Loverman (Ángel)

6

Al salir de su casa sintió como si su mano se congelara e inconscientemente sabía que James trataba de darle la mano y llevarla a Dios sabe dónde.

Sintió unos leves tirones y la hizo correr por la ciudad, ya era algo tarde así que no se preocupaba por qué la vieran extraño, corrió bastante y por momentos sentía que le faltaba el aire pero al parecer a su acompañante no le importaba ya que seguía tirando de su muñeca.

Y de un momento a otro reconoció las calles, los árboles y callo en la cuenta de que se estaba dirigiendo a su antigua casa.

La castaña estaba ahí, parada en la antigua casa de sus padres se quedo perpleja, que hacía ahí y ¿por qué ? Estaba muy diferente, la fachada ya no era blanca si no un poco gris y la hierbas  habían crecido tanto que casi no la dejaban ver.

- Que quieres que haga James
Susurro con un poco de miedo y escucho de nuevo la voz gruesa y aterciopelada que por el momento no le asustaba
"Entra, busca entre tus cajones un collar sabrás con solo verlo que es el correcto" pauso un poco "yo te cuido, no tengas miedo"

James estaba parado junto a ella, beso a su mejilla y ella solo sintió un escalofrío reconfortante.
Se abrió paso entre las hierbas, encendió la lámpara de su celular y fue guiándose hasta la gran puerta de caoba reforzará color chocolate, intentó girar el picaporte pero estaba trabada, hizo palanca pegando su cuerpo a la puerta y luego empujó, perdió el equilibrio cuando por fin pudo abrir, pero otra vez ese frío se posó en su cintura y un tirón fuerte la hizo volver a su lugar.

Se quedó un momento admirando su hogar, recordando tantas buenas experiencias y algunas no tan buenas, subió los grandes escalones de mármol y encontró su habitación, justo como la dejo; su escritorio estaba igual de desordenado algo empolvado y con telarañas, su cama no tenía ningún tipo de sábanas y su armario aún con algunas prendas. Desde qué pasó lo de su familia no había vuelto a pisar esa casa y se notaba.

"De prisa, busca" escucho de nuevo en su cabeza

- Eres mandón sabes
Dijo al aire con tono sarcástico y soltó un gran suspiro.

"Lo sé" escucho de nuevo dentro de su cabeza.

Comenzó a sacar todo de sus cajones hasta que logró ver un collar extraño que nunca había visto en su corta estancia en esa casa.
Un collar de puma, extraño a los ojos,  con una cuerda de tela negra y por impulso la olfateo sintiendo un aroma embriagante, causó unas cosquillas en su vientre y extrañamente sujeto el objeto contra su pecho y James se sintió tan feliz.

- ¿Ahora que quieres que haga?

Dijo la pequeña con una extraña sensación en todo su cuerpo, se levanto torpemente, sentía sus piernas temblar y algo extraño en su vientre bajo.
" ve al cuarto de tu madre, en el segundo cajón de su cómoda, busca un pañuelo que jamás usó" Ordenó .

Hela obedeció, salió disparada a la habitación y rebusco en todo el cajón y en el último se encontró con las pertenencias de su tatarabuela un lindo pañuelo, con las iniciales "JH" tejidas en una esquina con hilo de color dorado
"Ahora ve al cuarto de tu hermana y toma algunas prendas" Hela se ruborizó y fue rápido a la gran habitación de su hermano, unos sentimientos inundaron su corazón y mejor entro sin siquiera observar con atención, tomo lo primero que encontró y salió al recibidor de esa han casa.

- No necesitas nada más
Dijo pasándose la mano por la mejilla quitándose unas cuantas lagrimas.
"No preciosa, vuelve a casa y te explicaré lo demás"
James se sintió un poco mal al ver esa reacción en Hela, pero aún así continuó con lo planeado.

Hela salió lo más rápido posible y corrió de nuevo hacia su casa, como su alguna energía extra llenara su cuerpo fue demasiado rápida al llegar a el complejo de apartamentos y subió como si la estuvieran persiguiendo, cerró la puerta rápido y con la voz sumamente agitada preguntó.

- Bien, ¿Ahora que quieres que haga?
Jadeo poniendo sus manos en sus muslos inclinándose solo un poco.

"Coloca el conjunto en el cuarto de invitados al igual que el collar y el pañuelo, cuando termines ve a tu habitación y enciérrate" James estaba algo nervioso, jamás había echo esto y estaba muy consiente que podría traer a cosas muy peligrosas a la casa de esa chica tan hermosa "Pase lo que pase, no abras hasta que yo toqué tu puerta" dijo con un tono tan serio que hizo temblar a Hela.

Hela lo hizo, no entendía por qué quería conocer a la persona o cosa que le hizo tanto daño, quería respuestas pero tan bien quería conocer su rostro y el por qué de su cambio tan repentino de animos, se encerró y escucho extraños sonidos pero no se asusto, estaba expectante. Los sonidos cesaron, se encogió, abrazando sus rodillas en su pecho,Escucho los golpes y se estremeció, quería y no quería abrir.

- ¿Me harás daño?
Pregunto con lágrimas asomándose y la voz cortada

- No, ya no te haré daño
Su voz, se escuchaba tan bien; potente y delicada la mejor combinación.

Hela se acercó a la puerta y se recargó en ella, tardó unos minutos en tomar el picaporte y gíralo delicadamente. Con lo que se encontró superó sus expectativas, sonrió como boba al verlo .

***
Ya volví, espero que les guste.
Voten y comenten quiero saber que les parece la historia.
Besos