23. Yoongi.

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Eran las cuatro y media de la madrugada cuando pise el distrito once, mejor conocido como Gangdonggu. Aquel lugar era bastante lindo si ibas a pasar con la luz del sol, pero noche... daba muy mal rollo.

Esperaba realmente que Jimin se encontrara aún en éste distrito y no vaya para el trece, Jungnanggu, que ése lugar sí que era bastante peligroso. 

Marqué de nuevo su número en mi celular y lo llevé a mi oreja.

«El número con el que desea hablar, no se encuentra disponible».

Suspiré mientras me guardaba mi móvil en el bolsillo delantero de mi jean y caminaba observando las calles, para ver si encontraba algo de Jimin. 

Y es que también, a las cuatro y media de la madrugada, no había ni un alma en las calles. Y las personas que se encontraban eran sólo vagabundos. 

Seguí caminando hasta llegar a una estación de servicio. 

—Disculpen—le hable a las dos chicas que estaban atendiendo—, ¿de casualidad no vieron a este chico?—les mostré por mi celular una foto de Jimin. 

—Oh, sí—me respondió una—. Estuvo aquí hace cinco minutos. Se fue hacía la izquierda.

—Gracias—respondí, saliendo rápido de la estación de servicio.

Caminé más rápido, casi corriendo, por donde me había dicho. Hasta que divisé una cabellera rubia caminando, con los brazos cruzados en su pecho y cuando observé los pendientes de su oreja, pude ver que se trataba de Jimin.

Le agarré el brazo fuertemente volteándolo hacía mí. 

—Qué...—dijo mientras trataba de alejarse y cuando subió su rostro para verme, se soltó rápidamente mientras me empujaba—. ¿Qué haces aquí?

—Vine para llevarte a casa—dije mientras agarraba su brazo de nuevo y lo llevaba casi a rastras. 

—¡Suéltame, Yoongi!—dijo mientras trataba de sacar su brazo de mi agarre pero no podía—. Mierda, te he dicho que me sueltes.

—No—hablé serio—. Ya deja ésta tontería y vamos a casa. 

—¿Tontería?—escuché como gritaba a mi espalda—. ¿¡Tontería es que me rompieras el corazón!?

—Estás exagerando, Jimin—suspiré—. Ni siquiera salimos tanto tiempo... 

Pude sentir como se safaba de mi agarré y me empujó haciendo que perdiera el equilibrio. Los auriculares salieron de mi bolsillo. Jimin los miró con odio antes de pisarlos.

—Supongo que duraron más que nuestra relación—dijo con una sonrisa pero sus ojos permanecían serios.

Lo miré mientras suspiraba. Saqué mi móvil mientras le enviaba la dirección a Seokjin.

—¿Al menos puedes decirme qué carajo te pasó por la mente para que me hagas eso?—dijo Jimin, volví la vista a él mientras guardaba mi móvil—. ¿Por qué yo...?

—No sé, Jimin, era una apuesta, ¿vale?—dije suspirando—, por lo general en las apuestas no se piensan mucho, te ponen una, la aceptas o no y ya. 

—Una apuesta—repitió Jimin y pude ver como reía—. Te partiría la cabeza y oye, saldría bien de la cárcel, porque fue una apuesta. 

—No jodas—dije mientras me sentaba en la vereda. Pude ver como se ponía adelante mío. 

—¿Por qué lo hiciste...?

—Ya te lo dije, Jiminnie...

—No—dijo interrumpiéndome—, no me digas Jiminnie... así me llamabas tú estos días, no quiero que lo hagas más, ¿entendiste?

—Vale—dije mientras cerraba los ojos. 

Pero entonces sentí su agarré en mi mejilla, abrí los ojos alterado por sus manos, pude ver como su mirada observaba mi mejilla, donde Taehyung me había pegado.

—¿Quién...?

—Tae—respondí. 

Observé como alzaba los costados de su labio en una pequeña sonrisa.

—Hazme acordar que se lo agradezca—dijo para luego soltarme—. Te lo merecías.

—Nunca dije que no—dije mientras me encogía de hombros.

—Dime—dijo mientras susurraba—. Dime la verdad. Dime qué paso. Porque te conozco, te conozco y sé que jamás harías una apuesta para lastimar a otro... y lo sé, porque por eso me enamoré de ti. Así que dime, que no estoy equivocado, dime que hay algo más... pero dime que no cometí el error de creer en ti y enamorarme—podía sentir como hacía todo para que la voz no se le quebrara—. Dime todo...

Y estaba a punto de hacerlo, estaba a punto de decirle mi charla con el manager, estaba a punto de decirle lo que había pasado esos dos días. Pero no pude porque un coche se estacionó frente a nosotros.

Y lo próximo que vi fue a Taehyung tirándose por la espalda de Jimin. Escuché como Jimin sollozaba en los brazos de su amigo. 

Simplemente me subí al coche, que manejaba Seokjin. 

—¿Cómo lo encontraste?—dijo, mientras observaba a Taehyung abrazar con fuerza a Jimin.

—Es Jimin—dije antes de encogerme de hombros—. Siempre vuelve a éste barrio, donde salimos entre todos por primera vez, cuando las cosas se ponen mal.

—Lo conoces más de lo que Jimin cree—escuché decir a mi amigo.

Hice una mueca pero no respondí, ya que Taehyung y Jimin se subieron al coche en la parte de atrás. 

—Gracias por encontrarlo—escuché a Taehyung—. Y perdón por el golpe, hyung...

—Me lo merecía—dije mientras suspiraba.

Observé a Jimin por el retrovisor, que estaba apoyado en el hombro de Taehyung y cerré los ojos quedándome dormido.

Run » YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora