Primero fueron las licencias para salir a la calle en ropa interior. Después fue la implementación de "la Reforma de Liberación" en escuelas, trabajos, etc. Poco a poco todos buscaron una manera de caminar sin ocultar su cuerpo bajo las telas.
Hubo una ola de crisis económicas mundial debido a la baja demanda en la compra de ropa que veía sus peores momentos en primavera y verano, pero iba a la cima en otoño e invierno. Muchos peces gordos estaban enojados con las pérdidas monetarias, tachaban a los políticos de ridículos, vendían acciones en promociones y, finalmente, el nuevo presidente electo por la escasez de alimentos, trabajo y dinero, más que por ideales, decidió que necesitaban una solución final.
Para muchos, murió un sueño. Para otros, el mundo tomó su curso otra vez. Pero, para el nuevo presidente, solo fue gasolina que incrementó una nueva llama porque, al parecer, era al único que le importaba saber cómo rayos el país se había mantenido estable durante el mandato de Mr. Naked.
Ese hombre demente que había querido que todos estuvieran desnudos resultó no ser tan demente al final. De hecho, era un genio. Su madre había sido diseñadora de modas y, al crecer rodeado de modelos muertas de hambre y un montón de pretenciosos con ropas bonitas, se dio cuenta de que la industria textil tenía un virus terrible: la moda.