Lies - [TodoDeku]

[Capítulo 7]

[Poco a poco comienzo a recuperar la consciencia, sintiendo todavía mi cuerpo inestable y sin muchas fuerzas. Inhalo y dejo salir todo el aire por la nariz. Estoy cansado aunque recién me acabo de despertar. Me dispongo a mover los dedos de mis manos para poder recobrar el movimiento de mi cuerpo poco a poco.

Siento como los dedos de mi mano derecha rozan la piel de otra persona. Oh... Cierto... Ese chico aún está aquí. Si no mal recuerdo su nombre era... ¿Todoroki Shōto...? Espero no haberme equivocado, lo conozco de hace poco y no quisiera parecer algo grosero al no haber recordado su nombre después de haber sido pronunciado casi todo el tiempo.

Siento que su nombre se me hace familiar, pero no logro recordar con exactitud nuestra amistad y momentos juntos. De la única persona que reconozco de todas las que vinieron a verme, fue aquella chica llamada Uraraka Ochako.

Un latido bastante fuerte pasó por mi cabeza, haciéndome marear un poco. Llevé mi mano libre con esfuerzo hacia mi frente para tratar de apaciguar el dolor y el mareo que me estaba causando. Inhalé con la nariz y exhalé con la boca. Sentí cómo mi garganta escocía y tosí para tratar de calmar tal ardor, pero aquello logró que empeorara y doliera como mil infiernos.

—¡Midoriya! —Escucho a Todoroki exclamar a mi lado mientras suelta mi mano y lo escucho alejarse.

Mi mano ha pasado de estar en mi frente hasta garganta, apretándola un poco. Dolía mucho y quería que se detuviese.

—Aguanta un poco, Midoriya —Escucho decir y siento una mano moviéndose sobre mi espalda poco a poco, tratando de calmarme. Aquello no funciona, ya que el escozor sigue ahí—. Abre la boca. Te daré agua.

Hago lo dicho por él y la mano que estaba sobre mi espalda ahora está agarrando suavemente mis pómulos. Algo duro es colocado sobre mis labios, algo que yo interpreto como un vaso de cristal. Así que, entre toses, entrecierro un poco mi boca para que el agua no se derrame.

El vaso se inclina hacia arriba poco a poco y el líquido pasa por mi garganta, haciendo que mi garganta duela un poco más que antes ante tal intrusión, pero doy todo mi esfuerzo en aguantarme y tragarlo todo.

Una vez tragado toda el agua, el vaso es alejado de mis labios y es sustituido por un trozo de tela que se restriega por encima de estos, secando el agua que se ha quedado impregnado.

Por suerte, la tos parece haber disminuido y procedo a calmarme en mi cómoda camilla. Me es tan frustrante no ver ni recordar nada... Es como si me quitaran el alma del cuerpo y yo estuviese vagando por ahí sin ver absolutamente nada.

—¿Estás mejor? ¿Quieres algo más? Solo agita la mano hacia arriba si quieres algo y si no hacia los lados. No quiero que sigas hablando, le hará mal a tu garganta —Comenta él preocupado. Una sonrisa no puede evitar surcar mis labios. ¿De dónde había salido este chico tan agradable?

Procedo a agitar mi mano hacia los lados con un poco de esfuerzo, pese a que un brazo está enyesado y el otro vendado, puedo moverlos con un poco de agilidad y facilidad, y eso es algo que yo no entiendo. ¿No sería lógico que se me hubieran dislocado ya? ¡Era ilógico! Aunque si empezaba a atar cabos de cuando dijeron que yo había adquirido una especie de particularidad totalmente repentino, será que entrené demasiado mi cuerpo como para sentir muy poco de lo que en verdad debería, o puede ser que esa particularidad haya causado unos cambios en mi brutales.

Espera...

¿¡Y si ni siquiera soy humano?! ¿¡Y si soy una especie de alienígena rara con color verde o azul y la cara deformada?! ¿¡Y si soy una seta con pies y brazos?! Oh dios mío... Debería calmarme... Primero debería pensar, reflexionar y preguntar. Tan simple como eso, claro, el problema ahora será hablar con una garganta totalmente estropeada. Aunque, realmente, habría preferido no ser humano y tener alguna particularidad útil y genial que ser un policía cualquiera. Que los policías son bastante útiles en la sociedad, porque comunican con los héroes y los ven y controlan el público y encarcelan y... Más cosas...