Ben
20 de Marzo 2010; 4:45.
No puedo con mi vida. Odio a Bryan por haberme hecho despertarme antes de que saliera el sol.
No son ni las cinco de la mañana cuando me suena el despertador para salir a correr con él. Odio el momento en el que me apunté a hacer esto.
Hoy no me quiero levantar de la cama, ni me apetece, ni estoy de ánimos. Estoy con Abril en la cabeza y no me apetece hacer nada más que sacarla de ahí y que vuelva a donde tiene que estar.
Odio tenerla en mi mente todo el tiempo. Se ha metido tan dentro de mí que en el segundo que no pienso en ella me siento extraño. Desde que decidí apadrinarla de por vida, pasara lo que pasara, no contaba con tenerla presente las veinticuatro horas impidiéndome centrarme en mis otras obligaciones. ¿A lo mejor esto es ser hermano mayor? O a lo mejor esto era otra cosa totalmente diferente como ser un pedófilo al que le gusta una niña menor de edad.
Niego con la cabeza, apartando esos pensamientos que me carcomen por dentro, no quiero que esta conversación interior tome esa dirección. Pero si no la toma me siento irritable y nervioso.
Aún recuerdo la canción de ayer. La voz de Abril casi susurrada en mi oído cantándola. Su adorable acento cuando habla francés, todos los pelos de mi piel de punta.
Solo me faltaba verla con Tom para acabar de sentir celos completos. Precisamente esta noche he soñado que yo tenía un par de años menos y ella un par más. Íbamos a la misma clase y él me la quitaba en un concurso de skates. Al más puro estilo machista y retrogrado. Al más puro estilo de ella es el premio. Me doy asco por pensar en Abril como en un objeto, aunque sea en mi subconsciente. Pero como Freud decía el inconsciente solo es la representación de esos deseos que no se manifiestan en el consciente.
Mi móvil suena por encima del ruido de los primeros coches arrancando para ir a trabajar. Agradezco la distracción momentánea que eso produce en mi cabeza y me giro en la cama buscando el móvil: es Bryan. Me conoce, y sabrá que aún estoy tumbado.
-"Aloh"-Digo.
-"¿Aloh?"-Pregunta, nunca respondo así el teléfono.
Entonces hago lo que mejor se me da: hacer el imbécil.
-"Sssh, solo escucha. Son las cinco la mañana y yo no he dormido nada pensando en tu belleza..."
-Ben déjate de tonterías y baja-Me corta con una risa leve de fondo.
-Sube-Protesto bostezando.
-Ben, te doy veinte minutos o bajas o me voy. Y te estoy dando mucho tiempo.
Entonces digo las palabras que sé que lo harán subir a casa:
-Anoche estuve con Amelia-Hago una pausa para decir la verdad que me atormenta hace días y necesito hablar con alguien-Y no he podido dormir pensando en Abril.
-Subo-Dice seriamente.
La parte buena es que sube, la parte mala es que tendré que contarle esto. Aunque por una parte lo agradezco, porque yo solo llegaría a caminos a los cuales no me aventurare a entrar solo.
Ya tuvimos una conversación parecida a esta hace unos meses cuando pensé en ella como acompañante de la cena de trabajo anual. Sin pensar mucho se lo dije a Bryan y él me comentó que Amelia se enfadaría, entonces caí en la cuenta de que protocolariamente debería llevar a Amelia puesto que es mi novia, pero en aquel momento solo veía la cara de Abril divirtiéndose en esa fiesta.
Y esta conversación me fastidia la cabeza porque si Abril tuviera un par de años más y yo un par de años menos las cosas podrían ser diferentes. Si solo ella fuera mayor de edad, podría permitirme pensar otra cosa. Podría intentar otra cosa, pero no, tiene trece años, cuando ella estaba naciendo yo ya tenía novia. Le doblo la edad, literalmente.
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"Plus je pense à toi"
Teen FictionEl amor es bonito siempre y cuando no hayan 13 años de diferencia y eso es a lo que se enfrenta Abril. Gracias al azar y a un proyecto organizado entre la universidad y su instituto conoce a Ben un estudiante de Turismo trece años mayor que ella. Co...