Half A Heart Without You (Harry Styles y tu)

Capítulo 12: Primera cita.

Capítulo 12: Primera cita.

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Mis ojos se abrieron como platos ¿Primera cita? ¿Harry había dicho primera cita? El chico de sus sueños estaba aquí, sentado conmigo en una cita. Lleve mi mano hacía mi antebrazo y me pellizque, por si las moscas.

Harry me miraba con esos ojos esmeraldas que tan loquita me traían. ¿Cómo había pasado tan rápido? Hace unos días yo era una chica normal, que asistía a la universidad y vivía con su hermano pequeño y con su padre, y ahora me encontraba aquí, con el chico perfecto y no por primera vez, sino por tercera. ¿Por qué él seguía buscándome? Creí que después de lo del otro día me odiaría de por vida.

En este momento miles de cosas que le podría decir se pasaban por mi mente, pero, mi boca no quería pronunciarlas. Era una sensación muy extraña… ¿Qué le respondes a tu ídolo cuando este te dice que estas en una cita con él?

- ¿Esto es una cámara oculta? ¿No? – Fue la primera estupidez que se me ocurrió y que dije. Pero… ¿Qué esperaba? Es la cosa más normal y lógica que encontré. La sonrisa que antes Harry tenía desapareció, convirtiéndose en una mirada nerviosa.

- ¿En serio crees que es una cámara oculta ______? – Preguntó Harry. Yo solo me encogí de hombros. Él seguía recordando mi nombre.

El mesero volvió con nuestras bebidas. ¡Qué rapidez! Me miró, sonrió y me guiñó el ojo. Era atractivo, eso hay que reconocerlo, pero teniendo a quien tenía delante de mis narices no podía mirar a otra persona.

-Hace frío ¿no crees? – Pregunté intentando romper el silencio muy incómodo que se había formado en el ambiente después de que el mesero se fue. Ni él estaba cómodo aquí ni yo tampoco.

Yo tenía mis motivos. Simplemente el hecho de estar en un restaurante carísimo, con un traje carísimo y unos tacones que debieron costar una fortuna, sin hablar de la peluquería, me hacía pensar que este no era mi sitio. Y es que… Era verdad, este no es mi sitio. Yo soy más de ir a un burger, vestir con mis vaqueros y peinarme en una simple coleta o con el pelo suelto y desaliñado. No vestirme como si fuera a ir a los premios Goya solamente para ir a cenar comida “inexistente” ya que el plato no tenía comida, tenía una miniatura sin sabor y que costaba un ojo de la cara.

-Si – Respondió Harry después de un rato.

Intenté sacar un nuevo tema de conversación, pero todos mis intentos eran nulos. El ruloso se mostraba ¿nervioso? Si esa es su manera de estar nervioso no quiero ni imaginármelo cuando este en modo: Soy cortante, irritante y te respondo con un simple “si” o “no” 

Y yo creyendo que el momento más incomodo de mi vida fue cuando Zayn y Harry me dejaron sola en medio de la calle porque iban a hablar de algo que yo no podía saber y bla bla bla. Esto era muchísimo más incómodo.

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En resumidas cuentas, cenamos sin decir una palabra, solo intercambiando miradas alguna que otra vez. La cena fue lo más arduo del mundo. Era como si estuviese con el chico que me gusta, pero que él pasa tanto de mí que es irritante. Aún que… era exactamente eso ¿No?

Salimos del restaurante, no primero sin pagar la cuenta y preguntar si no tenían otra salida que no fuera la principal, ya que esta estaba repleta de paparazzis. Según la información que nos dio el mesero, que menos mal que no era el chico de antes, la única manera que había de salir era por ahí, ya que la cocina no tenía salida al exterior. Harry suspiró y soltó una maldición un tanto ¿Rara?

-Me cachis en la mar salada y los pececitos de colores. – Reí ante esa extraña maldición, que yo ya conocía. Pero no porque yo la dijera, sino porque se la oí decir a Luke.