VII- Un psicópata desaparecido.

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Al día siguiente, después de desayunar ambos se prepararon para ir al instituto, estaban en horario temprano ya que les había sido costoso dormir para ambos, el sueño era imposible de llegar a sus cuerpos cuando volvían a recordar todo lo que habían pasado, pensar en Jace era como un cuchillo incrustandose dentro de ellos, el rubio tenía una vida por cual seguir, un sueño y habían sido arrebatado, a pesar de todo lo que hiciera la justicia no podrían tener de nuevo a su amigo, escuchar su risa, sus bromas, las frases egocéntricas que tenía, no se lo devolverían, y Magnus a pesar de eso, también tenía un dolor doble cuando recordaba ser tocado por el ojiazul, manoseando sin su consentimiento.

—Bueno es hora de irnos— susurró el moreno.

Viendo como su amigo asentía para ir a lavar todo lo que habían usado en el desayuno, agarraron sus pertenencias para salir de la casa, Raphael estaba mandando mensaje a su madre para informarle que ya se había levantado para dirigirse al instituto, pero cuando estaban por salir la puerta se abrió mostrando a Ragnor y Guadalupe junto a dos hombres de traje, uno de piel morena y el otro rubio de ojos verdes.

—Mamá—dijo Raphael sorprendido.

—Ragnor—siguió el moreno—¿Sucede algo?

El moreno vió como su tutor asentía y hacia pasar a la casa a la demás gente, todos acomodándose en los sillones, ambos se miraron sin entender que estaba sucediendo y porque todos estaban ahí esperándole, alzando los hombros cerraron la puerta de nuevo y se dirigieron a donde estaban ellos, que parecía estar esperándole.

—Mamá ¿Qué está sucediendo?— preguntó Raphael.

Pero como ellos, ninguno sabía nada, excepto los hombres de trajes que los miraba como si quisieran sacar algo de ellos, Magnus se sentó en el apoya brazo de donde estaba sentado su tutor mientras que su amigo se quedaba parado junto a su madre tomándola de la mano, era mucha tensión la que se sentía dentro de aquellas paredes y el moreno estaba comenzando a sospechar de que era algo referido con lo que habían descubierto en la casa Lightwood.

—¿Podemos comenzar? Muchos de nosotros tienen que hacer trabajos— dijo Ragnor un poco molesto— querían a los niños para hablar, ahora háganlo o me llevaré a mis niños conmigo, un día perdido no es bueno ni para mí ni para ellos.

—Calma señor— dijo uno de los hombres— soy Lucian Garroway y el es mi compañero Sebastián Morgenstern somos del equipo forense A.R.S.T y estamos investigando el caso de la muerte de Jonathan Cristopher Herondale, y ustedes son los más cercanos a ellos ¿Tienen algún conocimiento de que estaba sucediendo algo extraño?

Magnus miró a su amigo, este le suplicaba con la mirada revelar lo que sabían, y aunque no quisiera tenía que saber que los hombres sabían algo más, eran forenses, Raphael había entrado a la casa así que debían haber visto su huellas de zapatillas, lo había visto mucho en películas, así que aunque quisiera mentir no podría.

—¿Han localizado con su familia?— preguntó Magnus.

—Si, sus padres adoptivos están en camino— respondió Sebastian— por favor niño responde a lo que se te ha pedido.

—¿Han podido localizar a Alexander?— volvió a preguntar.

Los hombres se miraron asombrados, como si se le hubiese ido un detalle, el hombre mas joven sacó su celular para comenzar a deslizar su dedo, y después mostrárselo a su compañero, los demás hablaban o preguntaban a los hombres aunque no eran respondidos. Ragnor se levantó para ir a traer un poco de bebida, ya que la señora Santiago parecía ya morir de nervios a no saber que sabía, además cuando se había enterado de la muerte de Jace había comenzado a llorar en silencio, como todos el rubio había sido alguien de cariño para ellos.

—No lo tenemos localizado, no estaba con sus padres— informó el hombre— ¿Acaso saben algo del chico?

—Si nos promete seguridad para nosotros y nuestros cercanos le diremos todo lo que sabemos— dijo Raphael.

—¡Raphael!— le reto Guadalupe.

Pero era cierto, si decían lo que sabían podían estar en problemas, no sabían si Alexander tenía conocimiento de lo que estaba sucediendo ahí, si podía estar escuchando en ese momento, se estaban arriesgando y tenían que mantener todos a salvó antes de que algo malo sucediera.

—No estamos mintiendo, es peligroso y necesitamos saber si nos darán seguridad después de esto— afirmó el moreno— tienen un sicópata suelto.

—Lo haremos, pueden confiar en nosotros— dijo Lucian.

Magnus miro a su amigo asintiendo para que comenzará a hablar, este obedeció, le contó sobre lo que había sucedido desde la mañana anterior, y el día anterior a ese, lo intimidante que era Alexander como la obsesión que tenían por el moreno, también sobre la pelea de el y Raj qué día después había desaparecido, detallo el plan y como había entrado a la casa de los Lightwood, Guadalupe estaba asombrada por lo que estaba enterando del peligro que había entrado su hijo, pero el chico no dejo de hablar, siguió contando de lo que había visto dentro y como era antes la casa, como había encontrado a su amigo muerto, sacando su celular para mostrar la foto, mientras tanto Magnus estaba trayendo la computadora para mostrar lo que sabían sobre la huida de los mayores Lightwood, y las horas que llevaba ya muerto el rubio.

—¿Entonces dices que el chico estaba obsesionado contigo?— preguntó Sebastian mirándole.

—Si, creo que si— respondió Magnus— me celaba con todos.

—Por eso el "no te enamores de la mío" en su espalda— añadió Ragnor acomodando todo en la mesa ratonera— debe haber pensado que su hermano estaba enamorado de Magnus e hizo eso.

—Entonces Alexander es nuestro principal sospechoso en esto— susurró Sebastian— deberíamos interrogar a la familia.

—Sebastian...— dijo el otro hombre.

Llamando la atención, ahora que lo veía un poco más no era un chico tan viejo, al contrario parecía de unos años más que el, solo que sus rasgos le hacian ver más grande de lo que era, pero suponía que era un novato jugando a los investigadores, que de suerte había caído en ese caso y su compañero no sabía cómo controlarle sin que los del exterior vieran eso.

—Deberían hacerlo, están escondiendo algo— apoyó Raphael— nosotros ¿Qué haremos mientras tanto?

—No pueden salir del país, deben avisarnos cada paso que den, cada nueva noticia o información que sepan ¿Entendido?— preguntó Lucian— si es lo que ustedes dicen, estamos tratando de alguien peligroso, nosotros mantendremos su seguridad y todos los que le rodeen, hasta que el culpable este capturado, gracias por la información niños, estaremos en contacto.

No hay escapatoria. MALEC (RESUBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora