Romance Felino.

¡Viernes!

     Ya habían pasado 3 semanas desde que Hashirama había empezado a trabajar, había conseguido un buen dinero y quería comprarse algo para el mismo. Iba paseando por las tiendas hasta que vio una tienda de bicicletas, vio una bicicleta roja de 2 llantas y al frente llevaba una canasta, le serviría para cuando hiciera mandados...  le llamo bastante la atención, entro ahí y vio mejor la bicicleta y el precio, tal vez debía comprar otra cosa, ah no ser...

      Unos minutos después salio de ahí con la bicicleta.- Vamos al parque.- Pedaleo libremente hacia el parque que tanto le encantaba a estrenar su bicicleta, diviso a lo lejos a su amigo quien estaba sentado en el césped con un libro en sus manos.

     -Entonces Jimmy sobrevivió a la explosión a pesar de haber perdido una pierna...-Leía Madara muy concentrado.

     -¡Maddy!.- Le saludo Hashirama, nunca lo admitía pero le gustaba que le hablara con bonitos apodos.

     -Hola Hashirama, uh...Bonita bicicleta.- Se levanto y cerro su libro.

     -¿Te gustaría pasear?

     -Hace mucho que no subo a una bicicleta...- Dijo Madara.

     -Inténtalo aunque sea, no sabrás si no lo intentas.- Madara asintió y se subió, Hashirama lo ayudaba a empujar la bicicleta mientras Madara pedaleaba, en eso Hashirama lo dejo para que pedaleara por su cuenta.- ¡Lo lograste!

     -¡No me sueltes!.- Gritaba Madara un poco asustado, diviso a su compañera a lo lejos.- ¡CUIDADO!

     -¿Quien?.- Sakura no reacciono y Madara choco contra ella.

     -Dime por el amor de Dios que lo grabaste Naruto.- Dijo Sasuke esperanzado.

    -No podía perderme esto.- Dijo guardando su celular.- Esto tendrá muchas visitas en YouTube...- Dijo para tomar a su novio de la mano e irse de ahí.-¿Que te parece si vamos a mi casa a "jugar"? Mis padres no están...- Dijo Naruto en tono seductor apretándole una nalga al menor.

     -¡DOBE PERVERTIDO!.- Le dio un zape muy sonrojado.- No no no...Bueno esta bien.- Acepto para luego ambos irse a la casa del rubio.

     -¡Madara!.- Llego el castaño a ayudar al azabache.

     -Estoy bien Hashirama, solo fue una caída.

     -Mmmmm...¡Tengo una idea!.- Tomo su bicicleta y ambos fueron de vuelta a donde estaban.

     -¿Y yo que...?-Pregunto una Sakura adolorida en el suelo.

     -Cuidado Sebas, salta la tabla.- Dijo una madre a su hijo quien salto a Sakura.

     -Súbete a la canasta.- Dijo Hashirama.

      -¿Acaso eso es seguro?

      -No te preocupes, es muy resistente.- Madara se sentó en la canasta y Hashirama comenzó a pedalear.- ¡WOW, ESTO ES DIVERTIDO!.-Reía Madara sintiendo el viento en su cara y viendo toda la ciudad.

    -¡Te dije!.- Seguía pedaleando por todo el parque hasta que Hashirama paro abruptamente.-¡UN PERRITO!.-Ambos se bajaron y Hashirama fue a sentarse en el césped a acariciar al canino esponjoso.- Ven Madara.

     -Emmmm...Les tengo pánico a los perros...

     Hashirama se sorprendió, ¡A todo el mundo les encantaba los perros! Son tan tiernos.

     -No tengas miedo.- Le tomo la muñeca y dirigió su mano hacia el perrito para que lo tocara, Madara cerro los ojos temerosamente pero luego los abrió al sentir como su mano era lamida por el canino, rio un poco por eso y se sentó a rascarle la panza.