Take my breath away. (Kanato Sakamaki y Tú) [Corrigiendo]

4. Kisses. (Reescrito.)

Narra ____;;

-¡N-No! ¿¡P-Por favor te lo suplico!? ¿¡Ayuda!? ¡Saquenme de aquí por favor! ¿¡Ayu....-Mi boca fue cubierta con una tela que me obligó a morder, haciendo de mis lamentos simples balbuceos junto a mis lágrimas.

-Muñeca ruidosa, esto te va a encantar....-

Jamás, ni en mis más retorcidos sueños me imaginé que esto estaría pasandome, era tan macabro, sus ojos solo reflejaban maldad pura, tan cruel que me hacía temblar, pero yo no era asi, nunca fui asi y ahora, parecierta que tiene todo el control sobre mis acciones, sobre mi cuerpo, sobre mi sentir.

-Mira muñeca, ¿ves esto de aquí?-Mencionó divertido meneando su mano de un lado a otro con un trozo largo y grueso de cuerda rodeada de cuero, en primer momento no comprendí, pero luego, con las diversas cosas que he leído y visto, comprendí que era un látigo de sometimiento. -Con ésto te haré disfrutar varias horas...- Acerco su rostro a mi oído y tras un suspiro habló. -Y si haces un solo ruido, te golpeare hasta dejarte inconsciente, preciosa.-

Todos mis bellos se erizaron ante sus belfos pegados a mi oído, el chico era lindo, podía decirse que incluso sexy, ¡lastima que sea un puto psicópata!
Mi respiración comenzó a acelerarse en cuando el látigo tocó una de mis piernas, el chico jugaba con la cuerda rozandola por mi piel, cerré mi ojos y mordí mi labio inferior con fuerza porque en cuanto deje de sentirlo, sabía que ya era el momento.

El látigo aterrizó justo en mi abdomen con una fuerza atroz, que si no fuera porque el chico se ve débil, y sin cuerpo, nunca imaginarías que tendría tal destreza. Mis manos formaron un puño aferrandome a lo que me tenía atada y logré sentir el sabor metálico en mi boca por la sangre que mi labio dejaba salir a causa de mis dientes.

-Mierda, ¡tu sangre no es para desperdiciarla, muñequita tonta!- El psicópata tomó mi rostro y me atreví a abrir los ojos para observarlo, su piel era tan hermosa, se veía suave y aterciopelada, como si fuera una figurita de porcelana que por tocarla se rompería. Su rostro estaba a centímetros del mío cuando su lengua se hizo presente entre mis belfos y los suyos limpiandome la sangre que estaba saliendo. Quizás esta fue la primera vez que mi estúpido corazón, latió por él.

-Kanato...por favor, sacame de aquí..- Susurre aprovechando que estaba cerca de mí y este solo me dio una pequeña y tierna sonrisita que la verdad, no sabía si fiarme de él o no.

-Está bien, los castigos por hoy terminarán solo si prometes que luego serás una buena muñequita para mí, ¿lo serás?- Su lengua volvió a pasearse por mis labios de una manera exquisita, y mierda, no podía concentrarme con tales acciones.

-Lo seré, ¡lo juro!- Su rostro me miró dudoso pero asintió y comenzó a quitar lo que presionaba mis muñecas y tobillos, para dejarme medianamente libre, porque sabía que ya jamás lo sería, no cuando estuviese aquí, al menos la tensión ya estaba terminando, solo debia ser "buena"

-Así me gusta, no es tan difícil, muñeca. Solo debes poner de tu parte y hacerme feliz.- Dijo sonriendome otra vez de esa manera dulce, mis ojos no paraban de observar lo hermoso que podía llegar a ser. Los brazos de Kanato me alzaron estilo princesa y me sacó de esa horrible sala para caminar por el largo pasillo de la mansión, finalmente llegamos a lo que sería su habitación para dejarme recostada en la cama.

-Descansa muñequita.-

-Igualment..- Nuevamente las manos del contrario se apoderaron de mi nuca pero esta vez fue para besarme de una manera necesitada, era lento, pero me cosquilleaba todo con solo sentir sus labios, estaba paralizada, ni siquiera podia moverme entonces se alejó de mí.

-¿No te gustan mis besos? -Pregunto algo amenazador y yo rápidamente asentí para que nada malo ocurriera. -¿¡Entonces respondelo!?

Okey, esa no era la mejor manera de pedirme un beso, pero, al menos era algo, finalmente moví mis labios al compaz de los suyos mientras mis ojos se cerraban con lentitud, luego de unos minutos terminamos separandonos por la falta de aire, simplemente
no sabia como actuar o que decir.

-Duerme, mañana empezaremos el instituto y tienes que descansar, y no te portes mal.- Éste me beso la frente y simplemente se fue, ¡de su habitación! Realmente no esperaba algo más, pero mi cabeza estaba a punto de explotar con todo lo que acababa de suceder.

¡Es que no lo entendía! ¿¡Como mierda podía ser tan cambiante, primero me lleva a su cuarto de torturas y ahora me besa!? Vivir aquí será demasiado complicado y largo para mi gusto, quería salir de aquí ¡pero ya!

Nuevo capítulo reescrito, lamento que sean tan cortos, aunque sin reescribir lo eran aún más. Solo espero que les esté gustando.