Capítulo XXIV

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-Mia papi, ua estata (Mira papi, una estatua)- Exclama el niño cuando salen del pasillo y se encuentran en el vestíbulo del ministerio.

-Si Scorpius, una estatua- Le corrige Draco tomando de nuevo la mano que el niño le había soltado por andar señalando.

La bruja los llevo a los tres por el medio del mar de gente que había y pronto todos comenzaron a parar y mirarlos fijamente cuando reconocieron al rubio. Algunos hasta señalaban abiertamente a Scorpius y otros no podían cerrar la boca ante la vista del niño

-¿A one amos papi? (¿A dónde vamos papi?)- Pregunta Scorpius cuando finalmente llegan al área de ascensores.

-Vamos a...- Comienza a decir el rubio alzando al niño, ya que este le había estirando los brazos esperando que lo alce, incomodo ante tanta gente observándolo.

-Vamos a conocer a unas personas- Le interrumpe la bruja abriendo la puerta de un ascensor y entrando en él -Hay algunas personas que quieren conocerte- Agrega cerrando la puerta una vez que los cuatros estaban adentro.

-¿Po te? (¿Por qué?)- Pregunta el niño frunciendo el ceño.

-Porque si- Dice la bruja apretando uno de los botones en el panel de control.

-Po te chi no e ua epesta (Porque si no es una respuesta)- Dice el niño haciendo puchero mientras fruncía más el ceño.

Draco intento disimular su sonrisa cuando la bruja se da vuelta para ver al niño. Solo alguien que conocía bien a su hijo sabría que a Scorpius no le había caído muy bien la Señorita López, su niño era muy simpático y dado con los extraños, sin embargo no quiso darle la mano cuando esta le saludo, luego Draco tuvo que decirle que la siguiera para hacer que el niño comenzara a andar y ahora le replicaba la contestación.

-¿Cuántos años tiene?- Pregunta la bruja mirando a Draco.

-Dos años y siete meses- Responde Draco separando un poco las piernas para tener un mejor soporte cuando el ascensor empezó a andar.

Scorpius parece asustado por los bruscos movimientos del ascensor, por lo que Draco trata de tranquilizarlo frotándole la espalda y diciéndola que todo está bien. Por suerte el viaje fue corto y pronto estuvieron saliendo del ascensor.

-Mia papi, patatitos (Mira papi, pajaritos)- Dice contento Scropius viendo como varias especies de aviones de papel pasaban volando por encima de sus cabezas.

-Por aquí- Dice la bruja comenzando a caminar hacia un costado.

Pronto volvieron a estar en otro pasillo, aunque este era diferente. Era corto y contaba con 2 habitaciones de cada lado, cada una tenía una gran vitrina de vidrio que les permitía a las personas observar lo que pasaba dentro. La VIM los llevo hasta una de las habitaciones del fondo y les abrió la puerta invitándolos a entrar.

Scorpius enseguida quiso bajar de los brazos de su padre cuando vio el interior de la habitación. Era una sala espaciosa y estaba pintada de un manzana claro que le daba mucha luminosidad, en las paredes se podían ver diferentes fotos de animales y dibujos. Contra la pared del fondo había un librero con muchos libros y a un lado se veía un cofre abierto con varios peluches y juguetes dentro, también había una mesita baja en el centro de la habitación con varias sillitas a su alrededor y por todo el piso se veían diferente alfombras con números y letras.

-Muy bien- Dice la bruja que aun se encontraba en la puerta -Esperen aquí-

-Mia papi, ua tetora agon (Mira papi, una señora dragón)- Dice Scorpius yendo hacia el cofre y sacando un dragos violeta con un moño rosa alrededor del cuello.

Nosotros también tendremos nuestra historia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora