El aroma que desprende cada mozoté, colocho o cogollo es único e inconfundible no hay dos iguales.
Varían sus aromas en frescos olores o esencias, como el aroma a pino, frutos secos o frutales.
De fragancia o esencia intensa y de difícil ignorar, con infinidad de colores asemejados con una aurora boreal.
Cada una nos relata una historia, un sentimiento, una experiencia que nos regala.
Y la sensación entre mis dedos, al sentir su textura y sus aceites que se impregnan dejando ese fuerte aroma que me llena de satisfacción.
Y combirtiedome en un adicto asu fragancia.
Como no? si tan solo con ver su belleza antes de ser sacrificada a la voluntad de mi merced, tan solo para entregarme su aroma, su esencia su belleza y su locura.
Su estilizada figura que nos cautiva, y nos hace olvidar y la mente a volar.
Dejándonos como regalo la semilla de un nuevo amor.
El catar o degustar weed no solo implica ver a que sabe, como es el golpe, y cuanto tarda su efecto.
Es mas que eso! Es un arte es el ver que tiene ella que enseñarte, es un coqueteo sincero.
Es lo que te hace percibir, los recuerdos que trae a tu mente los sentimientos que ocasionan que esas experiencias sean únicas.
Tan sólo con sentir su fragancia que mis sentidos dispara.
