Acabábamos de mudarnos a un edificio en una nueva colonia, el piso donde quedaba nuestro nuevo hogar era el trece, nunca me gustó ese número además desde los primeros días comencé a notar que el ascensor comenzaba a fallar cuando llegaba al piso anterior y al llegar al numero trece se atascaba... Muchas veces quedaba atorado entre los dos pisos y me tocaba sonar la campana de auxilio. No sabíamos que los antiguos dueños habían vendido el departamento por cuestiones de "desacuerdos con la administración"... Una vecina; doña Conchita me contó un día que el ascensor se descomponía cada que la familia antigua se subía a el, ella aducía que eran ellos los culpables y además eran muy raros.
Un viernes que en el calendario marcaba trece; justo como hoy, subí al ascensor digitando el numero de piso de mi apartamento (trece) cuando escuche que alguien silbaba; era un silbo suave como de un niño, ¡Era imposible pues nadie estaba conmigo!, tal vez era el niño muerto de la "familia rara" ... Me controle y pensé que era mi imaginación, miré hacia arriba y logre ver un hueco en el tejado, seguido encendí la linterna de mi celular y apunté al hueco tratando de alumbrar lo que había arriba... Tal fue mi sorpresa al ver que eran los técnicos que vinieron a arreglar por fin el ascensor, me sentí ridículo pensando en cosas paranormales, dejandome sugestionar por viejas chismosas y el hecho que llevaba un rato metido en ese maldito ascensor sin haberme movido ni un centímetro. :)Este capítulo fue escrito para un pequeño concurso
ESTÁS LEYENDO
PÁNICO DE MEDIA NOCHE (cuentos del Abuelo)
Misterio / Suspensotodos somos protagonistas en nuestros sueños, ¿pero alguna vez no te has despertado con un poco de taquicardia, sudoración, ahogo, inquietud; un despertar abrupto y sobresaltado? Son los síntomas de lo que se conoce como atraque de pánico nocturno...