme perder y que por eso no apuesta cuando de sentimientos se trata.

Modestia aparte, sé que soy exitosa, y puedo conseguir lo que desee, sin embargo mi debilidad sigues siendo tú.

He tenido noticias tuyas -hay un millón de formas de tenerlas- te he visto muy feliz en algunas fotografías, y créeme, eso me alegra muchísimo... te lo mereces... Yo, por mi parte, he tenido éxito en casi todo. He vivido mucho: viajes, aventuras y conciertos... despilfarrando dinero muy fiel a mi estilo, con quien sea y donde sea... tocando fondo en algunas ocasiones y resurgiendo en muchas otras... tal vez pueda jactarme y decir "lo tengo todo", pero tú sabes que siempre busco más y muchas veces eso me tiene disconforme.

Me gustaría saber como estás, sin embargo no es el objetivo de esta carta, debido a que no espero respuesta. El sólo hecho que tú me respondas puede ser motivo de que retomemos el diálogo frecuente, y así será muy difícil olvidarte. Eso no quiere decir que esté sufriendo, ya te dije: "te he visto muy feliz (...) y eso me alegra muchísimo...". No sufro, porque entiendo que esto ha sido una etapa de mi vida, y me alegra que estés bien.