Blanco como la nieve

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La otra noche había nevado mucho en todo Londres y a pesar de que en Watford pudieron alejar la mayor parte de la tormenta muchas partes quedaron congeladas, incluso el puente levadizo así que los pocos profesores que pudieron llegar, ni con toda la magia de sus varitas pudieron entrar, por lo que los alumnos podrían quedarse en sus habitaciones y solo bajar al comedor en los horarios de comida.

-Son patrañas Snow, todos los días son helados en Londres, esto es una conspiración.

-Pero no como este, ni siquiera pudieron bajar el puente, no es una conspiración, son eventos de la naturaleza, totalmente normales.

-No quiero quedarme aquí todo el día contigo.

-¿La escuela se congela y eso es lo único que te importa? Puedes ir al comedor o a la biblioteca.

-En el comedor siempre hay mucho ruido y la biblioteca siempre esta helando.

-Eres un vampiro, como si pudieras sentir el frío.

-¡No soy un vampiro!

-Seguro que no.

-Deja de burlarte.

-Deja de mentir.

-Eres insufrible Snow.

Simon ni siquiera se dio tiempo a responderle, se fue muy digno a desayunar al comedor y así transcurrió el día, Simon en el comedor con Penny y Baz solo y olvidado en su habitación.

💫💫💫

-¿Baz? ¿Baz? ¿Estas dormido?

No obtuvo respuesta, este era su momento, probaría de una vez por todas que Basilton Pitch era un vampiro.

-Gatito gatito enséñame los colmillos... Tal vez no debería probar mis hechizo en Baz, no funcionan Debe de haber otra manera
Simon levanto levemente en labio de Baz en busca de colmillos pero solo encontró unos blancos y perfectos dientes.

-¿Qué mas tienen los vampiros? Colmillos, Marcas de colmi... ¡Eso es!
Simon movió levemente el cabello de Baz enroscado alrededor de su cuello pero no encontró nada, que frío estaba.

-Tal vez no sea un vampiro de verdad, pero no puede ser, tiene que serlo,m ¡Ya se!

Simon se subió a la cama de Baz, más específicamente sobre él, la cama no era muy grande como para que pudieran caber los dos, acomodado alrededor de sus piernas  se quito del cuello la cruz que Agatha le había dado y con la punta se hizo un corte en el dedo .

-Con esto bastara - Simon abrió la boca de Baz y puso su dedo sangrante en ella sin una reacción aparente de parte de Baz. Simon saco su dedo y lo apretó para que saliera más sangre y se inclino mas para poder tener mejor alcance.

-¡Snow que haces! - Baz por fin se despertó, y al hacerlo no supo que pensar, aunque la idea de que Simon Snow estuviera sobre él le daba algunas ideas

-Pruebo que eres un vampiro.

-¿Y por eso estas encima de mi?

-Era solo para meterte mi dedo en la boca.

-¿Escuchas como suena eso?

-No es lo que parece.

-¿Entonces qué es?

-Mira, es mi dedo, quería demostrar que eras un vampiro dándote de mi sangre.

-O querías violarme...

-Ahora ¿escuchas tú lo que estas diciendo?

-Pues eso parecía ¿al menos tenias las manos limpias?

-Lo siento Baz.

Después de eso Baz se llevo el dedo de Simon a la boca y chupo la sangre que salía de él.

-¿Qué haces?

-¿Qué no es obvio? Si de todos modos me ibas a dar tu sangre no voy a desperdiciarla.

-Si eres un vampiro.

-Tu eres el experto.

-Lo sabia, Baz no lo hagas tan fuerte, duele.

-Solo así va a parar el sangrado.

Simon no entendía porque pero lo que hacia Baz le gustaba, lo relajaba en cierto punto, le causaba...

-¿Eso es todo o tienes otra cosa...?

-¿Ah?

-Ya termine ¿Tienes algo mas?

-¿Qué?

-Creo que chupe sangre de mas, te afecto al cerebro.

-No, no, estoy bien.

-Ah, ya vi cual es el problema, parece que no te afectó, de hecho te gustó.

-¿De qué hablas?

-De el problema en tus pantalones.

-Déjame en paz, aveces pasa.

-Lo se, soy irresistible.

-¡No contigo!

-Si quieres te ayudo.

-No, y ya déjame ir.

-Yo no te estoy deteniendo.

-Agh ¡engreído!

-Ven Snow, no te voy a morder... a menos que tu me lo pidas.

-¿Qué vas a hacer?

-Por lo mientras te voy a besar.

Cuando dijo eso ni siquiera pensé en resistirme, solamente me deje llevar, llevaba mucho tiempo evitándolo cuando en el fondo sentía que lo necesitaba.
Nunca había besado a ningún vampiro, es más, ni siquiera a un chico pero daba igual, me gustaba y no solo porque Baz era guapo, muy guapo y olía muy bien, a cedro y lavanda, ni por su palidez como la nieve, si no porque lo que Baz hacia no lo había experimentado con nadie.

-¿Ya habías hecho esto antes?

-En mi imaginación.

-¿Conmigo?

-Sí, Simon contigo, ahora déjame hacerlo realidad.

-¿Estas jugando?

-¿Te parece que estoy jugando?

-Perdón, estoy nervioso.

-Y excitado.

-Aquí esta la marca, con razón no podía verla, estaba bajo tu camisa.

-Así que estuviste toqueteándome.

-No, solo busque en tu cuello la marca de colmillos de vampiro.

-Si, claro, como si te fuera a creer.

-Baz espera ¿Y si alguien viene?

-No va a venir nadie, además tenemos toda la noche, después de todo dicen que hoy va a haber otra tormenta de nieve.

Between the shadow and the soul  Simon y Baz one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora