Eran las cinco de la tarde del sexto día, del primer mes del año marcado en el calendario como veinte y creo tres.Un viejo lobo, se preparaba en una de las habitaciones de su mansión, para un evento de suma importancia que tendría lugar dentro de Museo Nacional de Raccoon City. Mientras se lavaba las manos y después de secárselas, acomodaba la solapa de su saco color verde militar, anudaba su corbata negra con franjas diagonales verdes, en conjunto con una camisa blanca, un pantalón negro y zapatos del mismo color. Este viejo lobo era conocido como Maximillion Wolfwood Senior, quien mientras terminaba de arreglarse, pensaba:
- (Por fin ha llegado el momento en que todo mi esfuerzo y dedicación a la arqueología han dado sus frutos.). Hoy es un día muy importante, no sólo por ser el cumpleaños de mi nieto Maxi, sino porque también es el día en que el personal de este museo me hará un homenaje en vida, por todos mis años al servicio de mi mayor pasión: la Arqueología. Pero aunque este reconocimiento me llena de alegría, no puedo evitar pensar que algo está sucediendo.
En ese momento el viejo lobo lleva su mano derecha hacia su pecho, a la altura de su corazón con mucha preocupación diciendo:
- ¿Qué es esta presión que siento en mi pecho? Nunca antes la había sentido. (Pareciera que me está avisando sobre algo que va a suceder o que acaba de suceder.).
Pensaba mientras se encaminaba al vestíbulo de la mansión. Momentos más tarde pide a su chofer llevarlo al Museo, el lugar donde el evento se llevaría a cabo. Mientras iba de camino a tal lugar, no podía evitar notarse cada vez más preocupado y aquella presión en su pecho se volvía más intensa, pero soportable hasta cierto punto; comenzaba a preocuparse por su hijo John y su familia, quienes habían salido de la ciudad horas atrás. Minutos más tarde el automóvil del viejo lobo arriba a las inmediaciones del museo, posteriormente él baja del vehículo y se dispone a subir las escaleras para ingresar al edificio. Una vez dentro del mismo la ceremonia comenzó; una gran multitud se había congregado en torno al museo para rendir homenaje al viejo lobo, todos sus años de esfuerzo y dedicación a su profesión habían rendido sus frutos, siendo reconocido públicamente como el arqueólogo más importante de la ciudad y posiblemente del país. En el estrado, un viejo pastor inglés, el Catedrático Alberth Suárez, director del museo, daba un breve discurso sobre la trayectoria de Maximillion Wolfwood, mientras éste emocionado y preocupado pensaba:
- (¡Este es el día más importante de mi vida! Lástima que John y su familia no pudieron estar presentes en este momento tan importante, pero confío en que llegarán para ver la exposición de todo mi trabajo arqueológico.).
Mientras él pensaba, el director del museo por su parte concluía su discurso con estas palabras:
- Y ahora, sin más preámbulos, recibamos con un fuerte aplauso a uno de los mejores arqueólogos del país, el Doctor Maximillion Wolfwood.
Todos los presentes aplaudieron en ese instante, el director dejaba el estrado mientras el viejo lobo encaminaba sus pasos hacia aquel sitio. Una vez en el estrado, el Doctor Maximillion saluda al director del museo, y posteriormente saluda a todas las personalidades invitadas, recibiendo sus felicitaciones por parte de ellos. Prontamente tomó el discurso que había preparado para el evento y tomando la palabra frente al micrófono comienza:
- Antes que todo, agradezco a todos los presentes por su asistencia a este recinto. Es para mí un honor estar con ustedes esta tarde. No es fácil ser arqueólogo y triunfar como tal, porque requiere de mucho esfuerzo y dedicación; investigación exhaustiva sobre el pasado y todo lo que nuestro planeta encierra. Pero sobre todo del apoyo incondicional de la familia...
Justo en ese momento se ve interrumpido por el sonido de su celular. Una llamada desconocida detenía el discurso del viejo lobo, quien tras sacar el aparato del bolsillo interno de su saco y observar la pantalla del mismo, se dirige a los presentes:
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The Price of Truth
RandomObra con contenido para mayores de 18 años. Max, un joven lobo destinado a enfrentar las consecuencias de sus decisiones y de su mismo destino, así como de descubrir la verdad tras el secreto de su herencia familiar, en compañía de su maestro y guar...