I- Miedo al chico de los ojos azules.

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—¡Ragnor! —gritó Magnus.

No hay nadie en casa, el mayor debe de seguir de compras de alimentos para reponer el mes. Magnus había estado tan concentrado en los apuntes que había propuesto el profesor Malcolm, ua que no le había prestado atención a la clase. Los apuntes fueron prestados por el mismo profesor, ya que se había ganado el cariño del mismo cuando había sido su Cupido y le había cortado la mala racha, ahora eran grandes amigos fuera de la facultad.

Camina hasta la cocina, es diminuta, mira dentro de la heladera buscando algo para tomar ya que desde horas que no viene nada. No puede evitar pensar en un té frío por el calor que está sufriendo, también piensa en que debe llamar a sus amigos, así que cierra la puerta y piensa en esperar a Ragnor para beber algo juntos. Quiere conversar, quiere saber como le ha ido en su trabajo de limpieza de la facultad ya que tienen poco tiempo para hablar, pero una vez que lo hace siente como si todas las frustracciones se esfuman y pudieran quejarse de todo con confianza.

Se sienta en la mesada y mueve sus piernas con libertad, aprovechando la distancia que hay conn el piso. Mira la habitación como suele hacer, ya que no puede entender como fue que llegó a esa casa. Ragnor le salvó y ahora siempre que puede agradece por ello, porque con solo haberle alojado en casa y haberlo apoyado era suficiente para prometerle deberle la vida.

Saca su celular y mira si hay algún mensaje de sus amigos, Raphael y Jace le están ayudando con el último proyecto de la profesora Camille, pero hay veces que desaparecen, como ahora. Han dedicado sus horas a preparar un video que retrasaron la tarea de otra materia, ahora pueden reprobar o peor, recursar. Ahora al no ver presencia de ninguno le está entrando los nervios.

Pero quizas no sean nervios por la ausencia de sus amigos, sino por el único mensaje que aparece en su aplicación, un mensaje de un chico de pelo oscuro como el carbón y ojos azules como el agua que hace que todo su cuerpo tiemble...

<< Hola Magnus, espero que tengas un lindo día ¿Te parece hacer algo el día de hoy? >>

Hasta sus dedos tiemblan al apretar el mensaje y una sensación de incomoda en su garganta le impide tragar, pero siempre ha sido así, cuando aparece el hermano de Jace la incomodidad invade su cuerpo y el ambiente a pesar de que no sea un mal tipo. Solo que es extraño, cada vez que aparece algo le dice que debe evitarlo, todo se siente mal aunque Alexander siempre aparece con una sonrisa y una actitud amable. Pero no importa que haga, esos ojos demostraban algo...

Es un poco creyente, sus padres le dejaron esos pensamientos antes de abandonarlo, se dedicaron a inculcarle ideas de todo tipo y al ser solo un pequeño niño en una etapa traumática aquello no se le olvidó. Ahora cada vez que ve esos ojos azules vuelve a recordar todo aquello que una vez aprendió, cada vez que ve esos ojos saben que no hay nada bueno detrás de ellos.

<< Tengo que hacer un trabajo con Jace y Raphael, si quieres ven con tu hermano. >>

Bloquea el celular con nerviosismo, no quiere sentirse así y no quiere ver a Alexander, pero este sigue insistiendo. El timbre de un nuevo mensaje no tarda en escucharse, se desbloquea con el cuerpo tembloroso pensando en como ahora hasta que los mensajes tienen efecto en él.

<< Jonathan está enfermo, no irá a la escuela por un tiempo. Si no quieres que nos juntemos, solo dilo. >>

Siente como su corazón se acelera, leer el mensaje le produce muchas emociones. No es porque uno de sus mejores amigos está enfermo, Jace siempre entrará en enfermedades después de dedicarle tiempo al estudio, son sus excusas perfectas para faltar a clases, sino que se trata de la forma en como está escrito el mensaje porque es cierto, está buscando excusa para no estar con él a solas.

<< Espero que esté cuerdo. No es así Alexander, solo debo hacer esto o voy a reprobar. >>

Magnus pide perdón en silencio para no ser castigado por lo que está haciendo, pero mentir es lo único que puede hacer. El timbre no tarda en escucharse.

<< Está bien, suerte Magg . Y que Ragnor te haga un delicioso café negro como a ti te gusta. >>

Siente un poco de miedo por aquel mensaje, ya que raras vez habla sobre sus gustos, pero trata de no darle importancia ya que debe ser obra de Jace y se le ha escapado. La puerta principal se abre y baja de la mesada para caminar hasta la sala para ver cómo Ragnor entra a la sala haciendo tientas con las bolsas en mano, detrás aparece Raphael con un batido en sus manos. Magnus lo mira y después camina ayuda a Ragnor.

— Hola Magnus —saluda Raphael.

El chico cierra la puerta y le da otro trago a su vaso descartable, Magnus solo lo maldice porque las bolsas están pesadas y debe llegar hasta las cocinas con ellas solo.

— Hola Raphael —responde molesto.

Ve como Ragnor camina hasta la cocina, parece tenso así que se dedica a preguntar para ver qué sucede.

— ¿Y cómo ha ido las compras?

El mayor de los tres comienza a abrir las bolsas y se le puede notar bastante molesto, cree que quizás de nuevo las mujeres de la tienda se han dedicado a hablar a su espalda.

— Nada mi niño, vengan haré café para todos —responde Ragnor.

Magnus recuerda el mensaje y un escalofrío recorre todo su cuerpo. Camina hasta las sillas para sentarse al lado de Raphael, alguien que ya parece un miembro de la casa más, siempre está deambulando en la casa con Jace. Ambos miran como Ragnos se dedican a preparar las bebidas.

— ¿Entonces? —pregunta Rafael.

Magnus lo mira arqueando una ceja confundida.

—Pareces nervioso—vuelve a decir.

"Alexander me tiene aterrado." Piensa Magnus.

— Debe ser porque tengo que hacer un vídeo y mi segunda estrella se ha llevado una enfermedad para largo, como casi todos los meses y tú eres un tronco.

Escucha la risa de los dos presentes.

— Todo estará bien, Jace se recuperará, mientras tanto estoy yo— dice Raphael—, soy mucho y hay sobra.

Sonríe tratando de relajarse mientras que Ragnor trae las tazas y las coloca frente a cada uno, y Raphael le da un pequeño sorbo a la malteada para después endulzar el café. Magnus lo mira con desagrado por la mezcla que está por hacer, escuchando como Ragnor se ríe.

— En el estómago todo se mezcla.

Para después llevarse la taza a sus labios. Magnus comienza a negar pero en sus labios hay una sonrisa, no es nadie para criticar lo que hace el otro, en cambio se dedica a endulzar y quitar el sentimiento incómodo de su pecho. Alexander es solo el hermano de Jace, alguien extraño, pero no malo, tiene que quitar de su mente que ese chico es malvado porque no va a poder vivir con normalidad.

N/A: ¡Hola! Bueno primero y principal bienvenido a una nueva historia 😂. Avisaré antes de que sigan avanzando, espero que lo hagan.

1- El malec acá no terminará bien, ni se si será malec 🤔 ya que si uno de ellos no corresponde entonces no hay amor.

2-Es una historia corta, ya que se trató de un one shot que hice hace tiempo.

3- Espero que los disfruten ❤️


No hay escapatoria. MALEC (RESUBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora