A la mañana siguiente Max despierta en su cama descansado y aliviado de tantas emociones ocurridas el día anterior, era sábado y no habría entrenamiento, ya que los fines de semana Ardeth acostumbraba destinar esos días para realizar otras actividades junto con su contraparte Max. Éste se levanta de la cama y se dirige hacia la ventana para abrir las cortinas. -¡Menos mal que hoy es sábado y podré descansar!- Exclamó el joven lobo mientras abría las cortinas y la ventana para que entrara la luz del sol, luego añadió:
- Así intentaré olvidar la paliza que me puso ayer por andar de distraído; (es cierto que soy un chico despistado, pero no sé qué pasó, me encontraba más ausente del entrenamiento y no prestaba mucha atención). Hay muchas cosas que pasan por mi mente (como los recuerdos de los últimos momentos vividos junto a mis padres) y no puedo evitar recordar todo lo que he vivido y que nunca pude decirles a ellos cuánto los amo, (era solamente un cachorro cuando todo sucedió y realmente fue muy doloroso para mí haberlos perdido a tan corta edad. Pero basta de recuerdos melancólicos). Hoy será un gran día, porque espero la visita de mis mejores amigos y mi novio para convivir juntos. Así que lo primero que haré para comenzar el día será bajar a preparar el desayuno, para no perder tiempo.
El joven lobo sale a toda prisa de su habitación y mientras baja las escaleras se percata que su contraparte Ardeth, se encuentra sentado en el sillón de la sala. -Buenos días Ardeth.- Bostezó mientras lo saludaba. Éste por su parte quien se encontraba pensativo, se ve interrumpido por el saludo de Max. -¿Eh, buenos días? ¿Muchacho, qué haces despierto a esta hora?- Pregunta desconcertado sin percatarse de la hora, por su parte Max extrañado responde:
- ¿Estás bromeando verdad? Mira la hora que es.- En ese momento señala en dirección al reloj de péndulo. -Son las 7:45, casi las 8 de la mañana y el día ya comenzó. Bajé a preparar el desayuno para ambos.
Ardeth responde con asombro: -Vaya, no me di cuenta que ya había amanecido.- Max, por otro lado pregunta extrañado: -¿No me digas que te pasaste aquí toda la noche? ¿Qué estuviste haciendo aquí en la sala que no te diste cuenta del paso del tiempo?- Su contraparte se pone de pie y responde: -Estuve pensando toda la noche algunas cosas.- Mostrando al instante un poco de preocupación al mismo tiempo que pensaba: (sobre la plática que tuvimos, tú descontrol de anoche y ese secreto que nunca debes saber.).
Max se acerca a Ardeth y con una mirada sospechosa pregunta:
- ¿Qué clase de cosas estuviste pensando toda la noche que ni si quiera te dio tiempo de dormir un poco?
Por su parte Ardeth mostrándose un tanto nervioso responde:
- Eh... Yo... pensaba sobre... sobre... ¡Ah sí! Estuve pensando toda la noche más métodos de como apalearte y torturarte durante el entrenamiento, igual que lo hiciera ayer.
Arroja una risa sarcástica mientras que Max colocándose a la defensiva retrocede unos cuantos pasos, asustándose por la respuesta de su contraparte, e inmediatamente responde exaltado:
- ¿¡Qué!? No, espera. Calma Ardeth, que solo de recordarlo hasta me empieza a doler todo el cuerpo y eso que ayer me curaste.
En ese instante comienza a temblar tras recordar lo desastroso que fue el entrenamiento del día anterior. Por otro lado, Ardeth se acerca al joven lobo y tomándolo del hombro agrega:
- Tranquilízate Max, sólo fue una broma. Además, ¿dónde iba a pasar la noche en otro lugar que no fuera la sala si yo no tengo una habitación en la cual hubiera podido descansar?
Max se queda pensativo mientras escuchaba a su compañero, y después, volteando a ver a su compañero, responde con extrañeza:
- Entonces, ¿continuarás usando ese cuerpo que te hice?
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The Price of Truth
RandomObra con contenido para mayores de 18 años. Max, un joven lobo destinado a enfrentar las consecuencias de sus decisiones y de su mismo destino, así como de descubrir la verdad tras el secreto de su herencia familiar, en compañía de su maestro y guar...