III- Suicidio/Homicidio.

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Cuando llega el anochecer ambos ya tienen el vídeo terminado, Raphael se despide diciendo que va a pasar por la casa de Jace para saber si necesita algo y de paso le dará la tarea para presentar al día siguiente por medio online. 

Magnus estuvo tratando de convencerlo de que no hiciera aquello, que dejara que Alexander llevará la tarea por él. Está aterrado al pensar que su amigo va a tener que ver a aquel chico a esas horas tan tarde... ¿Y si le hacía algo? 

Pero al final Raphael no le hizo caso y él tuvo que quedarse con el miedo en la garganta cuando vio a su amigo salir por la puerta. Puede estar un poco paranoico cuando se trata de Alexander, pero no tiene la confianza después de la desaparición de Raj que justamente fue después de la amenaza. Iría a buscarlo al día siguiente para comprobar si estaba bien, si sabían algo del chico y quizás pasaba a ver a Jace para ver si este también estaba bien. Aunque no se atreve ni a pisar esa casa cuando Alexander está ahí.

Después de lo que pareció horas interminables, aunque realmente fueron minutos, el número de Raphael apareció en la pantalla. Magnus respiró con tranquilidad, sentandose en su asiento para responder con rápidez. Sus rezos han sido escuchado, todo está bien. 

— ¿Llegaste bien? — pregunta Magnus.

Camina hasta la heladera en busqueda de agua, quiere prepararlo en un vaso de cristal y llevarlo a su habitación para ahuyentar el peligro a dormir. Sus padres le enseñaron aquello, solo debía volcar una gota de agua en el suelo de la habitación, en la puerta y todo estaria bien, y aunque fuera cuento de niños prefería creer. 

— Si, pase por casa de Jace pero no hay nadie, me cansé de golpear pero ni los señores Lightwood ni Isabelle, nadie abrió —responde el chico—. Es muy raro, porque he tocado su timbre de la manera que los Lightwood odian.

— Solo es tarde, deben ya estar descansando.

— Esperemos que así sea mi querido amigo— dice Raphael— ahora debo colgar, una ojota de goma está esperándome en la puerta y su manipuladora está junto a ella, debes desearle suerte a este caballero suicida.

— Suerte, niño raro.


Después de eso la llamada se finaliza, y se prepara para ir a dormir. Ragnor ya se ha dedicado a cerrar la casa para despedirse e ir a su habitación, sabrá quién estará soñando aquel señor, mientras que él se dedica a apagar luces a su paso mientras hace su ritual de todos los días. No sabe cuanto tardará hasta que se de cuenta que no sirve. El celular en su bolsllo comienza a sonar sacandolo de sus pensamentos, al desbloquearlo ve que se trata de Alecander. 

<< ¿Raphael estaba en tu casa hasta hace un rato? Magnus no debes tener a tus amigos cuando llega el anochecer en tu casa, es peligroso... >>

Teclea con dedos temblorosos, fijándose como puede salir de la situación, no quiere ni pensar que a su amigo le pase lo mismo que le ha pasado a Raj, y aunque no conoce su paradero actualmente ya está haciéndose la cabeza de que Alexander es el culpable. Si todo es un malentendido promete pedirle perdón al chico, pero mientras tanto seguirá juzgandolo. 

<< La tarea se ha vuelto más pesada sin Jace, así que tuvimos que quedarnos hasta estas horas. ¿Cómo está tu hermano? Raphael pasó por tu casa y no había nadie. >>

Camina hasta su habitación, la misma que antes de su alojamiento era un despacho lleno de cajas y recuerdos de una mujer, la difunta esposa de Ragnor. Ahora todo está decorado de una manera más alegre, quitando todo rastro de aquella tristeza anterior, aunque sigue siendo tan fria como la primera vez que entró. Magnus no puede definirse "especial", pero sus oídos son sensible a lo espiritual, en las noches puede escuchar ruidos que nadie más puede escuchar, un don lo definian su padre, pero una maldición para él. El celular vuelve a sonar. 

<< Te contaré mañana después de la escuela, tomaremos lo que te guste, yo invito. Y no quiero un no por respuesta, ya sé que no tienes nada que hacer. >>

Magnus comienza a negar tirando su celular lejos, no quiere estar a solas con él, es posible que sufra alguna inestabilidad emocional y será ofensivo para la otra persona. Es mejor tenerlo lejor, solo saludarlos cuando este presente Raphael o Jace, así se sentiría seguro al tener su presencia. Sale de la cama y vuelve a caminar hasta donde está el celular sonando, pensando que Alexander lo está llamando al no responderle, pero al ver que se trata de Raphel suspira de alivio. 

— ¿Qué sucede Rapha?

— Escucha, ya sabes que Raj vive a mi lado —dice Raphael—, bueno, el cuerpo del chico está en la morgue, le pregunté a un oficial y solo me dijo esto, abre tus oídos que es alucinante... fue un suicidio.

— ¡¿Un qué?!

No es que conociera al chico, pero Magnus sabe verlo y siempre lo vio bien. Una sonrisa timida pero siempre evitando acercarse. No pudo evitar llorar por el chico, sintiendose culpable, sabe que no es un suicidio y él causante de ello estaba más que cerca de él. 

— Si, seguramente se pegó un tiro en la cabeza o se cortó las venas, nadie sabe, no pude llegar a descubrirlo porque llegó Guadalupe y me tiró de las orejas hasta dentro de la casa —susurra Raphael—, estoy pensando seriamente en irme a vivir solo o contigo.

— Vete a dormir y deja de hablar tonterías Raphael, nos vemos mañana y pasa por mí para ir al instituto o te cortaré las bolas.

Se escucha una risa del otro lado de la linea y después un sí al colgar. Magnus se queda mirando el celular pensando en lo sucedido, Alexander lograba hacerle acordar a todo lo referido a su padre, aquellos que intentaron implantarle el amor a un Demonio, tratando de ingresar a un clan de adoración al mismo. Sus padres se habían obsesionado tanto con aquella deidad que habían cambiado sus nombres a relacionado con aquel demonio, habían cambiado tanto al punto de la locura que unas personas le ayudaron a librarse de ellos. Ahora al ver a Alexander le hacía acordar todo aquello que quería olvidar. 

— Solo es un chico, nada tiene que ver con la muerte de Raj, solo debes superar tu trauma y dejar de ver tu pasado en él, debes ser bueno con el hermano de Jace —se susurra.

Aunque no puede aceptarlo, no cree que Alexander no esté involucrado en todo esto, al contrario, afirma que el ojiazul está metido en todo esto, solo debe descubrirlo así poder sacarlo de su vida y pueda ser encerrado en un lugar apto para su condición. 

No hay escapatoria. MALEC (RESUBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora