Es difícil superar la muerte de un ser querido y tener que acostumbrarte a su ausencia. Saber que su presencia ya no estará más contigo, es un golpe sumamente duro. Tener que enterrar no solo un cuerpo físico o un puñado de cenizas, sino todos los recuerdos vividos con ese ser, resulta muy doloroso. No porque vayas a echar al olvido aquello que compartiste con él, sino porque absolutamente todo te lo va a recordar. Pero más doloroso es presenciar el instante en la que la llama de su vida se apaga y no poder hacer nada al respecto, o no poder proferir palabra alguna. Hablar de la muerte no es un tema tan difícil como se cree, simplemente es el final de un plano existencial y la trascendencia a otro. Pero, ¿qué pasa cuando lo más querido para ti muere, cuando crees que es una mala jugada del destino? ¿Cómo enfrentas este cambio cuando muere un ser que tenía una vida por delante y tú aún no eres capaz de valerte por ti mismo? No es fácil, pero la vida debe continuar con... o sin ellos.
Han transcurrido tres años desde aquel accidente que marcó la vida de Max, el joven lobo. Resulta increíble cómo es que fue el único sobreviviente de aquella terrible catástrofe. Fue un golpe muy duro para él, saberse huérfano a tan corta edad y quedar al cuidado de su abuelo el viejo Maximillion. Descubrir que aquella cajita que sostuvo en sus manos era la urna donde yacían las cenizas de sus padres, fue un shock emocional indescriptible y casi similar al momento en que tuvo que presenciar la muerte de ambos. Desde aquel día el joven lobo ya no fue el mismo, su semblante cambió radicalmente, a tal punto que dejó de celebrar su cumpleaños, porque desgraciadamente ese día había perdido a sus padres; ya no sonreía y siempre se le miraba solitario en la gran mansión de su abuelo o en el colegio donde principiaba sus estudios preparatorios, en ocasiones se le podía notar lleno de furia y resentimiento hacia sí mismo siempre que visitaba el mausoleo familiar, porque constantemente se reprochaba por la pérdida de sus padres. Pero algo ha cambiado en el joven lobo, su mirada que ahora se caracteriza por ser de dos colores diferentes (ojo derecho verde y ojo izquierdo miel), siempre que se enfurece, su personalidad cambia y el color de sus ojos se tornan rojo sangre, hasta que se tranquiliza, entonces sus ojos vuelven a la normalidad, al igual que su personalidad. El viejo lobo por su parte ha observado desde entonces el comportamiento de su joven nieto, ahora de quince años, y piensa: (-Desde que salió del hospital, hace tres años, Max ha cambiado radicalmente. Cuando se enfurece pareciera que es otra fursona y de la nada comienza a crear cosas que desaparecen cuando vuelve en sí. ¿Será acaso que ya descubrió su herencia alquimista?-) Se preguntaba el viejo lobo tras presenciar el último ataque de furia de su nieto frente al mausoleo.
Cinco meses después del cumpleaños del joven lobo, el viejo Max, quien se encontraba en su estudio, meditaba sobre la situación de su nieto, sus cambios de personalidad y el posible descubrimiento de su herencia alquimista. (-Creo que ha llegado la hora de que sepa sobre su herencia y comience a desarrollar sus habilidades de alquimia.-). Pensaba mientras Alfred entraba con un café para el viejo lobo. -¿Sucede algo señor Wolfwood?- Preguntó el mayordomo al notar pensativo al viejo Max, en ese momento él se dirige a su empleado: -Alfred, tu que has estado tantos años al servicio de la familia y sabes a detalle nuestro secreto, ¿crees tú que sea prudente hacerle saber a mi nieto sobre su herencia?- Preguntó al viejo mayordomo para saber su opinión. Alfred por su parte, deja la charola con el café en el escritorio y prontamente responde al viejo lobo diciendo:
- Si me permite dar mi opinión señor Wolfwood, yo creo que ya es tiempo que el joven Max conozca la herencia de su familia y aprenda a controlar las habilidades que le han sido otorgadas por ello, aunque por otra parte puede ser riesgoso que se entere de todo esto, ya que podría también descubrir que mediante la alquimia se puede regresar de la tumba a cualquier ser.
El viejo Max permanece pensativo ante las palabras de su mayordomo, y con intriga pregunta:
- ¿Tú crees que si lo llega a saber intente revivir a sus padres? El precio que se debe pagar por hacer eso es muy alto.
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The Price of Truth
RandomObra con contenido para mayores de 18 años. Max, un joven lobo destinado a enfrentar las consecuencias de sus decisiones y de su mismo destino, así como de descubrir la verdad tras el secreto de su herencia familiar, en compañía de su maestro y guar...