Confidentes [EDITANDO]

21

Entro a mi clase y me siento en el puesto que miro libre, al lado está sentado Zack. Sonrió y dejo mi cuaderno y mi lapicero en la mesa.
- hola Anna- escucho la voz de Zack.
Le sonrió y lo saludo con la mano acercándome un poco a el, para no tener que hacer mucho ruido
- shh habla más bajo, los demás deben están concentrados- respondo en un débil susurro
Zack mira a todos los presentes y luego posa su mirada en mi. Emite un largo suspiro.
- ni siquiera ha llegado el maestro Anna, y ... yo no veo a nadie concentrado-
Miro a mi alrededor, y la verdad es que es cierto. Todos están hablando entre si y haciendo cosas que no parecen de mucha  importancia por sus expresiones. Me encojo de hombros y lo miro a los ojos.
-bueno eso supongo, pero ... ¿como te ha ido? -  digo teniendo un tono de voz casual ... porque después de todo es una conversación casual ¿no?
- Bien, aunque lo mismo te pregunto desde hace tiempo no hablamos- dice Zack manteniendo un tono de voz algo cortante, pero no demasiado.
Y tenía razón, ya casi eran dos meses desde que no le hablaba, tan solo cruzábamos miradas y nos saludábamos con la mano cuando nos mirábamos.
Pero nada mas.
- si tienes razón ...-
- si oye ... sobre la fiesta- se lleva una mano a la nuca y se encoge de hombros teniendo una expresión tímida o avergonzada.
- ¿umh? Si, qué pasa con eso-
- pues yo ... lamento haberte dejado plantada de esa forma... me encontré con unos amigos y no pude volver ... o por lo menos cuando volví ya no estabas-
- ah ... no te preocupes, lo entiendo- me detengo un momento para decirle algo más, pero el maestro llega y no puedo continuar.
Lo miro y le sonrió levemente alejándome de el comenzando a poner atención a la clase.
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Camino a casa pasando por un parque. Miro el cielo, lo más probable es que  llueva hoy, sin embargo no quiero gastar mi dinero en trasporte, tampoco es que esté demasiado lejos que digamos.
Suspiro y meto las manos en los bolsillos del abrigo que llevo puesto comenzando a caminar nuevamente.
Tengo demasiada hambre y esperar hasta llegar a mi casa me tortura un poco. Suspiro y me dirijo a un Macdonald a pesar de que, normalmente no consumo cosas de ahí. Esta vez es una excepción ...
Entro al restaurante y me dirijo a la caja registradora. Pido solamente unas papas grandes para llevar, pago y me dirijo a una mesa para luego sentarme a esperar que me den el pedido. Escucho una melodía proveniente de mi celular, lo saco del bolsillo y miro la pantalla
"Charlotte"
Dudo un segundo en decidirme si rechazar o aceptar la llamada.
Me decido por la segunda opción y colocó el teléfono cerca de mi oído.
- hola- digo mientras levantaba la mirada para verificar si ya estaba listo mi pedido
- Blondie! -pongo los ojos en blanco mientras imagino cómo tiene esa fastidiosa media sonrisa plasmada en la cara.
- ¿por qué llamaste?- me limito a decir.
Miro que mi pedido ya está listo y me acerco recogiéndolo y sonriéndole levemente a la chica que me atendió.
-¿acaso no puedo hacerlo?-
Me encojo de hombros y camino saliendo del restaurante sujetando con una mano la bolsa de mi comida y con la otra mi teléfono.
- puedes, pero es raro en ti- respondo mientras miro al rededor de mi, la gente se ve ... aburrida pero también hay gente que sonríe.
- si posiblemente ¿que haces?-
- ir a casa ... ¿y tú?-
- nada. ¿Cuanto tardas en llegar?-
- umh no se, tomare un taxi creo-
- ¿por qué no pides mejor un Uber ? Siempre son mejores-
- no lo sé-
Me encojo de hombros y miro por unos pocos segundos hacia el cielo
-oye Blondie-
Suspiro cerrando mis ojos y contando mentalmente para no enojarme con ella por teléfono.
- ¿que?- Digo con el tono más paciente que puedo.
- quieres ver una película ?-
- umh claro, en donde ?-
- en tú habitación, pero ven rápido-
Charlotte corta la llamada sin dejarme responder.
¿Por qué no en su habitación?
Suspiro y tomó el primer taxi que veo dándole la dirección de donde vivo.
Sin haberme dado cuenta de que tenía una sonrisa de oreja a oreja y estaba ansiosa por llegar.
Me bajo del taxi y corro hacia el vestíbulo, no tengo tiempo siquiera de saludar bien al vigilante. Entro en el elevador y marco el número de mi piso esperando a que llegue rápido. Estoy dando golpecitos con el pie derecho. En cuanto  el elevador se abre me dirijo a la habitación de Charlotte y llamo a la puerta, la música está a un volumen alto , pero no demasiado. Cosa que me extraña un poco, después de un rato corto. Una chica de cabello negro hasta la cintura y ojos azules claros me abre la puerta.
La miro de pies a cabeza en un gesto rápido. Está vestida con una camisa vino tinto de tirantes y unos jeans bastante ajustados, que dejan ver perfectamente la forma de reloj de arena de su cuerpo. Tiene la piel morena clara y sus facciones son delicadas con excepción de sus labios que son carnosos, estando frente a ella me siento como una hormiga.
- umh ... hola ... esto ... ¿Charlotte?- es lo único que alcanzó a decir.
- claro espera aquí-  la voz de aquella chica es dulce y aguda, sin embargo no es irritante.
Pero ... ¿que hacia esa chica en la habitación de Charlotte?
La música proveniente de la habitación deja de sonar, Charlotte abre la puerta y me mira sonriendo.
- hola Blondie-
- hola ... esto ... vine para mirar la película que dijiste pero creo que ahora mismo estás ocupada-
Charlotte mira detrás de su hombro y sonríe de lado como siempre lo hace.
Solo que esta vez no me molesta, si no que me sorprende y me entristece y me hace sentir ... no lo sé.
- ah claro, iré en un rato- dice mientras me mira a los ojos sonriendo.
- umh está bien ...  ¿en cuanto tiempo ? - digo sin quitar la mirada de la de Charlotte.
- en una hora- dice teniendo una voz seca.
- claro ... esto ... supongo que estaré en mi habitación- digo e intentó mirar por detrás de Charlotte, cosa que me resulta imposible.
- ¡Charlotte apúrate! - escucho un pequeño gritito de la chica desconocida.
Charlotte hace un gesto de despedida con la mano y cierra la puerta. Pasados unos cuantos segundos escucho nuevamente la música que antes se había detenido.
Suspiro y camino a mi habitación, entro y me acuesto en la cama mientras enciendo la televisión buscando que mirar.
No entiendo lo que me pasa. Suspiro y comienzo a comer las papas fritas que había comprado.
Aquella chica ... sencillamente era perfecta.
Y yo ... bueno ... no es que fuese la más hermosa del mundo.
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Hola :)
espero que les haya gustado 💜💜🖤🖤