Después de tan inesperado suceso, me dirigí donde mi Dr, quería respuestas. Y pronto.
— ¿Dr? ; ¿esta ahí? —. Hablé a su consultorio.
—Si, sigue Eli, te estaba esperando—. Eso me atemorizó, ¿te estaba esperando? ; ¿me vigila? Claro, es mi doc, obviamente me debe vigilar muchísimo. Pasé.
—Hola Dr, vengo par... —. Me interrumpió.
—Sé para que vienes Eli. —
— ¿Ah sí!? A ver, ¿para que vengo? —
—Vienes a preguntar sobre las chicas que conociste—. Khomo Raios Lo Zupo.
—Ammm... —. Me puse nerviosa.
—Eli, porque no más bien te preocupas por conocer más sobre esa noche. Tú no recuerdas al asesino, así que él ya podría estar acá, cerca de ti, atemorizándote, aprovechándose de tí y tu carencia de recuerdos, de memoria, eso le da satisfacción y libertad de destrozarte interiormente—. Vaya, esas palabras se oían tan seguras, como si él supiera algo.
—Pues... —. No supe que decir. Salí.
Me dirigía a mi dormitorio, cuando me encontré a la hermosa Vale.
— ¿Para donde vas? Te noto un poco asustada. —
—A mi cuarto. —
— ¿Te puedo acompañar? —
— ¡No! —. Creo que ese grito se escuchó a una milla del psiquiátrico.
—Oh, tranquila, calmate, lo siento, está bien no iré. —
—Lo siento, no quise... —
—Tranquila, te entiendo. —
Quería alejarme de ella, no quería caer de nuevo en su sexy cuerpo, en sus ricos labios, en sus garras.
Seguí mi camino hacia el dormitorio, cuando me gruñó el marranito que llevo en mi estómago. Yo lo llamaba “hambre”. Suspendí el cansancio junto al sueño que tenía y fui a la cafetería, ordené un milito y una rosca. Cuando me lo estaba dando la señora de la cafetería, noté un tatuaje, algo extraño.
“Kill them” decía.
“¿Por qué haces esto? ; ¿que te hice yo o que te hizo mi familia?” Recordé una voz.
“Tu familia... Montón de inútiles, abrieron su boca. Les advertí y al parecer creyeron que era un juego”
Era una voz femenina. No era él, ¡era ella!. Pero ¿por qué al ver ese tatuaje recordé un poco? ; ¿era ella?.
—Eli, toma, no que querías esto, o ¿me equivoqué de orden? —. Eso me sacó de mis pensamientos.
—No, si, digo... No, esto si es mío, gracias. —
—Mm okay, está bien, con gusto. Oye, ¿por qué veías tanto mi tatuaje? —
— ¿Eh? Mm no, solo que está... Está chido—. Responde rápidamente.
—Ah vale, pues gracias, me lo mandé a hacer cuando maté a mis hijos, él se llamaba Daniel y ella se llamaba Christin. —
—Wow, ¿mataste a tus hijos? ; ¿por qué? —
—Los tuve erróneamente, yo no quería tenerlos, pero llegaron.
Decidí no abortar, creí que iba a ser capaz de sostenernos, pero... Me equivoqué, toda mi vida hecha una nada en 3 meses, todo por ellos. Ya 7 años después, daba todo por ellos. Hasta el momento en que llegó su Padre a llevárselos. Como es obvio, yo no quería que se los llevara, ellos estaban conmigo o con nadie más, él nunca estuvo alli para ellos y ahora ¿se los quiere llevar?. No podía permitirlo.
Simple, los asesiné, y ahora estoy acá. —
— ¿Y no te arrepientes? —
—Si, cada maldito segundo, pero ya lo hecho, hecho está. —
— ¿No crees que debiste mejor asesinarlo a él en vez de a tus hijos? —
—Por supuesto que lo creo, pero, en ese momento... No pensé más que “ellos son míos” —
—Vaya, pues gracias por tener la confianza de contarme. —
— ¿Confianza? No te lo conté por eso, ella me pidió que te contara mi trágica historia para causarte temor. —
— ¿Ella? ; ¿quien? —
—Sabes muy bien de quien estoy hablando—. Eso me dejó helada.
— ¿Tú la conoces? —
—No, ella solo me dejó una nota en mi cuarto diciéndome que lo hiciera, y ya lo hice. Solo si creo que te puedo decir esto: Ella está muy cerca de ti, no confíes en nadie, “el lobo se viste como oveja para llegar más fácilmente a sus presas”
—Está bien... Gracias, creo. —
Al verla directamente a los ojos, me llegó otro recuerdo, creo que estaba progresando:
El cuchillo en mi mano.
“¿Por qué esa noche yo tenía un cuchillo en la mano? ; ¿yo lo hice y no lo recuerdo? ; ¿ella trató de inculparme? ”
Salí rápidamente de la cafetería y fuí donde el Dr.
—Doc, ¿está ahí? —
—Si, sigue. —
Al entrar, noté que tenia una bata diferente a la de ahora rato.
—Emmm Dr, ¿se cambió la bata? ; ¿por que? ; ¿para que? —
—No, todo el día he estado con ésta bata, ¿por qué lo preguntas? —
—Por nada, olvidelo. Y, ¿donde estuvo hace quince minutos? —
— ¿Por qué haces tantas preguntas Eli? —
—Y usted ¿por qué trata de evadirlas? —
—Estuve en el tercer piso donde el Dr Alfonso. Creemos que hay una manera de hacerte recordar, pero es algo doloroso, no físicamente, sino psicológicamente, emocionalmente. Ahora si me puedes decir ¿por qué tantos interrogantes? —
—Bueno, es que hace un rato, casi 15 minutos, vine a su oficina, usted me contestó, pasé y usted se portó extraño. Me dijo: “Te estaba esperando” y dijo mi nombre. Pero con lo que usted me dice, no fue usted, o bueno, si se veía como usted pero con lo que me dice me doy cuenta que no era usted, digo, se veía y sonaba como usted pero no era usted—. No sabía como explicarlo, me asusté aun más.
— ¿Que? Con eso no se juega Eli, ¿estás segura de eso? —
—Más de lo que usted cree, no estoy mintiendo. —
Al decir eso, pude notar que le infrigi temor al pobre Doctorcito.
—Acompañame—. El Dr me tomó del brazo y me llevó al tercer piso, donde hay muchísima mas seguridad, bastante...
Mientras subía por la escala, noté un aroma a carne podrida, escuchaba voces, y en cada escalón, sentía como si hubiese algo debajo de él, algo caliente.
Corríamos como dos locos empedernidos.
Al llegar al tercer piso, observé que todas las puertas estaban muy aseguradas, unas de 3, otras de 4 y una de 5 chapas.
— ¡Doc! Tengo miedo. —
—No debes tenerlo, hemos contratado más guardias armados y listos para disparar, estarás segura. O eso creo—. Susurró.
—Está bien, confiaré en ustedes. —
Al atravesar el pasillo, había un camino hacia la derecha y otro hacia la izquierda. Fuimos por el lado derecho, no había nada, excepto por una puerta que había al fondo del pasillo.
—Allí es donde vamos Eli. Ese cuarto se podría decir que es el peor del psiquiátrico. Acá traemos a los pacientes en peligro, sea que ellos mismos se lo hagan u otra persona. —
— ¿Así que éste será mi nuevo dormitorio? —
—Sí Eli, no tendrás compañera, pero si compañía, dos guardias que te vigilarán, te cuidarán hasta en la ducha, excepto cuando tú digas que estarás bien, ellos se alejaran como para darte tu espacio, pero debes procurar tenerlos cerca, es más seguro. —
—Está bien doc—. Entré al cuarto, era lindo sí, pero me hacia sentir sola, era lo que menos necesitaba ahora, ese sentimiento que me recordara mis pérdidas. No pude evitar llorar. Unas lágrimas rodaron por mis mejillas, tenia un nudo en la garganta, nada me hacía parar de llorar hasta que llegó uno de los guardias, él era un chico muy lindo, tenia ojos café claro, su piel blanca tipo vampiresa, sus labios rojos como la sangre, y ni hablar de su cuerpo, era muy sexy, su cuerpo estaba muy bien formado. Al verlo, paré de llorar, sentí un tipo de alivio, ni idea de por qué, si era una persona que no conocía, y sentirme segura, era extraño, aunque fuese un guardia, nunca había sentido confianza tan grande con una persona, o mejor dicho, con un hombre en tan poco tiempo.
—Desahogate, es la mejor manera de librarte de tus demonios, de sacar tus sentimientos comprimidos, sin importar el dolor que te este causando, debes soportarlo, ese dolor durará poco, pero... Si permites que se aferre a ti, será un dolor, un sufrimiento que perdurará en tí, crecerá, y tal vez llegue a matarte. No te aferres a lo imposible, solo deja que todo fluya a su manera, te aseguro que sera mas difícil, pero es lo mejor. —
— ¿Por qué me estás diciendo todo esto? —. Me quedé viéndole.
—Solo quiero que reacciones, que abras tus ojos, que dejes de suprimir tus sentimientos. Eso es mucho más malo que cortarte o intentarte suicidar, te lo digo por experiencia. —
— ¿Experiencia? —. Sonreí.
—Cuentame, ¿que te sucedió? —
—Es una historia muy larga, además, tú y yo no tenemos la suficiente confianza para hablar de mi vida personal. —
— Y quien dijo que no confío en tí, no me has dado razones para desconfiar de ti. —
—Pero tampoco me conoces, así que no tienes razones para confiar. —
—Buen punto, pero... Deduzco, si me quisieras hacer daño, ya lo hubieses hecho ¿no? —
—Tal vez si quiera hacerte daño pero, no ahora, sino en su momento. —
—Vaya... —
—Solo bromeaba, estoy aquí para cuidarte Eli. —
—¡Ja! gané—. Nos reímos.
Noté que tenia una sonrisa hermosa.
—Bueno, te dejo, debo ir a continuar trabajando, pero nos veremos muy pronto, de eso puedes estar completamente segura—. Eso me dejó anciosa, él me gustó, era increíble.
Una hora después, me sentía agotada, quería dormir. Claro yo iba directo a dormir, cuando sucedió todo eso y pues no pude dormir. Así que... Me acosté, la cama era más suave que la de mi anterior dormitorio.
En segundos me dormí, me profundice.
Estaba en la carretera, estaba corriendo y gritando simultáneamente.
“No corras Eli, sabes que te encontraré Eli, de nada vale correr Eli”
En cada frase, usaba mi nombre, de nuevo esa voz femenina atemorizante. Intenté escapar, pero no lo logré. Todo era tan confuso, ella estaba encapuchada, no dejaba que la reconociera, los ojos eran negros, un negro que podría hacer atemorizar a cualquiera.
—No, no me hagas nada—. Corría sin mirar atrás. Tropecé.
— ¿Que te dije Eli? Puedes correr, pero no esconderte Eli. —
— ¿Quien eres? —
— ¿No crees que sería un error responderte esa pregunta? —
—Entonces, dime, ¿por qué mataste a mi familia? —
—Vaya, esperaba algo como: “No te delataré” Esperaba que me mintieras, pero no lo hiciste.
Bien. Ellos y yo teníamos un trato, Eli, tú y yo somos de la misma sangre, tú eres mi hermana Eli. Ellos te alejaron de mí porque creían que podría ser una mala influencia para tí Eli, pero tú no crees eso ¿verdad? —. Pausó.
— ¿Cierto Eli? —. Me asusté, estaba pensando que decirle para que no me matara, pero decidí decirle la verdad.
—Sí, si lo creo. —
—Y ¿por qué crees eso hermanita? ; ¿te he dado motivos?. No lo creo, simplemente no quise seguir permitiendo que me separaran de mi hermanita menor, me cansé de estar lejos de tí. Y como ellos no me dejarían acercarme a tí ni con el viento de la Rosa de Guadalupe, pues tuve que eliminarlos. —
— ¿Que? ; ¿estás tratando de justificar lo que hiciste?. Según lo que me dices, por si no te has dado cuenta mataste también a tus Padres. —
—Eli, tú no los conocías realmente, no sabes lo que me hicieron, así que hermanita te pido el favor que no me juzgues. —
—No te estoy juzgando “hermanita” —. Fuí tan sarcástica.
—Solo estoy haciendo que recapacites, que te des cuenta de lo que hiciste. —
—Hermanita, te tengo una terrible noticia, debido a que ya sabes mi identidad, debo matarte, porque seguro divulgarás todo—. Me desperté. Como es obvio, no me asesinó, pero lo iba a hacer. Ahora... ¿Por qué no lo hizo? ; ¿que o quien la detuvo?
Noté que estaba toda húmeda, sudorosa, temblando.
¡Toc- Toc! Sonó la puerta. Abrió. Era el Dr.
— ¿Eliza? ; ¿estás bien? —
—Sí, gracias—. Mentí.
—Doc, ¿me podrías hacer un favor? —
—Claro, dime Eli.—
— ¿Podrías llamar al oficial a cargo de ya sabes que? —
—Claro, ya mismo lo llamaré. Y... ¿Podrías decirme por que? —
—Tuve un sueño en el cual pude descifrar otras características de esa persona. —
— ¿Podrías decirme lo que sabes? —
—No. Me dijiste que no confiara en nadie de acá. —
—Pero, si yo te lo dije, ¿por qué no confiar en mí? —
—Llamalo por favor. —
—Está bien, no me digas, pero quiero que sepas que cuando necesites algo, solo oprime el botón rojo que hay al lado de tu cama. —
—Bueno, gracias por entender. —
—Es mi trabajo—. Sonrió.NOTA DEL AUTOR:
Como lo ven hasta ahora ¿eh? Diganme que tal les parece, me encantaría escucharlos. ¿Quien creen que es él o la asesina? 😕
Esta se podría decir que es una corta novela, pero es lo primero que escribo así que... Tenganme paciencia Please.❤❤😊
Y por cierto, que tengan un lindo día, linda semana, lindo mes.👼💑🙌
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INFIERNO
Teen FictionEn solo un día mi mundo se arruinó, mi vida se acabó. ¿Por qué a mí? Todo se tornó oscuro, no sabía quién era ni esa persona ni yo, solo sabía que estaba sola ahora, y aunque no quisiera me tocaba aceptarlo, pero... ¿Quién y por qué lo hizo? Dicen...