»Capítulo 4«

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»Veo a todos los de la clase 1-A, todos los de mi clase de pie. Todos giran sus cabezas para mirarme, yo simplemente les hecho un vistazo a todos y mis ojos se posan en Midoriya.

Me aguanto las ganas de destrozar todo y de destrozar a ese asesino de héroes en un suspiro. De todas maneras no podría hacer eso, soy un héroe y no es digno de uno atacar por mera venganza y dejarse llevar por el odio para tratar de cumplir sus deseos. Eso sería lo más lejano a cómo debería ser un héroe.

Aprieto mis nudillos, formando un puño. Vuelvo a mirar a todos; tienen una expresión de sorpresa en su rostro. ¿Cuál es el problema? Llegar tarde no era para nada mi intención.

Observo de nueva cuenta a la persona que hace que el tiempo se detenga con solo ver una de sus magníficas sonrisas. Este parece susurrarle algo a su madre, ella me mira de pies a cabeza y le susurra de vuelta. Quizá Midoriya pregunta quién acaba de llegar.

-¿Todoroki-kun? -Me pregunta Uraraka.

-Hola -Saludo sin ninguna expresión en mi rostro.

Mis ojos se posan en el presidente de nuestra clase, se acerca a mi y abre la boca para decir algo:

-¡Todoroki-kun llegas tarde! -Me riñe. Supongo que es de esperarse de alguien tan serio y diligente. Y más si se trata del delegado de la clase.

-Eso no importa -Respondo. Eso es cierto, esta riña debería habérsela aguantado y concentrarse en la persona que está herida. Para eso vinimos, ¿no? Para saber su estado y cuidarlo. Dejo de pensar y cierro la puerta por dónde he eme acerco a dónde está la madre de Midoriya-. ¿Cómo se encuentra?

Todos callan por un momento y deduzco que nadie ha preguntado todavía. Y eso que he llegado tarde. Observo a Midoriya, me duele verlo en ese estado, lleno de vendas por casi todo el cuerpo. Me dan ganas de reclamarle que no se arriesgue de esa manera otra vez, aunque entre él y yo hay una rivalidad para ser el número 1, no quiero que muera. Lo quiero, es por eso que no me importa si él es el número 1, mientras yo esté a su lado nada me importa.

Ugh, ya me estoy poniendo sentimental.

-¿Ehhh? Pero si ni siquiera nos has saludado y ya te preocupas por Midoriya-kun -Escucho la burlona y alegre voz de Kirishima a mi lado. Lo observo y posa su brazo por encima de mi hombro.

-He dicho hola desde que he llegado -Digo volviendo a mirar a la progenitora de Midoriya.

-Uhhh, touché.

-Bueno ya paren, tal y como pregunta Todoroki-kun, ¿cómo se encuentra Deku-kun? -Pregunta preocupada Uraraka.

Todos ponemos nuestra atención a la explicación de Inko-san. Por cada frase que dice mi frustración aumenta. Aprieto mis puños con ira. Muerdo mi labio con fuerza por la frustración. Todo es mi culpa... Y, en parte, de Midoriya.

¿Cómo no pude darme cuenta antes de que todo había sido una trampa? El Nomu que perseguía simplemente había hecho alejarme más de dónde estaba Midoriya. Debí pensarlo con más claridad antes de actuar. Seguro que él no habría salido tan dañado si me hubiera quedado a pelear. Pensé que él podía encargarse del enorme Nomu con su propio poder. Y me equivoqué.

-¡Maldición! -Grito llevando una mano a la quemadura que habita en mi ojo derecho. Siento cómo todos se tensan y algunos se asustan ante tal repentino grito. Pero no lo puedo evitar, la frustración es tanta que necesito desahogarme de alguna manera.

-¡Todoroki-kun! ¡Cál-Cálmate un poco! -Trata de tranquilizarme Uraraka acercándose a mi, en cambio, Kirishima se aleja un poco. Supongo que es para evitar quemarlo.

Lies - [TodoDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora