Capitulo 8

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¡Hola a tod@s! Esperando que hayan tenido una buena semana, lo único que diré al comienzo es que este capítulo es el más largo de todo el fic y al final sabrán el motivo.

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Faraón.

Capítulo 8.

"Hey, ¿Puedes describir esta sensación? ¿Puedes decírmelo directamente?"

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¿Qué es aquello a lo que más alguien podría temerle? La respuesta cambia dependiendo de la experiencia que tenga la persona que conteste.

Uno, dos, más de tres pasos escuchándose fuera mientras él se sumergía en la soledad absoluta bajo las catacumbas de la pirámide en donde solía encarcelar a los condenados a morir buscando quitarles su humanidad antes de mandarlos al descanso eterno al que estaban destinados.

El mismo descanso que dentro de poco conocería él por fin.

¿Cuántas veces había bajado al mismo lugar en donde se encontraba ahora? No lo sabía, pero estaba seguro que las suficientes como para no sentirse atemorizado por esas paredes que parecían estrecharse más a medida que los días pasaban buscando aplastarlo hasta el punto de fundirlo entre los pequeños granos de arena que conformaban los grandes bloques de aquella estructura envidiable. Entonces, ¿Por qué? La luz el sol solo entraba antes de que anocheciera dejándole ver los jeroglíficos que habían mandado a tallar en las paredes especialmente para él como último recuerdo del día antes de irse a dormir.

Como último recuerdo que lo perseguiría una y otra vez hasta la muerte.

Cuando a alguien se le enviaba a las catacumbas, se tallaba en las paredes de su tumba temporal los motivos por los que se le acusaba a morir como una forma de tortura psicológica que aseguraba que la muerte no sea tranquila y mucho menos el descanso del condenado. Frente a él, cuando la luz entraba por los pequeños agujeros de las piedras, su pecado se iluminaba y él no podía hacer otra cosa que no fuera leer aquellos dibujos tallados en donde lo ponían a él junto a Naruto viviendo un romance a escondidas, felices... tan felices que Sasuke no podía evitar alzar una mano para acariciar el grabado de su amante sonriente anhelándolo más que nunca, deseando verlo por última vez hasta dejar caer la mano hacia el dibujo debajo de ese en donde mostraban la secuencia de castigos a los que serían sometidos ambos hasta morir.

Sasuke podía saber que vendría luego de pasar la semana en cautiverio, pero no le atemorizaba tanto como el destino que su gente tenía preparado para su guerrero. Esos dibujos que explicaban la cronología de cómo serían las torturas próximas le hacían apretar los párpados rogando a que anocheciera pronto para no tener que volver a verlos. Con la primera vez había sido suficiente.

Así se pasaba los días, entre oscuridad y la horrible luz antes de anochecer. Entendía por completo porqué los prisioneros siempre parecían haberse muerto en vida antes de cortarles la cabeza. ¿Se vería también como un muñeco sin vida cuando lo sacaran?

¿O se vería igual de hermoso como Naruto se lo decía cada vez que lo veía?

Su destino siempre había sido injusto, pero nunca lo creyó tanto como para permitirle enamorarse justo antes de morir.

Justo antes de permitirle decirle a su amante que lo amaba directamente y no hacérselo querer saber por medio de palabras indirectas e implícitas.

FaraónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora