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A eso se dedicó James a observar con atención a Hela, cada aspecto que la hacía especial y gracias a eso sus actos de terror terminaron abruptamente al día siguiente dejando perpleja a la chica, pasaban días y los eventos que casi toda su vida había presenciado simplemente habían parado.

Sin embargo aún sentía algo, sentía un viento frío su alrededor, sabía que era el, sabía que extrañamente le había dado una tregua, no entendía el porqué pero se lo agradecía y mucho.

Comenzó a dormir mejor y comer mejor, trabajando, comprando la despensa y de vez en cuando saliendo a pasear, parecía algo muy nuevo para ella hacer esas cosas, poco a poco su miedo se fue haciendo nulo; comenzó a poner música a todo volumen y cantar en la ducha.

James se sentía "feliz" al escucharla cantar, más por que eran canciones que a él le gustaban, algunas no las reconocía pero sabía que estaban en otro idioma, con el paso de los días se las iba aprendiendo y el convivir con ella se hacía cada vez mejor, riendo al ver cómo Hela bailaba, como sacudía los brazos y reía de si misma al sentirse tan tonta.

No se dio cuenta cuando la semana pasó, en un chasqueo de dedos ya era invierno. La época favorita de James, le encantaría poder tocar la nieve y sentir ese frío que te cala, la sensación de beber chocolate caliente envuelto en mantas y lo bien que se sentía dormir con muchas capas de cobijas. Extrañaba estar vivo.

La noche siguiente sus sentimientos se confundieron, al ver a Hela llorar, se acercó un poco y logró ver algo entre sus manos; un calendario, James se fijó mejor era 13 de diciembre, el día en que destruyo a toda su familia, lo único que le quedaba...sintió algo horrible al ver el daño que le causó, se sintió mal y por una vez en toda su larga existencia deseo poder regresar en el tiempo y hacer bien las cosas, pero sabía que eso era imposible.

- Sé que es ridículo verme llorar.

Dijo Hela a la nada, James se asusto al ver que le hablaba a el. Se acercó un poco a ella hasta quedar sentado a una distancia considerable, observó como su presencia hacia que a Hela le diera frío y que de su boca saliera vapor.

- También se que es ridiculo que este hablando sola...se que estás ahí, se que me escuchas, se que te encanta verme así...

La castaña se interrumpió por un sollozo, James a este punto ya no sabía qué hacer, no sabía si hablarle o no.

- Pero extrañamente...me acostumbre a tu presencia- La voz de Hela se corto, respiró profundo y continuó.

- Aún que me hicieras daño no me sentía tan sola, ahora que parece que no estás, siento algo extraño y me gustaría conocerte a un que sea un poco.

Continuo hablándole al aire, seco sus lágrimas,se encogió abrazando sus piernas y comenzó a llorar más, se sentía rara como si una parte de ella se apagara por no sentirlo tan cerca, por no sentir su mirada por las noches.

James se acercó a Hela hasta quedar cerca de su oído, aclaró un poco su garganta y susurró.

" Aquí estoy"

Hela lo escucho en su cabeza, como un eco, la voz se distorsionaba un poco pero era una voz tranquila y firme que causó en ella un escalofrío reconfortante , ahora al menos sabía que era un hombre y miles de preguntas vinieron a su mente.

- Es bueno saber eso

Dijo suspirando, secando sus lágrimas con la manga del suéter y sonriendo.

Después de ese día comenzaron a comunicarse, no era mucho tiempo algunas veces solo hablaban 5 minutos o menos. Ambos comenzaban a despertar un sentimiento de interés, un calor y nerviosismo que no habían experimentado en un largo tiempo. Se sentían bien.

Loverman (Ángel) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora