Capitulo II

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Jefatura de Policia:

—Detective, ¿cree usted que por alguna razón él estuviese aquí entre nosotros? —
—Lo creo. —
Todos desconfiados sacaron sus armas y se apuntaron.
Al ver tal reacción el detective dijo: “¿Creen que así lo encontraremos?, desconfiando de nosotros mismos que somos la  representación de la ley, a ver que les pasa caballeros.”
En un abrir y cerrar de ojos todos guardaron sus armas y se sentaron a seguir con su trabajo.
El detective pensó en voz alta:
“Dios, si esto es la ley prefiero ser corrupto.” Y se rió...
—Bien muchachos ahora iré a cagar, alguien que me lleve el papel por favor. —
Al escucharlo, todos asqueados, dijeron en coro:
“Caiu... Que asqueroso detective, vaya, no tenía que darnos tanto detalle.”
El detective se rió y se fue a hacer lo suyo.

PSIQUIÁTRICO:

—Dr, ¿acá es? —. Pregunté impresionada.
—Si Señorita—. Respondió él moviendo sus cejas simultáneamente.
El psiquiátrico estaba ubicado en una calle muy vacía y oscura, creo yo peligrosa, y... El edifico no se veía en un estado adecuado como para las personas dementes que habitaban el lugar, así que dudosa le pregunté:
—Pero Dr, ¿no cree que un lugar con tan altas necesidades, es decir, acá habitan personas dementes, locas, asesinas, y el edificio está casi destrozado, no está en aptas condiciones para ese tipo de personas? —
Él me contestó:
—Eliza, nunca juzgues un libro por su portada. Aparte, todos tenemos un lado oscuro, es solo que a diferencia de ellos, nosotros la sabemos controlar, somos iguales, así que no digas:   “Locos; asesinos; dementes”—
Confundida le pregunté:
— ¿A que se refiere? —
—Bueno, cosas o personas pueden lucir malas o feas en el exterior, muchas veces suelen ser bellísimas en su interior, pero en el caso de las personas, cuando las conoces te pueden sorprender, y en el caso de edificios por ejemplo, puede ser muchísimo mejor por dentro. —
—Así que el psiquiátrico es lindo por dentro ¿no? —
—Eso tendrás que averiguarlo tú misma. —
—Que malo eres. —
—Jajajaja lo ves, lindo por fuera malo por dentro jajajaja. —
—Jajajaja okay... Extraño... —
— ¿Que dijiste? —
—Ah, no nada, olvidalo—. Sonreí maliciosamente.
—Jajaja imagínate Eliza, si así soy yo que soy el psiquiatra, ¿como serán los que viven allí? —
Al entrar, me dí cuenta que el Dr tenía la razón, su interior era bellísimo, pero no quise darle crédito. Así que le dije:
—Esto está igual. —
Se acercó, me miró a los ojos muy profundamente y me preguntó:
— ¿Segura?, o tal vez ¿no será que no quieres admitir que tenía razón? —
Sorprendida pensé:
“Mierda también lee mentes, wow.”
Y enseguida le respondí:
— ¿Admitir?. Pero si no tenías razón. —
—Aja, si claro, como digas. Haré de cuenta que te creo—. Me respondió sarcásticamente. Sonreí...
—Bueno Eliza mira, esta es tu habitación. —
—Está bien Doc, gracias. — Respondí amablemente.
Al entrar, vi una mujer morena, muy linda, pelinegra, tenía el cabello un poco desorganizado, así que lo mal pensé: “Seguro le dieron muy duro anoche”. Me reí alocadamente.
Al instante ella volteó y me dijo sonriendo:
— ¿Que te causa tanta risa eh? —
—Oh no, nada, lo siento. —
—Jajajaja no, lo siento yo, no pretendía asustarte. —
—No lo hiciste. —
—Sabes que sí. —
—Solo un potito. —
— ¿Potito? —
—Poquito, es solo que a veces me gusta hablar así. —
-—Aaah ok, yo que pensaba que era la más psicópata del mundo. Por lo que veo eres un poco, o mas adecuado, bien rarita, y... ¿Como te llamas? —. Me preguntó sonriendo.
—Mi nombre es Eliza ¿Y el tuyo es...? —
—Camila. Pero puedes decirme Cami, mis amigos me llaman así porque me quieren, tú también lo harás. —
—Está bien Cami. y... Jajaja eso ya lo veremos—. Se me fue el temor hacia ella y entré.
El cuarto era de color... ¿Rosa?. Esperaba un negro o algo así todo sad. Había 2 camas, un espejo, un baño, y una ventana cerrada, sellada y con barrotes afuera. Definitivamente esto sí era seguro.
—Bonito ¿verdad? —. Me interrumpió Cami.
—Amm sí, está lindo. —
—No me lograste convencer, dime que tiene de malo y tú lo arreglarás, el cuarto es de ambas asi que entre las dos decidiremos como se verá nuestro cuarto—. Esa actitud me sorprendió. Esperaba una puñalada o algo así...
—Bueno... En lo personal odio el rosa, y... Podríamos no se... Colocar algunas fotografías o stickers para que no se vea tan pelada la pared. —
—Amm sobre el rosa, yo lo amo, así que haremos esto, mi lado de la pared será rosa, y tu lado lo pintarás a tu manera, y... Stickers, depende de que tipo de stickers, si son de hombres desnudos, ¡de una!, o algo como la mansión playgirl. —
—Okay... Y, ¿existe una mansión playgirl? —
—No, pero haremos como si existiera—. Me dijo con una sonrisa pervertida. Me reí hasta mas no poder...
—Tienes sentido del humor—. Le dije sintiéndole.
—Gracias, me vas a hacer sonrojar—. Me dijo bromeando.
— ¿Qué te parece si vamos a dar un recorrido para que conozcas un poco mas el lugar? —
—Claro, me encantaría. —
Salimos del cuarto y, al primer lugar al que me llevó fue... ¿La cafetería? En ese momento me dí cuenta que le gustaba comer, bastante...
Sin darme cuenta, ya no estaba al lado mio. ¿WTF?.
Estaba pidiendo un sándwich con chocolate caliente. Al verla sonrei y me dije:
“Que linda como me trae algo para comer... Awww morí... "
Al ella llegar donde estaba yo, dijo:
— ¿Seguimos? —
Y le dió un sorbo al chocolate y una mordida al sándwich. Eso me dolió en el cora. Quedé unos segundos en silencio y le contesté:
—Sí, está bien. —
— ¿Te pasa algo? —
—No, tranquila, vamos—. Mentí.
Como les dije, ya mi vida entera se estaba convirtiendo en una mentira.
Luego fuimos a visitar a unas amigas de ella.
—Hola Cami ¿como estás? —
—Muy bien ¿y tú? —
—De maravilla, ya he mejorado con respecto al orden. —
— ¿De verdad? Wow te felicito amiga. —
—Gracias... Oye y... ¿Quién es ella? —
—Oh, lo siento, ella es Eliza, recién llegada, carne fresca. —
—Eliza ella es mi mejor amiga Carmen, y ella es mi amiga Samanta. —
—Un placer conocerte Eliza—. Se presentó Samanta dándome un beso en la mejilla.
—Hola Eliza, como ya sabes me llamo Carmen, soy la mejor amiga de Cami. Así que... Si quieres ser su mejor amiga, tendrás que pasar sobre mi cadáver—. Me estiró la mano.
Sonriendo le dije:
—Jajajaja no tienes nada de que preocuparte. —
Nos despedimos y nos dirigimos a las duchas, Cami me explicó donde estaba el jabón, la toalla, y como se cerraba la llave, lo cual era algo complicado porque yo soy muy chiquita y... La llave estaba alta, así que me tocaría pedir ayuda a otra mujer cuando la fuese a cerrar.
Después volvimos a los dormitorios, estaba algo cansada así que me acosté en la cama inferior, y me dormí, rápidamente me profundicé.

“Asesino”; “violador”. Esas eran las palabras que aparecían en mi sueño. Sentí como mi cuerpo temblaba y oía llantos por toda la casa, era mi madre, estaba rogando por su vida.
Al despertar, estaba bañada en sudor, temblorosa, y asustada, pero... No logré ver al asesino, y tampoco logré recordar cuál sueño tuve. A mi lado estaba Cami, estaba asustada. Y sin esperar a que me levantara de la cama me preguntó:
—Soñaste con esa escena, ¿verdad? —
No recordaba absolutamente nada así que le dije:
—La verdad no, sé que tuve mucho susto, bastante temor pero no logro recordar que sueño fue—. Mentí, lo soñé, sé que fue, pero no logré reconocer nada así que le mentí, aunque no quería hacerlo, me tocaba.
—Y, ¿como sabes de ello si no te lo he platicado? —
—Bueno, es que el Dr me contó para ver si te podía ayudar. —
—Ammm ok—. Sentí un olor a mentira, pero decidí ignorarlo, aún sabiendo que los Docs no pueden divulgar información de sus pacientes, de igual manera, aún no tenía razones para desconfiar de ella.
¿Y si el asesino no era un él?; ¿y si fuese una mujer la causante de todo? Me entró otra duda de tantas a mi cabeza.
Recordé:
“No confíes en nadie, o al menos no por ahora”, recordé esas palabras, pero no veía nada malo en Cami ni en sus amigas.

NOTA DEL AUTOR:
Está súper ¿verdad? Cada vez Eliza intenta recordar quién fue el causante de su dolor, pero... No lo ha logrado hasta ahora. Si les ha gustado, no olviden votar. Feliz semana para todos, aunque para mí no lo sea.😰😭😭

INFIERNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora