-32-

356 31 0
                                    

No puedo creer lo que me esta diciendo.
—¿Cómo lo sabrá? —vuelvo a preguntar nerviosa.
Me mira burlon con sus gestos fruncidos queriendo romper a reír.
— Bueno Loex es experto en caso de saber cómo o mejor dicho sentir que el aroma en ti ya no es el mismo. Así justo como un perro pero sin convertirse. Pero es obvio que es lo único que siente. — Su sonrisa crece mientras se va acercando a mi peligrosamente.

Paso saliva en mi garganta seca.
Nuestras respiraciones chocan y mi labio inferior es jalado por unos dientes y acariciados por su lengua.
—Eres mia—murmura en mis labios sin despegar la vista de mis ojos.

Esta como manipulando me. Un chillido en mi oído empieza a sonar como si fuera lejano.
El sonríe y me acerca a su ereccion.

Maldito manipulador.
Me alza en aire y sin más rompe mis bragas haciéndolas trizas con sus manos.
Su erecta longitud hace contacto con mi feminidad haciendo que un jadeo involuntario salga de mi.
De una Embestida entra por completo.
—¡Ah! —Mi cabeza se hace hacia atrás dejando mi cuello expuesto a su rostro. Poco a poco siento su respiración agitada mientras pequeños chupetes empiezan a sonar por mi cuello.
Embestidas rápidas y en el lugar exacto me roban el aliento.
Y de nuevo la explosión de sensaciones aparecen.
El gruñe de placer murmurando algo que otra vez no logro entender.
Hecha polvo de nuevo. No puedo moverme.
—¿Quieres ducharte ? —pregunta jadeando con su voz ronca.
Yo lo miró cansada trato de hablar pero solo balbuceo.
El sonríe satisfecho.
—Creo que eso es un si—suelta una pequeña carcajada. —No te preocupes yo te lavo.

[...]

—Toma—Me muestra una tarjeta de crédito.
Lo miro confundida.
—¿para qué me das esto? —Preguntó aturdida. El me Mira serio.
—Sólo veo que tienes una braga.¿Despues que voy a hacer trizas? —susurra en mi oído.
¿Voy a comprar ropa para que el las destruya? —De esa manera van a desaparecer todas— El me Mira serio.
—Eso no me interesa. Te puedo comprar más y ya hasta vaciar toda una plaza de lencería. —
Trato de volver a renegar pero me interrumpe.

—No me lleves la contraria señorita— suspiro resignada.

[...]
Oh genial! Estoy caminando por la plaza con una ropa inadecuada. Todas las personas se me quedan viendo como un asqueroso animal.
Un suspiro largo sale de mis labios.

A lo lejos visualizo local de lencería muy elegante.
Mis ojos brillan al verlo.
Rápidamente me acerco.

Las empleadas me miran con cara de pocos amigos. Me hacen gestos extraños. Susurran cosas entre ellas mientras sonríen burlonas.
Una mujer rubia se acerca meneando sus caderas y golpeando con su cabello en acto de verse atractiva.
¿Quiere que la envidie? Si envidio el trabajo de él cirujano plástico.

— Disculpa—Apunta hacia atrás. — Ahí está el supermercado.

Rodó los ojos fastidiada. Todas empiezan a reír.
No me gusta conseguir problemas mucho menos mientras la gente se me queda mirando como si haya salido de un bote de basura.
No soy una persona pasiva en realidad soy explosiva pero en estos momentos no tengo ganas.

Sin nada más que decir salgo de la tienda y de la plaza completa.
Y los malditos pensamientos torturan es me llegan. Si tan horrible estoy ¿Por qué el esta conmigo? El hecho de que me esté usando para entretenerse me hace hervir la sangre de todo mi cuerpo.

[...]

BELCEBÚ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora