No hay reemplazo《BYLER》

Ocho》No sé cocinar

Mi madre salió de la casa y se fue. Desperté a Mike.

—Mike, despierta, si nos ven así van a pensar mal.
—Buenos días mi amor —dice Mike adormilado—.
—Oye ¿qué?

Tardé sólo segundos en notar que Michael era difícil de despertar, y que realmente no me estaba escuchando, llegaría a decir que aún seguía dormido.

—Yo también te quiero Byers —dice Mike—.
—No he dicho nada.

No pude evitar sonrojarme, aún así reí ye puse a pensar cómo despertar a éste chico, por mi mente pasó tirarle agua, o darle un golpe, pero me llegó una mejor idea a la cabeza.

Me acerqué a su rostro, él seguía con los ojos entreabiertos y balbuceaba cosas sin sentido.

—Ya cállate Wheeler.

Tomé su rostro y le di un beso, fue algo raro porque él estaba medio dormido, pero comenzó a despertarse poco a poco, después sentí como sus manos pasaban por mi cráneo.

—Eres un dormilón, no te daré otro beso en todo el día.
—Idiota, tenía sueño, aún es temprano.
—Si quieres vuelve a dormir, es sólo que me voy a quitar de aquí porque nos van a ver raro, ahora mi mamá quiere hablar conmigo porque nos vio dormidos y tomados de la mano.
—Tu, tu mamá ¿qué? —preguntó nervioso—.
—Si Will, mi madre nos vio así, pero parece que no se lo tomó mal, pero va a querer que le explique todo. Además, si alguno de los chicos nos ve así, la bomba explota.
—Oh si que lo hará, lo bueno es que la mayoría del tiempo estamos solos, así que nadie se dará cuenta.
—¿Sabes? Dudo que mi madre le diga algo a la tuya sobre esto, ella es la clase de persona en la que puedes confiar, ya conoces a mi madre.
—Vaya que si conozco a mi suegra.
—¿Acaso escuché bien? Torpe. —dije dándole un golpe en el brazo—.
—Se me quitaron las ganas de dormir.
—Puedes ayudarme a hacer el desayuno.
—Gran idea.

Juntamos las sábanas y juntamos los restos de comida que estaban en toda la sala. Mike no es de esos que le gusta limpiar mucho, pero ahora estaba esforzándose.

—¿Por qué tanto interés en limpiar, Mike?
—Pues, no es mi casa y seria vergonzoso no limpiar.

Terminamos. Después nos dirigimos a la cocina.

—¿Sabes cocinar? —pregunta Mike—.
—Pues, soy un profesional sirviendo agua, siempre me piden más, soy genial.
—Oh Will —ríe a carcajadas—. Ya, va en serio.
—Supongo que si, cocinar un huevo lo hace cualquiera.
—No, no cualquiera —dice sonriendo, apartando la vista de mi—.
—¡Claro que si! Espera, ¡tú no sabes! —comencé a reír—.
—Idiota.
—¿Quién lo diría? Mike Wheeler en pleno 1984 no sabe cocinar un huevo. —callamos por unos segundos—. Si quieres yo te puedo enseñar.
—Me encantaría, que mejor que cocinar con el mejor chef de todo Hawkins con su inigualable agua.
—Superalo Mike.

Saqué una sartén de la estufa. Lo puse arriba del fuego y vertí aceite en el. Después le pedí a Mike que sacará un huevo y tocino del refrigerador.

—¿Revuelto o estrellado? —pregunté—.
—Estrellado.
—Bien, ahora ven.

Mike se paró al lado mío. Quebró el huevo y lo puso en la sartén.

—Ok Mike, tú so lo debes tomar la espátula y voltear el huevo.
—No puedo.

Tomé la mano de Mike, y ésta sostenía la espátula, después simplemente le dí vuelta a lo que había en la sartén.

—¿Ves? Así de fácil.
—Nunca lo había intentado, ahora veo que es fácil. Gracias Will

Mike se me acercó y me dio un beso en la mejilla, yo sólo le sonreí.

Mike puso el tocino en la sartén y se le quemó, aún así él lo sirvió en su plato junto al huevo.

Los dos desayunamos, él el huevo que "hizo" y yo un cereal. No hicimos desayuno para los demás chicos porque no sabíamos bien que es lo que les gustaba desayunar.

Terminamos.

Yo me iba a volver a recostar, me volvió a entrar el sueño, sólo que Mike interrumpió mi tranquilidad.

—¿Te puedo decir algo? —pregunta Mike—.
—Si, adelante.
—Pues se que ya lleva algo desde que tú me dijiste acerca de tus sentimientos hacia mí, pero jamás me saco de la cabeza todo lo que me dijiste, la verdad siempre pensé que te veía como un amigo, pero después me puse a pensar en lo que en realidad sentía, y fue cuando me di cuenta de que yo también te amaba, es demasiado pronto, y entiendo si no quieres, pero Will, tú... ¿quisieras ser mi novio?

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La noche era oscura y ráfagas de viento que constantemente chocaban contra la ventanas dominaban la noche. Un olor a salsa de tomate y queso inundaba la casa, mi madre estaba cocinando lasagna, mientras Nancy, Holly, yo estábamos en la mesa. Eleven estaba en el sótano, aún no subía, ella no era precisamente de la familia, mis padres consiguieron el permiso de cuidarla en lo que consigue padres.

—Te noto raro Mike —menciona Nancy—.
—Sólo estaba pensativo.
—Oh —calló por un segundo—. ¿Cómo te ha ido en la escuela?
—Bien, soy el de mejor promedio en física, ¿y tú?
—Me alegro. Yo, pues, la profesora de artes me felicitó, hice un dibujo y le encantó.
—No me imagina que te gustaba dibujar.
—Ni yo, desde que Jonathan y yo somos novios me invitó al mundo del arte, ya sabes, él es fotógrafo, así que en ese momento sólo dibujé, me dijo que era buena en eso y comencé a practicar.
—Pues, espero que seas buena.
—Igual yo.

Callamos por unos segundos hasta que rompí el silencio.

—¿Nancy?
—¿Si Mike?
—Exactamente, ¿en qué consiste ser novios?
—¿Lo preguntas por Jonathan y yo?
—Si, ¿qué diferencia hay entre que sean novios y que sean amigos?
—Pues, los amigos se quieren, pero los novios se aman, ¿sabes? Un novio es con quien tú pasas los mejores momentos, es quien te apoya en todo y es quien te hace sentir bien, es alguien con quien usualmente compartes los mismos gustos y con quien puedes ser libre, además, esa persona te causa cosquilleos en el estómago y cuando estás a su lado te sientes relajado y no lo sé, te hace reír y hace cualquier cosa por ti, y ve tus defectos lindos, tú, cuando encuentres el amor de tu vida te vas a dar cuenta, tú simplemente lo sientes. ¿Eleven cubre todo eso no?
—No todo, no la conozco en su totalidad, pero ella es linda.
—Se que encontrarás a tu chica ideal, algún día llegará.
—Lo sé.

~~~

—¿Novios? —no puede evitar ponerme rojo—.
—Si, novios, sé que suena loco, pero hace días Nancy me describió que era un "novio" y tú eres la definición de eso para mí —dijo pasando una de sus suaves manos por mi cara—.
—Está bien Mike, quiero ser tu novio.

Con su mano izquierda tomó mi nuca y me acercó a él, estábamos apunto de besarnos cuando alguien nos interrumpió.

—¿Qué haces Will?

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