Lies - [TodoDeku]

»Capítulo 6«

» —Bueno chicos, tengo que irme ya, mi madre me ha llamado varias veces y le preocupa mucho que llegue muy tarde a casa —Anuncia Kirishima. La minoría de los que quedamos en la sala de espera asentimos con la cabeza y lo observamos irse por las escaleras que están en el fondo del pasillo. Entiendo que deba irse, no todos pueden quedarse, y menos ahora que son las nueve de la noche.

Suelto un suspiro mientras dejo todo el peso de mi espalda en el respaldo de la silla, dejando mi cabeza suavemente recostada en el muro que hay detrás de mí. Ya han pasado más de cinco horas desde que Midoriya está inconsciente y no da ninguna señal de querer despertarse.

—¿Estás bien, Todoroki-san? —Pregunta alguien a mi lado. Giro mi cabeza y puedo observar a Asui observarme de manera preocupada. Suspiro de nuevo, cansado de tanta información repentina en tan poco tiempo. 

—Para serte sincero; no lo estoy —Respondo. Quizá sea bueno para mí contarle esto a alguien. Sé que tengo a Fuyumi, pero no quiero molestarla más, no después de todo lo que le he causado el día de hoy.

Me incorporo en la silla, manteniendo ahora una postura recta y firme; observo a las únicas personas que están aquí, esperando alguna noticia de él. Solamente estamos Uraraka, Asui, Iida y yo. Se podría decir que somos las personas más cercanas a Midoriya.

—Todoroki-san, ¿puedo hacerte una pregunta?   

Yo emito un sonido afirmativo, clavando mi mirada en el blanco suelo del hospital. Ella parece meditar su pregunta por unos segundos.

—¿Te gusta Midoriya-san?

Aquella pregunta me toma desprevenido y me quedo unos instantes atónito. Giro mi cabeza en su dirección con lentitud, sin creerme del todo la pregunta repentina que ella me ha hecho. ¿Cómo es que ella ha sido capaz de notarlo? ¿Yo había sido demasiado obvio con la actitud que tuve el día de hoy? No era para nada mi intención que todos lo notaran, pero al parecer logré captar su atención.

Ella sigue mirándome, esperando una respuesta de mi parte. Tengo suerte de que Iida y Uraraka están justo a unos metros de nosotros, más específicamente, justo delante de nosotros, solo que parecen estar más concentrados en su conversación que en el nuestro. Cojo aire con la boca y la dejo salir.

—Sí, me gusta —Contesto al fin sosteniéndole la mirada.

Ella parpadea y asiente con la cabeza. Me dedica una sonrisa sincera y yo solamente la miro con sensatez.

—Lo suponía. En algunas ocasiones puedes llegar a ser predecible dependiendo de qué aspectos —Comenta. ¿Eso es un alago o es una ofensa?

—Supongo que... ¿Gracias? —Ella ríe con sutileza.

—¿Sabes? No sé si toda la clase lo ha notado, pero el mero hecho de verte con él mirándole de una manera profunda y admirable, dice mucho de los sentimientos que sientes hacia él —Hace una pausa. Yo solamente escucho sus palabras con suma atención, callándome y dejando que ella prosiga—. Al principio pensé que era extraño que una persona tan monótona y tan fría como tú pudiese fijarse en alguien tan alegre como lo es Midoriya-san. Es como esa típica historia cliché en que la chica popular y amada de la escuela logra hacer caer a sus pies a alguien tan callado y reservado como lo eres tú.

Sus palabras son sinceras y directas. No se detiene a pensar mucho en lo que pueda sentir la otra persona, porque sabe que sus palabras solamente demuestran su punto de vista y que yo no me iba a molestar por escuchar lo que realmente soy de sus palabras. Por lo menos agradezco el hecho de que ella sea sincera conmigo.

—Empecé a notar que había algo más en tu manera de actuar con él. Quizá porque siempre te preocupabas y preguntabas por él de manera discreta, utilizando tu tono de voz y rostro monótono para que nadie se diera cuenta. También solías ofrecerte a ayudarle con cualquier cosa pesada que él tuviese que llevar a algún lugar en específico. A veces hasta notaba lo diferente que eras cuando Midoriya se ausentaba o tenía alguna lesión grave y no podía asistir a clases. Admito que era algo divertido verte de esa forma —Explica. Riendo con un poco de gracia en la última frase.