ONCE.

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Nuestra pequeña conversación fue tan incomoda que no nos hemos mirado desde hace un tiempo desde la última clase y no es por que sea que nosotros nos evitemos es solo la incomodidad de revelar algo que se supone que fue un error y aún más que ese error es tan atractivo como Leo.—Hablaras conmigo o seguirás evitándome —Me interrumpe Leo con su voz un tanto furiosa. Olviden lo que les dije es obvio en realidad lo estoy evitando pero eso es por que me pone nerviosa y no se como demonios debo reaccionar ¿ Es que a ustedes no les ha sucedido? Planeó que esto saliera bien una simple amistad pero ahora con esta confesión que me esta alborontando las hormonas me siento de nuevo pérdida y desorientado pero no Contengo las ganas de ser algo con él.
—No estoy evitándote — Mi cabeza gacha dice lo contrario y él lo sabe ¿Por qué? Pues ha chasqueado la lengua. Sabe que miento fatal.
— Si y yo tengo poderes —Un comentario irónico.
Tu no pero conozco a alguien que si.
Trató de pensar en una manera de escapar de sus garras y sus claras preguntas de saber lo que pasa conmigo pero es que yo tampoco lo sé.
—Mirame — Leo esta un poco furioso.
Niego repetidas veces mi cabeza.
Realmente no quiero mirarlo sería algo vergonzoso.
Estoy más roja que cualquier tomate que exista. —Por favor — Suplica mientras me agarra de los hombros tratando de convencerme.
Levantó mi rostro hacia él de él lo cual me resulta muy difícil.
Pero lo hago.
En cuanto lo miró una sombra se hace presente en la puerta de él salón.
Él.
—Joder —Suelto sorprendida y espantada , lo cual hace que Leo mire atrás de mi.
Y también se quede estatico y confundido.

Esta observándome atentamente.
una mirada de esas "¿Qué carajos estas haciendo?".

Leonardo se aclara la garganta y hace que lo mire a él.

— Estamos ocupados podrías ir a otro lugar — Su tono fastidiado me causa un revoltillo en él estomago.
No quiero que nada malo pasé pero esta escena y respuesta de Leo no va a pasar a desapercibida.

Lo mira serio y la brisa congeladora vuelve a presentarse ... Todos los vellos de la piel se me erizan.

No dice nada y nos deja de mirar y sigue su camino.
Suelto todo él aire que estaba reteniendo involuntariamente.

y una voz en mi mente resuena.

               Sigue Tentándome
                        y verás.
Mi corazón.

Un jadeo sale de mis labios.
«El ha hablado en mis pensamientos».

BELCEBÚ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora