♧ Capítulo 10 ♧

60 7 0
                                    

♡ Reiju ♡

Los primeros años se me hicieron muy pesados, estar alejada de todo lo que conocía, de todas las personas que quería y hablar un diferente idioma era algo que me molestó por dos años.

Mantuve comunicación con mis amigas por cinco años y después, como si nunca hubieran existido, desaparecieron. Ese año fue el peor.

Logré conocer nuevos amigos, muchos chicos pero ninguno como Nami. Sí, por trece años seguí pensando en ella pero conforme pasaba el tiempo... conforme las estaciones del año avanzaban fui pensándola menos, es su hermoso cabello... es su apodo.

Me gradué en mi carrera de ingeniería y empecé a trabajar, la relación con mi padre no era la mejor pero no peleábamos, con eso me conformaba. Llegué a ver sólo a mi hermano Ichiji, pero a los cuatro años se fue a Francia.

Todo el día la pasaba en casa sola y de vez en cuando salía con Sadi-chan y Domino.

Mi padre me había presentado a un chico cuatro años de estar aquí, era alto, porte elegante y educado, sus únicos defectos era que no era Nami y el otro, era un chico frío.

Empecé a conocerlo, su nombre era Katakuri, su padre era de dinero y  militar. Al principio no me agradó, nunca me gustaron los chicos frívolos pero él, de cierta manera, logró cambiar mi opinión sobre ellos.

Al final llegamos a ser novios por  cinco años, después de eso mi padre y el suyo arreglaron un matrimonio para el siguiente año. No me desagradable la idea, después de todo llegué ha amarlo y él a mí pero... sentía que traicionaba a Nami, aún no tenía la fuerza para dejarla ir completamente.

Estábamos arreglando las invitaciones cuando el teléfono había sonado. Mi padre se quedó hablando por un buen rato ahí.

Cuando colgó se dirigió a nosotros.

—Reiju, empaca tus cosas iremos a Japón.
—¿Qué ha pasado? — me levanté de la silla.
—Sanji ha muerto y necesitamos ir a su entierro — me había detenido en seco al escuchar las palabras de mi padre.

¿Sanji muerto?

No podía creer que en serio estuviera diciéndolo, había recordado que ayer en la noche apenas había hablado con él, se escuchaba bien, saludable.

Tal vez me vi mal al escuchar eso porque Katakuri se acercó a abrazarme con fuerza.

Lo que temía era que mi padre supiera que Sanji había estado casado con un hombre y habían tenido una hija. Haría un escándalo.

—Mañana iremos, apúrate.

Mi prometido se ofreció a acompañarme y mi padre aceptó, no había inconveniente.

Aún con todo eso, con la muerte de mi hermano y el dolor que conllevaba eso me sentí un poco alegre... Odio aceptarlo  pero, mantenía la esperanza de ver a Nami después de tanto tiempo.

Aún no podía olvidar a mi Venus a pesar de estar con otro planeta... uno que en verdad me quería.

○○○

Llegando al hotel me preparé, me puse de luto y mi prometido igual. Me había tratado de lo mejor ese día pero me distancie. Había pasado tantas cosas en Japón y recordarlas me habían herido.

Recordaba todo con exactitud.

Sólo quería desaparecer.

Los Risos De Venus.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora