"Plus je pense à toi"

Capítulo 9

Ben

12 de Abril de 2013.

Estoy sentado en un asiento rojo tapizado de terciopelo. Tengo una copa de algún tipo de whiskey, por la pinta, caro en la mano. Todo está a oscuras.

Delante de mí hay un pequeño escenario en el que dos focos oscuros, con luz espesa e insinuante, iluminan una leve cortina negra semitransparente. Dos focos de color rojo y azul, dando un ambiente violeta de noche.

Una música empieza a sonar por los altavoces, intento girarme para ver que sucede pero al escenario sale una chica delgada con unos tacones que hacen de sus piernas interminables. No puedo apartar la mirada de ella y menos cuando mueve la melena y se pasa las manos por el cuerpo de forma sugerente. Noto que llevo un puro en la boca, le doy una larga calada y echo el humo.

La chica del escenario se quita el vestido y queda con un pequeño conjunto azul oscuro de encaje que remarca cada curva de su delicado cuerpo.

Me está gustando mucho este espectáculo.

Entonces, baila al ritmo de una música lenta y provocadora. Se incorpora, siguiendo la música, y se quita la ropa interior cogiendo unos abanicos con plumas gigantes que la tapan por completo entonces el velo se abre, y veo a Abril haciendo ese baile. Ella me mira fijamente me sonríe y aparta los abanicos de su cuerpo sin dejar de sonreír.

Me despierto sudando y lo primero que percibo es a mi cuerpo demasiado activado. Una cosa es la reacción del cuerpo de cada hombre a la relajación muscular por dormir y otra cosa es levantarse empalmado por soñar con una menor de edad.

Me levanto corriendo de la cama y me voy a la ducha, no pienso tocar eso. Ni pienso dejar que Norma lo haga.

Me paso las manos por el pelo y me doy un cabezazo contra la pared de la ducha.

Llevo mentalizándome de que es una niña desde que la conozco, cuando la conocí sí que me pareció una niña pero la fui profundizando en nuestra relación y fue creciendo y...es perfecta.

Es mi mitad. Es la mujer que quiero a mi lado toda la vida, es mi amiga, es todo.

Me ha costado asumirlo, pero asumirlo es el primer paso para dejar de pensar en ella.

Es una niña. Una niña que sale con niños de su edad, que se emborracha y miente a sus padres para dormir con su chico, que se pasa las tardes en el parque o que llora porque le han suspendido un examen por el cual no pudo salir la noche anterior.

-¿Ben, cariño?-Pregunta Norma dando tres golpes en la puerta del baño.

-No, soy un asesino a sueldo, me estoy duchando para quitarme las huellas y luego te voy a matar-Respondo sonriendo.

-Si quieres te ahorro el trabajo y entro ahí-Dice.

-No, mejor no, me hacía ilusión matarte en la cocina.

Ella se ríe y abre la puerta. Estas cosas no importan entre nosotros, hace ya poco más de un año que vivimos juntos, fue casi instantáneo. La conocí me gustó, le gusté salimos unos meses y nos mudamos.

A los pocos segundos oigo la cadena del lavabo.

-El romanticismo se está acabando, ¿eh cariño?-Digo desde la ducha.

-Ahora es cuando empieza el verdadero amor-Se ríe.

Puedo imaginarme toda mi vida así, pero lo que me es más fácil es imaginarme a Abril a mi lado.

Tardo veinte minutos en ir a desayunar. Tengo que hacer algo con mi vida respecto a Abril. Así que decido arrancarla, arrancarla por completo, nada de tonterías de amores verdaderos o de que la deseo porque no la puedo tener. Nada de alejarme de ella unos meses para luego volver y quererla aún más, porque ha crecido.