Take my breath away. (Kanato Sakamaki y Tú) [Corrigiendo]

8. The Bandage Boy. (Reescrito)

¡Advertencia! El capítulo a continuación puede contener narraciones explicitas sobre abuso físico, lee con responsabilidad.

Narra ____;;

Mis ojos se fueron abriendo poco a poco, sentía mi cabeza dar vueltas, no podía ver nada con claridad solo siluetas y sombras a mi alrededor, un dolor punzante como el infierno me hizo despertar de golpe, instintivamente quise llevar mis manos hacia el origen del dolor, pero no lo logré debido a las cuerdas que se ataban alrededor de mis muñecas y piernas, ¿qué era todo esto? el lugar era realmente frío, mi espalda dolía debido a lo incomodo que era el sitio en el que me encontraba recostada, parecía ser una mesa de metal.

- Puedo ver que finalmente despertaste, muñequita. Sugiero que te prepares mentalmente porque hoy vamos a jugar en grande. -

Mi piel se erizo en cuanto la voz del pelimorado llego a mis oídos, mis ojos se cristalizaron debido al miedo y al dolor en mi abdomen, ¿qué me había hecho? no recuerdo muy bien que fue lo que me hizo quedar inconsciente, realmente no importaba, estaba segura de lo que me deparaba el destino, ¿tenía sentido luchar? ¿podría salir viva de esto? ¡claro que si tonta, tienes que luchar hasta el maldito final! mis brazos y piernas comenzaron a moverse en completa desesperación sin importas si aquellas cuerdas me lastimaban, lo que se venía sería mucho más doloroso que unos cortes.

- ¿¡Suéltame maldito psicópata!? ¿¡te dije que me importa una mierda morir, no te voy a dar en el maldito gusto!? ¿¡ENTIENDES!? -

Todo lo que tenía se me había arrebatado, mis padres que eran lo más importante para mí se habían ido de mi vida, ya no valía y eso significaba que no volvería a ser la niñita sumisa ante estos malditos chupasangre, empujaba mis manos con tanta fuerza que en poco tiempo comenzaron a sangrar, pero eso no me detuvo, nada lo haría.

- Bien, ya veo que es así como quieres jugar, está bien, las cosas se pondrán muy feas para ti, ¿verdad, Teddy? haremos sufrir a esa perra...-

Pude observar al chico alejarse de mi vista, era mi única oportunidad de salir viva de esto, con mis dientes comencé a tirar de las cuerdas de la mano derecha, eran cuerdas delgadas pero firmes, lo único que podía intentar era sacar los nudos, parecía estar funcionando ya que las cuerdas comenzaron a aflojarse. Una de las puntas logro salir del nudo dejándome el camino más fácil para terminar de desatarlas, una vez lo logre desabroché la cuerda de mi muñeca izquierda, al tener mis manos libres me levanté e incliné mi cuerpo hacia adelante para sacar las de mis pies, me levante de la mesa de metal y casi al instante caí al suelo por el dolor punzante de mi estómago, ahora podía observar mejor el lugar, ese psicópata me había apuñalado y estaba sangrando.

Como pude me levante lo más rápido que pude para caminar hasta lo que sería la salida, era su salón de novias, era espeluznante ver a todas esas chicas con un final que, si no era capaz de salir de aquí, sería el mío. Sonreí al ver una puerta al final del pasillo, corrí como pude hacia la misma subiendo los pocos peldaños que esta tenía, estaba a punto de tomar el pomo cuando la misma se abrió por si sola dejando a la vista a Kanato.