El Hijastro De Mi Tío

Capitualo 03

Amber
¿Pero Quién diablos se cree que es para hablar me así?.

-¿a dónde vamos?. Digo de mala gana.

-es un sorpresa niña bonita, Anda te espero a bajó. Dicho esto se da media vuelta y se va. Dejándome allí parada en ropa interior, vuelvo a ponerme mi vestido y unos zapatos súper cómodos. Sólo iré con él porque estoy súper aburrida además es verano y no pienso estar todo un mes encerrada en esta gigantesca casa llena de personas aburridas y al parecer muy ocupadas ¡ay Santa Bárbara! ¿por qué tuvo que pasarme esto a mi?. ¿Por qué, simplemente las cosas no pasaron como las tenía planeadas?.

La intriga me está matando quiero saber cuál es la famosa sorpresa y como la curiosidad mató al gato, aquí estoy bajando la escalera llego, hasta la puerta principal y allí está el parado esperándome, lleva unos vaqueros ajustados y oh Dios que bien le quedan. Mierda pero que culo tienes esté hombre. salimos de la casa y que damos parados frente a un elegante Audi.

Él abre la puerta y yo entro al auto, enciendo la radio. Amo la música de todo tipo no importa, soy dé esas personas que le pones algo en inglés o español y lo canta sin importar el género como diría mi tía Carmen le pego a todo. Uf cuánto extraño a la tía Carmensita. Mientras miro por la ventanilla del auto me dedico a cantar todas y cada una de las las canciones de la radio, poco a poco voy poniendo el volumen más alto hasta que él lo baja y yo lo vuelvo a subir y así estamos por un rato.

-¿cuál es tu problema?. Le pregunto sobresaltada.

-creo que no estás sorda y puedes escucharlo a un volumen moderado. Responde sin prestarme atención y sin despegar la visita del camino.

-te escuchas igual que mi papá diciendo eso. -a ver ¿cuántos años tienes?.

-voy a cumplir 25

- ajá, ya sabía yo que eras un viejo amargado y por cierto no te pregunté cuantos ibas a cumplir. Digo enseñándole la lengua, vuelvo a subir la radio y a cantar a todo pulmón.

-hemos llegado. Dice el con una sonrisa en los labios.

¿Qué? pero si apenas empezaba a cantar es como dice mi tía carmensita (la felicidad del pobre dura poco). Oh Dios mío estoy alucinada con lo que estoy viendo estamos en una de esas ferias que siempre vi por televisión y siempre había querido ir .estoy en un total aluciné la rueda ferris se ve mucho más grande que en la tele.

- ¿no piensas bajar del auto?. Dice Erickson. Un momento ¿cuando salió del auto?, pero si hasta me abrió la puerta para que salga.

-¡vamos!. Grito emocionada agarrándolo de la mano mientras corro hacia donde están todas las personas y las atracciones, nos quedamos parados frente a la rueda ferris y miramos hacía arriba viendo cuán alta está, él da un paso atrás yo lo tomó del brazo mientras le digo:

- ni pienses que que voy a subir sola a esa cosa. Después de haber comprado nuestro boletos nos subimos él tiene cara de asustado y aunque no me lo diga yo sé que así es, yo en cambio gritó como una loca desquiciada, es tan fabuloso ver toda la ciudad desde aquí todo se ve súper hermoso.

Luego de bajarnos, vamos a comprar algodón dulce y nos dirijamos a los caballitos o al carrusel como sea que se llame esa cosa y es súper divertido parezco una niña de 5 años cuidada por su padre, Erickson no se quiso subir a un caballo pero sin embargo va parado a mi lado mientras me mira una y otra vez sin quitarme la visita de en cima quisiera saber que está pensando, no se quizá poder leer sus pensamientos. Mientras estoy en el carrusel observó uno de esos lugares en los que juega y te ganas un premio me bajó del carrusel y me dirijo hacia ese lugar quedó alucinada con un oso de peluche más grande yo. Que comience la función Erickson paga y yo empiezo a dispararle al pequeño alíenígena que no para de moverse y como era de esperarse después de casi diez intentos no logró hacerlo. No paró de culpar a un idiota de ojos verdes llamado Erickson que no deja de burlarse de mi.