(EN EDICIÓN) INSOPORTABLE «JUNGKOOK X YOONGI»

Primer encuentro

¿Porque el ser humano tiene miedo a lo desconocido?

Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha demonizado lo que no puede entender, categorizando y clasificando la existencia lo sobrenatural y todo aquello como maligno.

¿Pero, por qué? ¿Acaso porque se les sale de las manos, por no tener una explicación racional?.

Ciertamente si. Mucho adjudican aquel miedo a no tener el control sobre aquello que no se conoce, sobre aquello que es una incógnita y temen que al final los termine gobernando o dominando. 

Por eso, hablando cómodamente entendible, "El control" para el humano es poder, y el no tenerlo le significa algo malo. Porque para el humano, no tener el control de una situación -cualquiera que sea- se reduce a una instancia de agonía, desesperación, pesar e incertidumbre ante el futuro posible, que de a poco va jugando con su buen juicio y los lleva a la búsqueda de una manera de recuperar lo que probablemente no tuvo desde un principio o que tuvo y que perdió; y aquellas maneras -la mayoría de las veces- se vuelven deshonesta, independientemente de que su intención inicial no fue mala, porque el humano es propenso a cometer errores debido al miedo y debido a que es débil; y al no tener el control se siente el doble de inferior, pequeño y frágil. 

Pero como hay personas que tienen miedo a lo desconocido, también las hay aquellas que no y Min YoonGi era un claro ejemplo de ello. 

Él no tenía temor a lo desconocido, desde su infancia fue curioso y de mente abierta. Esto luego le generó muchos problemas.

Mientras algunos niños jugaban al aire libre, él mantenía su mirada y nariz, desde que aprendió a leer, pegada a un libro de extenso y complicado contenido, y su mente viajando por las maravillas que le brindaba su amplia imaginación; escuchando viejas piezas musicales, que hasta a algunos adultos le parecían extraños o aburridos, o simplemente observando todo su alrededor con ojos demasiados escrutadores y calculadores para su corta edad de ocho años.

Nadie lo comprendía, ni siquiera los adultos a excepción de uno, un muchacho de aproximadamente veinte años que veía de vez en cuando y a escondidas de sus padres en una plaza cercana a su casa desde hace algún tiempo.

Él compartía mucho de sus gustos y pensamientos. Se sentían maravillados el uno con el otro, se agradaban demasiado a pesar de tener tantas similitudes y tantas diferencias y a pesar de que su relación era un tanto restringida al no conocer mutuamente sus nombres verdaderos. 

YoonGi, adoraba su compañía pero había decidido hacerle caso a su madre y no decirle su nombre al mayor -a pesar de que, desde un principio, le desobedeció al haber correspondido a la primera conversación que tuvo con el pelinegro quien era un desconocido- y por ello concordaron llamarse por apodos: el mayor lo nombró "Sugar", por el color de su piel que se asemejaba a lo blanco del azúcar y su personalidad tan dulce, pero como YoonGi aún no tenía un vasto conocimiento del inglés, le discutió que la "R" no iba, por lo que quedó como "Suga". 

Lo mismo pasó con el apodo del mayor, YoonGi le llamaba "Kookie" porque la forma de su cara le recordaba a una y por error había reemplazado la "C" por una "K". Kookie no dijo nada al respecto, le parecía algo adorable y así se quedaron ambos apodos.

YoonGi se mostraba tan natural ante aquel muchacho de una forma increíble y se mantenía así a pesar de que de vez en cuando recordaba fugazmente la voz de su madre advirtiéndole en su cabeza que no debía hablar con desconocidos, que estos eran malos y con intenciones malas; pero la ignoraba porque prefirió entablar conversación con un mayor que uno de su misma edad, que muy difícilmente podía seguirle el ritmo, o no lo hacía. Jungkook le daba la atención que necesitaba, ya que nadie comprendía su manera de ser.