VEINTIDÓS.

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Sin poder procesar lo sucedido me quedó como una completamente idiota en el suelo hasta que una voz un tanto peculiar sobresalta mis pensamientos internos.
— ¿No eres la pareja de Bel? —
Un hombre de cabello pintado de una tonalidad morada. Que me hace fruncir el ceño pero cuando me fijo de su físico. Fue como un bombazo para mi corazón. Simplemente hermoso.
Atractivo.
Dejó mi mente y respondo.
— "No soy su pareja"— si fuera su pareja ya estuviera con el "duh".
—Ah.. No?. El inepto ese de su seguidor "mocoso" me dijo que ya tenía a alguien y quize venir a ver como estaba esto de "pareja". —Oh el chico tierno.

— Se lo acaba de llevar una mujer muy buena — suelto tranquilamente.

Asombrado me muestra una mueca de familiaridad y una sonrisa se forma en su boca — Tienes suerte de que se lo llevó y no se le ocurrió quedarse para mostrarte como es que lo "hace" —Lo miró.
—Con lo que "hace" te refieres a eso? — Me mira confundido sin entender y después capta.

—¿Te refieres a sexo? — Dice con naturalidad. — Acabo de llegar de una orgia es algo natural para nosotros creó —

Trago saliva pesadamente que hasta el pudo escucharlo.
— Ah! YA ENTENDÍ! —Grita asombrado —¿Eres virgen? — se queda pasmado. Parece no creerlo. — Con razón algún olor peculiar me trajo volando hasta aquí— levanta una ceja.

Rodó los ojos. Por algún motivo me pone nerviosa sus insinuaciones pero es obvio el maldito esta como quiere.

—¿Quieres salir? Hace tiempo que no toco el mundo terrenal seria de buena ayuda una guía turística. —

Me quedó pensando. No se si ir. Al demonio si él otro se fue con otra ¿por que yo no puedo ir con otro?.
Una sonrisa aparece en la comisura de mis labios.

—Tengo ganas de unas crepas¿Las conoces? — pregunto con energía.

El frunce el ceño— La verdad no. ¿Enseñamelas? — me regala una sonrisa provocadora.

Me quedó mirándolo sería.
—vale. Estoy bromeando. ¡Vamos! — me jala eufórico.
Parece un niño pequeño en busca de un amigo.

[...)]
—No sé esto se ve un poco asqueroso. Eso de encima parece escremento.— Rodó los ojos.

— Eso de ahí — Apuntó con mi dedo — es chocolate y también cajeta.

Me mira dudoso pero se anima a comer un pedazo de aquel Trozo de crepa .

Sus ojo se iluminan igual que al de un pequeño niño y buscan los míos para mirarme sorprendido. — ¡Esto está delicioso! — lo miró sonriente.

Mastica mi crepa — Lo se— respondo con mi boca Llena.

El solo sonríe satisfecho.
—¡Mesero una más! — traen otra crepa de fresa y chocolate.
Yo miró como devora cada una.
Miró mi reloj. Las 5:00 pm.
Ninguna aparicion de "Bel". Menos mal la estoy pasando bien sin recordarlo.

— ¡Mesero otra! — Traen otra. Mis ojos se agrandan.
—Con estas llevas tres! —Le digo en shock.

—¡Mesero! —
Una más aparece~
—¡Mesero! —
Otra~
—Mesero! —
Otra.

Esto parece un club de bar diciendo a cada momento mesero.
Las personas lo miran asombrados y yo me estoy muriendo de vergüenza.
Sin dejarlo terminar lo jaló del brazo hacia afuera.

Me mira con un puchero.
"O se ve tan lindo"
— Ya no puedes seguir pidiendo. —
Me mira confuso —¿Por qué? — mete su mano en su bolsillo y saca su cartera la cual abre y está repleta de dinero. —Tengo mucho dinero — dice con un puchero.

Niego La cabeza — No es por eso idiota ¿Ya llevas la cuenta de cuantas te has comido? — le dije idiota o por dio! Fue reflejo así llamo a mi amigo.
El no inmutó de mi insulto.
—Tres?— me mira divertido.

— Tres docenas dirás! — Lo llevó agarrado del brazo hacia un puesto de refrescos.

¿Por qué me siento bien a lado de él?.

— Una coca cola y un jugo de naranja— pido al señor. Estiró mi mano y el me mira sin entender.
—¿Qué? — confuso pregunta.
—Dinero. — respondo.

El asiente y me da su billetera.

Sacó un billete y se lo entregó al señor. —Muchas gracias— el señor asiente y nos alejamos a unas bancas de color blanco cerca del parque.

—¿Cómo te llamas? —Preguntamos al unisonido.

Reímos los dos. — Tu primero—me indica el.

— Me llamó Lúa. Tengo 16— Contestó brevemente.

Me mira y sonríe.
— En tu mundo me llamó Loex pero en el lugar oscuro soy Asmodeo. — No se quien es.

—¿Asmodeo? — sonrió. — Me gusta tu nombre. El se pasa la mano por su cabello haciendo que caiga de nuevo y un cosquilleo sale de mi interior.
— O no. No te me quedes viendo por tanto tiempo — Dice rápidamente.
Lo miró confusa. —¿Por qué? — preguntó.

El me Mira divertido y a la vez serio. — Soy el demonio de la Lujuria. Es por eso que puedes sentir cosquilleo. — me afirma.

Eso ha sido incomodo.
Pero para él le resultó tan natural. Demonios no volveré a salir con nadie que se aparezca en una habitación de "Bel".

BELCEBÚ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora