Prólogo

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Se supone que la vida tiene etapas, las cuales realmente me parecen ridículas, asique las enumeré de la forma en que yo lo veo.

La primera.

Es la etapa en que nacemos, la etapa del bebé, donde somos libres y no lo sabemos.

En esta etapa somos débiles e indefensos, pero con una capacidad inverosímil para sentir amor y confianza, ya sea por las cosas o por alguien.

Cuando ganas los cinco años de vida, comienza la etapa segunda.

Esta es la etapa en que aprendes sobre el odio, si bien no eres un loco antisocial que sueña con matar a todos con una sobredosis con tus dulces escondidos bajo la cama, comprendes la diferencia entre la paz y la discordia. Un juguete negado puede despertar en ti por vez primera el irritante sentimiento de impotencia, el cual no es bueno.

Si eres niña y llega un momento en el que te sientes fea sin razón alguna, si eres niño y tu apariencia comienza a importarte, entonces llegaste a la etapa tercera, la adolescencia.

No es que sea una terrible etapa, pero sí es odiada por el noventa y ocho por ciento de la sociedad juvenil.

Si al igual que yo, comienzas o sigues en ésta etapa, relájate porque dura hasta los dieciocho años.

No es que no sea divertida, pero en ésta etapa ya tienes un alto conocimiento acerca del bien y el mal, asique debes elegir cuál camino seguir.

Es lamentable, muchos son los que escogen el mal.

Yo escogí el bien aunque la imperfección es factor clave en ésta etapa y se cometen errores.

Más que cualquier otra cosa, escogí amar y confiar como cuando era bebé, pero descubrí como efecto que en el amor también existe la paz y la discordia.

Hasta aquí llegue con las etapas, no quiero seguir contándolas por el hecho de que aún no las he vivido todas, las desconozco y siendo sincera, no me agrada hablar de cosas que no he experimentado.

Hablaré de algo diferente a nuestro tema anterior, comenzaré por lo malo, aquello que nadie quiere oír o vivir, pero si no hay algo malo, ¿cómo podría haber algo bueno?

Considéralo como una ley de vida, yo lo hago así.

Mi Tercera EtapaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora