Capítulo III

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Era una tarde lluviosa. Estaba sola en la cafeteria, lo cual era algo increíble porque Cami simpre pero siempre es siempre estaba allí.
Estaba terminando mi almuerzo, cuando vi a una chica rubia, piel blanca, sus labios rojos y sus ojos azúl claro, en resumen era una chica muy hermosa. Me quedé mirándola casi 5 minutos cuando llegó Cami, se acercó a mí y me dijo:
“Ella es Valentina, es la hija de la psicóloga, es la única lesbiana de aquí, y... Como pudiste ver, está buenisima.”
Para ser sincera, me sorprendí con lo que Cami me dijo, quedé en shock como 2 minutos.
No me van a creer pero me la imaginé... Ella y yo, haciendo ya saben que. Me gustan los hombres, pero ella, ella era hermosa, me gustó demasiado, debo admitirlo.
Nos dirigimos donde estaba ella sentada, mi corazón palpitaba a mil y mi cerebro solo pensaba... “Cogetela, cogetela...”
Cuando llegamos Cami se presentó y me presentó a mí. No me presenté adecuadamente, tal y como quería hacerlo.
Después de todo ella estaba... Ufff ni hablar.
—Hola, me llamo Valentina, seguro ya sabias de mi. —
—No, no sabia sobre ti—. Le contesté mintiendo.
—A ok, extraño, sientate, y tú también ammm, ¿como es que te llamas? Espera no me digas. ¡Ah si!, Cami, sientate. —
—Gracias—. Le contestó Cami.
Nos sentamos. Valentina no dejaba de mirarme, me reparaba desde arriba hacia abajo, eso me intimidaba.
—Y... Cuentame Eliza, ¿tienes novio? —. Esa pregunta me tomó por sorpresa.
—No, no tengo—.  Le respondí sonriéndole sin saber el porque de mi sonrisa.
Recordé lo que me dijo Cami: “Ella es la única lesbiana de este lugar”, tal vez eso era lo que me intimidaba.
—Oye Cami, y tú ¿si tienes novio o estas for ever alone? —
—Ammm, si y no. —
— ¿WTF? ; ¿que significa eso? —
—Tengo... Tengo un amigo con derechos, y... Creo que me estoy enamorando de él. —
—Oh, que dilema. —
—Algo así, un dilema delIcioso.—
Nos reímos, parecíamos focas con gripa jajajaja.
— ¿Has tenido alguna experiencia lésbica Eli? —
—Mmm ¿esa peegunta que o que? —
—Solo quiero saberlo. —
—No, no la he tenido. —
—Y, ¿te gustaría? —
—No, que asco, solo hombres. — Dijimos en coro.
—Está bien, pero... Cuando quieran, aquí estaré. —
—Amm, esta bien... —
Después de esa terrible y asombrosa escena, fuimos a nuestro dormitorio, el cual estaba un poco desorganizado, como si alguien hubiese buscado algo allí.
Me acerqué a mi cama y vi un pedazo de papel, era una nota.
Asombrada y temerosa la tomé:
“Sé que pasó la otra noche, y vendré por ti, jugaré contigo, aprovecharé tu inocencia”.
Me pareció algo tan específico. ¿Que tipo de asesino serial era ese? Que tipo tan estúpido, a ver, hazlo y ya.
En la noche, al acostarme, sentí unas manos acariciando mi cuerpo, a decir verdad se sintió tan bien, hasta que llegó a mi parte intima, se sintió bien, debo admitirlo, pero recordé la nota, y me levanté asustada, pero...          — ¿Valentina? ; ¿que haces acá? Y... ¿Porque hiciste eso? —
—Sabes que soy lesbiana, al instante en que te vi me pareciste muy atractiva, así que quiero hacerte mía... —
—Pues debo admitir que se sintió rico, pero no me gustan las mujeres... —
—Eso no lo dice tu cuerpo, al emepezar a tocarte, te estremeciste, y... Te mojaste muy rápido. ¿Eres virgen? —
—No claro que no... —
— ¿Segura? —
— ¡Sí, muy segura! —. Respondí enojada.
—No te lo creo, noto tus nervios, estás a punto de sonrojarte—. Tal y como dijo, me sonrojé.
—Está bien, lo soy. —
—Genial, que rico será hacerlo con una virgen.
Oye, ¿invitarías a tu amiga?
Siempre he querido estar en un trio. Así que... ¿Lo harías? —
— ¿Invitarla a que? —
—Que inocente eres Eli, pero pronto dejarás de serlo... —
—Vete. —
— ¿Quieres que me vaya? —. En realidad no quería que se fuera, pero pues no se... Así que le dije:
—Si, ¿no me escuchaste? —
—Volveré, y te haré lo que no esperas, te gustará, y seremos novias. —
—Jajajaja sigue soñando que me acostaré contigo. —
—Quien dijo que te acostarás conmigo, no lo haremos acostadas. —
— ¿Eh? —
—Olvidalo... Hasta mañana. —
—Dime. —
—Me. —
—Dime. —
—Me. —
—Ay, vete a la chingada. —
—Jajajaja me estás excitando... —
—Cállate y vete. —
—Adiós. —

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