Terminaron las vacaciones de Navidad y Mekin y Naxo regresaron cada uno a los estudios.
Mekin pensaba en que como sus Pokémon era más fuertes, ahora sería más difícil aumentar más su nivel y que ya se quedaría estancado en los niveles en los cuales les tenía subidos. De hecho, para llegar a tener sus Pokémon al nivel actual, usó los Carameloraros que Papá Noel le había entregado en capítulos anteriores y que lo que necesitaba era salir de Pueblo Berenjena en busca de nuevas aventuras y rivales más complicados que ayudasen a subir niveles más rápido.
Pasaba el día, Mekin asistía a clase de Matemáticas, Lengua, Ciencias, Religión y demás. Perdió la motivación para estudiar, pues cuando se trasladó a vivir a Pueblo Berenjena lo hizo a últimos de Octubre, fecha la cual ya las editoriales ya no envían libros a las papelerías y tal por lo que Mekin no pudo comprar los libros y ya a lo que iba al instituto era prácticamente a calentar la silla.
Bueno, por lo menos, Mekin tenía algo por lo que ir a clases, a ver algunas chicas que él veía que podían ser cada una la candidata de su amor, pero claro, él no era popular en su instituto, él pasaba inadvertido por donde pasara, hasta que él saltaba alguna tontería para llamar la atención. Lo típico.
Algo que pensó: -Si me volviera fuerte con los Pokémon quizá me convertiría en el mayor entrenador de todos los tiempos. Pero claro, necesito ganar la Liga y para ello necesito ganar Medallas y que mis Pokémon sean más fuerte. Voy necesitando salir de aquí e ir a sitios diversos…
Al terminar todas las clases, Mekin regresaba a casa y se topó con unos tipos que le retaron a un combate, esos tipos eran un tanto raros y llevaban también un uniforme raro de color plateado. Mekin ganó fácilmente el combate contra ambos tipos y le dijeron:
-Bien, por lo visto sigues entrenando tus Pokémon y te has vuelto bastante fuerte. Unos compañeros nuestros vieron tu combate contra Damy y Mike y el resultado fue comunicado a nuestro Jefe. El Jefe está interesado en ti. Así que si te interesa, puedes dar con él esta tarde a las seis en La Plaza Amarilla. Estará ahí hasta las ocho. Por lo que tenemos sabido no tienes trabajo y discutes con tu madre por culpa de eso y por no gustarte demasiado los estudios. Nos lo tendrás que perdonar pero te tenemos algo vigilado. Es que no nos gusta descuidar a quienes nos interesan. Estarás bien pagado, podrás atrapar Pokémon que normalmente en este pueblo no podrías atrapar y podrás llegar a niveles muy altos. Hasta tienes la posibilidad de que si haces muy bien tu trabajo, de escalar puestos y conseguir gratificantes ascensos y ganancias de dinero.
Recuérdalo, esperamos una buena respuesta por tu parte y poder estar en el mismo Equipo. Por si quieres saber algo más, somos el Equipo Cepo. Nos vemos.
Mekin llegó a casa pensativo por lo que le había propuesto y tras un rato distante de todo el mundo y tras varias preguntas de su madre por su estado, él le informó lo de la propuesta. Su madre le dijo que tuviese cuidado con el trabajo que le ofertaban y él asintió con la cabeza.
Al dar las seis de la tarde, Mekin ya estaba en la Plaza Amarilla esperando la llegada del Jefe del Equipo Cepo, el cual es demoró poco en llegar y tras unos pares de toses, éste encendió un cigarro y se lo llevó a la boca para empezar a dedicarle a Mekin unas palabras:
-Hola Hijo, perdona si te llamo hijo sin ser tu padre pero es que si entras a trabajar con nosotros espero poder tratarte como si de un hijo se tratara. Me gustaría que entrases a formar parte nuestra. En este mundo hay Entrenadores Pokémon maravillosos, los hay más poderosos, los hay más flojos, y los hay de los que son una lacra entre los de nuestro gremio. Los hay de los que usan los Pokémon para dañar a quienes no lo merecen y tal, por eso, por eso al ver como luchas tú queremos que seas de los nuestros, que luchamos realmente para lo mismo, para hacer un mundo mejor. Mike y Damy usaban sus Pokémon para fines equivocados, por eso se los quitamos y eso queremos que hagas tú también con ese Pokécepo que le quitaste a ellos. ¿No te has preguntado por casualidad por qué nadie había llegado hasta para intentar recuperar lo que era suyo? Pues porque decidimos que te lo quedases para cuando llegase el día, para cuando tus Pokémon fueran más fuertes, para cuando necesitases el trabajo venir nosotros a dártelo, darte un salario, darte metas que alcanzar, darte muchas cosas, entre ellas la popularidad hasta para ligar con la chica que quieras ligar. No faltará nada si aceptas. Si luchas por ser algo más cada día con nosotros, tendrás dinero, poder, fama, Pokémon poderosos, mujeres bellísimas a tus pies, … En fin, todo lo que quieras. Pero ya sabes, acepta mi oferta.
-¿Y qué es lo que yo tengo que hacer por vosotros? Porque me parece mucho lo que me ofreces sin decirme que quieres a cambio. –Mekin extrañado por la oferta.
-Simplemente, nosotros estudiaremos gente que use sus Pokémon para hacer lo que no es debido e irás entonces junto a otros de los nuestros a robarle sus Pokémon con el Pokécepo que precisamente robaste a Mike y Damy. Vamos, darle duro a los malos e imponer justicia. No importan los modos que utilices, solo darles para el pelo. No se si me explico… -Responde el Jefe Equipo Cepo.
-Parece interesante lo que me dices, imponer justicia en este mundo, Entonces es lo mismo que hemos estado haciendo Naxo y yo estos días atrás. ¿No? –Vuelve a preguntar Mekin.
-En efecto, eso mismo. Atacar a quienes hagan el mal, quitarles sus Pokémon y encargarse de que no vuelvan a hacer más de las suyas nuevamente. ¿Qué te parece nuestra oferta de empleo que tenemos para ti?
Mekin no sabía que hacer, no sabía si lo que le ofrecían era verdad, no sabía si le engañaban o no respecto a lo de los objetivos del Equipo Cepo.
De repente apareció una joven que tendría más o menos la misma edad que Mekin.
-Papá, hola. ¿Qué haces?
Aquella chica era la hija de el Jefe Equipo Cepo.
-Aquí estoy ofreciéndole un buen puesto de trabajo a este joven con nosotros. Espero que acepte porque lo que le estoy ofreciendo no se lo va a ofrecer nadie más.
Mekin miró a aquella chica de arriba abajo y ella hizo lo mismo aunque al contrario que Mekin, giró de repente la cabeza cambiando de objetivo la vista.
Mekin pensó:
-Esta ya hasta me gira la cabeza, no quiere ni mirarme. ¿Tan feo soy yo o qué? No voy a hacer de esto un drama pero bueno, en fin, vamos a lo que importa. Quizá si acepto no pase nada. Parece mucho lo que ofrece. Puede ser verdad o mentira. La verdad es que si no pruebo, nunca sabré la verdad.
Tras un rato de darle a la cabeza, el Jefe del Equipo Cepo le pide su respuesta a Mekin.
Mekin, adoptando una posición más erguida y poniendo un tono de voz más decidido responde:
-¡ACEPTO! Quiero ver que sois capaces de darme y lo que soy capaz de llegar a conseguir.
El Jefe Equipo Cepo sonríe y le dice a Mekin:
-A partir de hoy eres de los nuestros. Te regalo este teléfono móvil para mantenernos en contacto. Te llamaré cuando tenga una tarea para ti y cuando sea necesario darte información sobre algo. Bueno, me entretendría más contigo pero tenemos cosas que hacer y a eso ha venido mi hija, para avisarme. Lo dicho, nos vemos, cuídate, Hijo Mío. ¡Hasta la vista!
Mekin sonríe mientras tanto y mirando a la chica. Ella le mira y la cabeza nuevamente a otro lado:
-Jum.
Continuará…
