prólogo

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Todo iba de mil maravillas, más que de mil maravillas. Incluso me atrevería a decir que perfecto, después de que se reconstruyera Fairy tail y las heridas de nuestros miembros sanaran, nueva época de paz nacía en el Fiore, Época que llego de manera necesitada y como rayo de esperanza, no solo para nuestro necesitado gremio, para todo el pueblo que después de una feroz guerra precisaba un pequeño destello de verdadera paz, que les consolara, un aire que se colaba por las ventanas y susurraba un "todo estará mejor", las secuelas que dejan y las heridas que amenazan con abrir cada día hacen que sea una ardua tarea, pero la paz ya está en nuestras puertas y ruega por entrar y declarase como compañero perpetuo.

Acnologia dejo un desastre en la cuidad y las reconstrucciones no se hicieron esperar. Se aseguraron de que todo quedaría igual o más grande que antes. Gracias al cielo mi casa aún seguía en pie, un hecho que sin duda no me sorprendió, siempre que ocurría una catástrofe mi hogar permanecía imperturbable, esperando por mí, como cierto peli rosa. Natsu seguía invadiendo, como lo hacía desde que recordaba, mi apartamento. De manera estrepitosa, llamándome a todo pulmón, y aunque jamás lo reconocería me parecía una acción de lo más graciosa y tierna, tan característica de Natsu.

Oh Natsu.... 

Después de tanto tiempo nuestro "relación " mejoro notoriamente y si digo relación, me refiero a nuestra relación como pareja, a si es "pareja", no compañeros, no camaradas, Pareja, con todas sus letras, y eso es tan bello. Con lo denso que es mi amado Natsu estaba segura de que moriría solera y virgen. A pesar de que él no había dicho realmente nada de nosotros a los otros miembros del gremio, no me molestaba en absoluto, no era necesario, era más que obvia muestra relación, lo que se ve no se pregunta, ¿cierto?

Cuando él se aventuraba a tomar de mi mano o sentarse más cerca de lo que un amigo debe hacerlo, solo ganaba miraditas curiosas y sonrisitas traviesas de mis nakamas, un espectáculo sin precedentes, mi cara se tiñe siempre de un tono rojizo intenso y Natsu ansioso desvía la vista, caricia su cuello con su mano libre, pero jamás deja de sostener mi mano, no podía pedir nada más. 

Claramente el problema ocurrió cuando empezamos de manera formal nuestra relación íntima, es tan vergonzoso, pero tan ardiente. 

Natsu resulto ser un hombre extremadamente acalorado con dificultades de controlar sus hormonas y hambre de deseo, y es una vergüenza admitir que le sigo incondicionalmente en sus caprichos, me sentía tan apenada las primeras ocasiones que lo hacíamos, pero el tiempo y los arrebatos se volvieron pan de cada día, el problema es que te atrapen en tus momentos de exaltación.

Después que el maestro nos reprendiera de manera horrenda por intentar hacerlo en la alberca del gremio, coloque a Natsu en modo castidad, por lo menos tres semanas, en las cuales deje de tomar mis píldoras anticonceptivas y tomamos las riendas de una relación más recatada a disgusto de mi pasional pareja. Hasta que ocurrió cierta situación que termino por dejar de lado mi época (pequeña) de abstinencia.

El otro día, se me hizo notoriamente tarde, el gremio estaba que se ahogaba en alcohol y todos estaban fuera de sí, no recuerdo prácticamente nada de ese día, ni siquiera sé porque festejaban, solo recuerdo que desperté y estaba entre las sábanas con Natsu, oh mi Dios, gran sorpresa la mía y época de renovada decencia se había ido por los suelos junto con mi ropa.

De ahí nuestra relación "íntima" también mejoro, y no es que me sienta orgullo de admitir que necesitamos de una noche de borrachera para continuar con nuestra relación lujuriosa, pero estoy satisfecha, apenada, pero alegre.

Con el resto del gremio, todo va bastante bien la relación de Gray y juvia, también marcha bien, son una pareja sólida y a pesar de que juvia sigue igual que siempre, Gray ya no le molesta ni incómoda, al contrario es más relajado y abierto a sus muestras de cariño, por más desconcertante y apocalíptico que eso suene y si me preguntan, son mi pareja favorita, y no es para menos, son tan tiernos que parece que ves a una joven pareja de colegiales y no a unos adultos maduros, aunque esto último era debatible.

Más que una Simple TraiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora