"-Mira aquí y repite exactamente lo que estoy haciendo."
Min Yoongi quiere darle un cambio radical a su vida. Está cansado de ser un chico enclenque, débil y tímido que siempre ha sido. Por eso, decide apuntarse al gimnasio. Sin embargo, la aparició...
Tras semanas de estudio, llegaron los exámenes del primer cuatrimestre de la universidad. Yoongi lo hizo lo mejor que pudo. Sin embargo, sintió que las incontables horas sin salir de su cuarto no habían sido suficientes en algunas asignaturas.
"Quizá papá y mamá tengan razón al decirme que tendría que sacrificar las clases de piano si quiero sacarme la carrera." Eliminó esos pensamientos de su mente rápidamente. "Si paso otro mes de estudio como este sin tener el piano para desahogarme, creo que me volvería loco."
Para celebrar el fin de exámenes de ambos, Namjoon y él fueron a la bolera. Yoongi quiso invitar también a Hoseok, pero Namjoon le dijo que no iba a poder ir.
A diferencia de otras ocasiones que habían jugado juntos, la partida estuvo bastante más igualada. Por supuesto y como siempre, Namjoon ganó, pero no por muchos puntos. El chico de pelo morado había sido bueno en los bolos desde siempre, como en todos los deportes. Sin embargo, gracias a la fuerza que había ganado Yoongi recientemente, había mejorado considerablemente. Incluso consiguió hacer un par de plenos.
Cuando Namjoon se retiró al baño, a Yoongi se le ocurrió quitarle el móvil para publicar algo en su historia de SNOW. Era algo que solían hacer cuando alguno de los dos dejaba su móvil sin protección, ya que ambos se sabían la contraseña del otro. Para eso están los amigos, ¿no?
Abrió la aplicación de SNOW, buscó entre los filtros y se hizo una foto con uno que simulaba las orejas y los bigotes de un gato en un color morado neón.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Volviendo a meter el teléfono en la mochila de Namjoon, encontró un paquete arrugado en el fondo. Lo sacó con cuidado y, justo cuando iba a abrirlo para descubrir qué había dentro, una voz grave a su espalda le sorprendió.
-¿Qué haces?
-Yo...
El chico de pelo morado vio lo que estaba haciendo y le arrebató el paquete con violencia.
-No hurgues en mis cosas -dijo, cogiendo su mochila y arrojándolo dentro.
A Namjoon nunca le había importado que miraran en su mochila. Yoongi se preocupó por lo sospechoso que estaba actuando últimamente. Primero lo nervioso que se puso al hablar de Hoseok, y ahora esto.
-Nam, ¿te pasa algo? Estás muy raro últimamente.
-No sé a qué te refieres -dijo, intentando quitarle importancia con una risita. A Yoongi le pareció bastante falsa-. Ahora, ¿seguimos jugando?
. . .
Yoongi llegó feliz a su clase de piano. Ahora que los exámenes habían acabado, tenía la cabeza mucho más despejada y no tenía que preocuparse de nada más que la música. El señor Kim le recibió con una gran sonrisa, indicando que él también estaba feliz.
-¡Tengo buenas noticias! Ayer me encontré a uno de los directores del conservatorio. Le hablé de ti y quiere escucharte tocar. Si le gustas, podría darte muchas oportunidades en el futuro
El chico abrió su boca por la sorpresa. Una recomendación del director era a lo que todos los jóvenes músicos del conservatorio aspiraban y ansiaban. Él pensaba que nunca sería lo suficientemente bueno para tener una.
-¿En serio?
-Como oyes.
Yoongi se lanzó a abrazar a su profesor.
-Gracias, gracias, gracias...
El señor Kim le interrumpió.
-No me agradezcas nada, te lo has ganado tú sólo. Sólo quiero una cosa a cambio.
El menor le miró expectante.
-Quiero que le muestres al director todo de lo que eres capaz. No me decepciones.
Ya sé que ahora mismo me odiais y queréis matarme por estar dos meses sin actualizar y lo peor es que no tengo ninguna excusa que daros. Para recompensaros, hoy publicaré otro capítulo más ya que este es muy cortito :3
Pd: Si no os acordáis de algún detalle de la historia, podéis preguntarme y os contestaré para que no tengáis que buscarlo
