XI

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Para Haru que toda su vida a estado encerrado en una cabaña en medio de la nada, estos últimos días se habían convertido en un mar de emociones y vivencias nuevas, y aunque no lo admitiría jamas frente a su prima, estar allí le emocionaba.

De ves en cuando su madre los llevaba a un pueblo cercano al bosque era chiquito y prácticamente no hay nada en el, más que un enorme parque a la mitad del pueblo, una tienda de caramelos, una tienda de abarrotes bastante surtida, y casas.

Pero después de un incidente cuando era más pequeño, Haru se había negado con todas sus fuerzas a volver a ese lugar, solo iba su madre o virgo por mandado.

Pero conocía las cosas más fundamentales como trenes o barcos, incluso dirigibles pero jamás los había visto, le pedía a su madre o tía que le explicarán lo que se siente o como funcionaba, y cuando ellas no podían contestar, le compraban libros para que leyera durante horas hacerca de inventos o maquinaria. Aprendiendo incluso como poner andar por su propia cuánta un tren o armar un carruaje desde cero.

por eso cuando le dijo a su prima que se negaba a ir en tren, el quería conocer más, ver más, eso de que le causaba náuseas era un pequeña mentira que escucho a su madre decir por casualidad, una noche que sus tíos Levi y Gajeel fueron de vista.
tocar todo lo que le rodeaba, oler y demás, cada experiencia, cada lugar visitado, le hacía sentir cosquilleo en las entrañas, y entonces una noche antes de llagar al gremio , mientras descansaba junto a un árbol supo cual era la cosa que más deseaba hacer el mundo.

Viajar, quería viajar, conocer lugares, pueblos , ciudades, encontrar a todo tipo de personas a las que podría desafiar, probar su magia, entrenar... Un sueño.

Un sueño de eso que te ilusionan y sabes que no quieras nada más en la vida, una revelación, como cuando alguien decide que quiere bailar por ver una presentación, el quedo facinado con ver más, su sueño de tocar las estrellas.

Pero eso era imposible el no podía vivir sin el elixir y se había resignado a que no viviría mucho, cada día era un poco de tiempo menos de vida, era cuestión de años para que su vida se detuviera para siempre y no tenía miedo que eso pasará. Su tiempo de vida estimado : 16 años, claro eso estipulando que no gastaría de más magia, si usa su magia en exceso o constantemente este terminara drenado su fuerza vital, fuerza que la mayoría tiene de manera casi ilimitada, pero él no.

Su madre siempre fue sobre protectora con el, más que cualquier madre, y no la culpaba, cuando fue lo suficientemente pensante para entender que le ocurría o le ocurriría a su madre por su imprudencia aprendió a controlarse, mantener su poder oculto y sus deseos también, no quería defraudar a la mujer que lo dio todo por el, por un sueño estupido.

El sabía, oh sí... Qué sabía , su tío Zeref y abuelos fueron claros al momento de decir las consecuencias de un acto imprudente.

Cuando cumplió 4 años su mamá le dejó tomar cualquier artículo de la tienda y termino por escoger una revista, apesar que quería caramelos , la revista era un reportaje a la vida de Natsu Dragneel.

Y así su fanatismo y admiración por el creció como espuma. El era todo lo que soñaba , fuerte, hábil, de gran corazón y podía hacer lo que le placiera. Siempre deseo conocerlo, cada año después de eso leía revistas de el , libros que hablaran del gremio o su tipos e magia, lleno su cerebro e imaginación de la imagen de el hombre perfecto y un modelo a seguir, le decía a su madre.

-yo quiero ser como el , mamá- ella le revolvia el pelo y le sonreía.

Nunca fue broma el quería ser como Natsu Dragneel. Y algún día lo lograría, sería capaz de salvar a las personas como el, salvaría a su madre y ella le diria "estoy orgullosa de ti".

Más que una Simple TraiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora