"TATTOS" Tercera parte.

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—¿Duele mucho? —Lou le pregunto.

—En realidad, no mucho. —Es que era verdad, un tatuaje duele, pero no es un dolor insoportable, además, el hecho de saber que el dolor acabaría en unominutos y que luego tendría su tatuaje por siempre, le subía el ánimo.

Zayn no tardo más de diez minutos, que cuando Harriet miro a su brazo, se dio cuenta de que un pequeño nailon tapaba dos hermosas letras que formabanun ''Hi'' y al lado un corazón.

—Wow.. ¡es precioso! —Hazza estaba tan entusiasmada y contenta, dolió, no mucho, pero dolió, pero ya el dolor había acabado —¡Gracias Zayn! —Se levantó abrazando al primo de su novia mientras Él se reía. 

—No hay porque, pequeña. —dejando un beso casto en su frente, comenzó a guardar sus cosas.

—¿Quieres tomar algo? ¿O ya debes irte? —la voz de Louise había sonado nuevamente en el lugar.

—No prima, debo irme, tengo otro trabajo por hacer, vendré el fin de semana si quieren. —El moreno habia acabado de guardar la máquina, la tinta y todos sus elementos en el maletín.

—¡Claro que sí! Trae películas, siempre amo tus películas —Harriet sonaba tan feliz, mientras terminaba de observar a Zayn para observar a su nuevo tatuaje.

—Jajaja, lo hare pequeña, lo hare. Cuídense mucho, cualquier cosa solo es un llamado, Louise. —Le dijo a su prima, mientras esta movía la cabeza en forma de afirmación.

Zayn se despidió de las dos muchachas y cuando la puerta sonó demostrando que ya había partido, Harriet volvió a hablar.

—¡Son preciosos Lou! —Louise sonrió por el hecho de saber que su novia estaba contenta.

—Si bebe, si lo son. —Se acercó a su novia y la tomo de la mano para llevarla al sofá. Se acomodaron juntas, y entre besos, mimos, caricias y una película infantil que estaban dando, la cual era la preferida de Harriet (Tinker Bell), Harriet sequedó dormida.

Amaneció y Harriet no recordaba como había llegado a la cama, seguro Louise la había cargado hasta ella. Tanteo el otro lado de la cama y se dio cuenta de que estaba vacía. Se acarició los ojos sacando cualquier rastro de lagaña, dio un bostezo y se colocó las pantuflas, yendo en busca de su amante.

Louise venía subiendo las escaleras con una bandeja de desayuno, y cuando estaba por abrir la puerta de la habitación se choca sin querer con Harriet.

—Oops! —dijo Harriet, viendo como un poco de café con leche caía en la bandeja.

—Hola, bebe. —le dijo Louise. Sonrieron al mismo tiempo porque las mismas palabras, sacando él bebe, se habían dicho aquella vez que se conocieron, y que ahora llevaban escritas en su piel de por vida. —¿Cómo dormiste pequeña?

Entraron a la habitación nuevamente y se acomodaron en la cama para disfrutar del café que Louise había preparado junto con las tostadas.

—Pues, de maravilla. —respondió sonriéndole. —¿Y tú?

—Perfecto porque dormí al lado de la mujer más dulce y hermosa del planeta.

—Era imposible que Hazza no se sonrojara cuando su novia le decía cosas así, y el hecho de que sus hoyuelos se marcaran hacían que Lou quisiera comérsela a besos. —¿Te duele? —le pregunto, señalando su brazo.

—No amor, tengo que curármelo ¿cierto? —Cierto, tendría que haberlo hecho ayer, pero no creo que pasase algo.

—Ajammm —Louise junto sus labios mientras terminaba de responderle — Pero luego te ayudare a hacer eso. Ven aquí. —le dijo abriendo sus brazos, para que Harriet se abrazara a ella mientras seguían sentadas.

—Te amo. —Sonaba tan sincera, sonaban tan reales sus 'te amo'.

—Yo más pequeña. —Le respondió de la misma manera Louise, mientras sellaron sus labios en un beso tierno, probando el sabor a mermelada de frambuesa que tenían sus bocas. Se amaban y mucho, de eso no había duda.

Lo que menos se imaginaban, era que del otro lado del mundo dos chicos, con sus mismas personalidadesSe estaban conociendo de la misma manera que ellas lo hicieron..

—Oops! —le dijo aquel joven de ojos esmeraldas a un chico alto como el, que tenía algunos tatuajes en su cuerpo y estaba vestido de negro. Se lo había chocado sin querer mientras salía del baño de su colegio.

—Hola! —le respondió aquel ojiazul, su voz chillona le había llamado la atención, pues para tener como seis tatuajes en su cuerpo y estar vestido como un rockero, esa voz era muy tierna, por así decirlo. 

Historias de Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora