24

4.8K 226 13
                                    

Despierto de repente mirando cómo el
Sol se está poniendo. Me acomodo en el asiento y me froto los ojos con delicadeza mientras bostezo. Charlotte está conduciendo mientras canta mermaid motel. La miro y sonrío.
- ¿cuanto tiempo me quede dormida?- le pregunto de repente.
Charlotte me observa de reojo y puedo ver cómo una pequeña sonrisa se forma en su rostro.
- no tome el tiempo. ¿Dormiste bien?-
Asiento rápidamente y saco del bolsillo delantero de mis jeans un hidratante de labios.
- ¿cuanto nos falta para llegar?- pregunto mientras me miro en el espejo pegando mis labios y luego soltándolos.
-umh unos ... diez minutos creo- ella me mira por unos segundos y sonríe volviendo la vista a la autopista.
----------------------------------------------
Me bajo del auto casi al mismo tiempo que Charlotte. Inmediatamente la chica que vi unos días antes se acerca a nosotras besando a Charlotte en la mejilla.
Desvio levemente la mirada y suspiro fijándome en el lugar sin prestar atención a la conversación que están manteniendo. Pocos segundos después la chica o Sam como había mencionado Charlotte que se llamaba, se acerca a mi.
- ¡pero mírate! Si eres más bonita de lo que recordaba. Soy Samantha pero puedes llamarme Sam- le sonrío como puedo y la miro fijamente.
- ah yo soy .. Anna y puedes llamarme A- 
- puedes llamarla Blondie, es su segundo nombre y es el que más le gusta- Charlotte me interrumpe. Yo le dedico una mirada asesina cruzándome de brazos, preparándome mentalmente  para protestar.
- oh.. que nombre tan lindo, eh entonces Blon ... te diré así. Si no te molesta claro-
Me quedo callada por unos segundos. Sam parece más amable de lo que yo me imaginaba. Aunque claro no la conozco de nada.
- esto .. prefiero que me llames por Anna .. ya sabes Charlotte solo estaba bromeando con eso- le digo rascándome el brazo con nerviosismo.
Samantha asiente y da media vuelta entrando a la casa. La cuál para ser de
"campo" es bastante grande y agradable.
Charlotte me aprieta el hombro y me mira sonriendo. Yo hago lo propio mientras muerdo mi labio inferior con delicadeza.
- ¿es linda verdad?- pregunta ella.
Frunzo el ceño de inmediato pidiendo una explicación con la mirada.
Ella me mira y se ríe levemente suspirando al instante.
- hablo de la casa, tonta-  me avergüenzo al escuchar esas palabras salir de su boca y la miro asintiendo.
- eh .. si es hermosa- es lo único que logro decir.
Poco después entramos a la casa con nuestro pequeño equipaje en las manos.
El lugar es algo grande y bastante elegante.
Miro todo sorprendida. A mi derecha hay una sala con muebles de color blanco en medio de estos se encuentra una mesita llena de velas aromáticas y una estatua de bailarinas de ballet. El piso es de madera al igual que la pared y ciertas partes del techo. Samantha se acerca a mi y me ofrece una taza de té verde.
- ¿te gusta?- sus prominentes labios forman una sonrisa de oreja a oreja.
Sujeto la taza con delicadeza y asiento levemente, pasando la mirada de la sala a todo el lugar. Charlotte está subiendo por unas escaleras y por un instante tengo ganas de seguirla, pero recuerdo, que no es mi casa ni mucho menos. Así que decido quedarme donde estoy.
- si.. es muy bonita ... ¿hablas de la casa o del té?- miro nuevamente a Samantha quien aún sonríe.
- de las dos cosas- dice con un tono de voz más agudo.
- eh pues en ese caso es muy bonita y si me gusta el té- sonrío como puedo.
Samantha asiente y se sienta en uno de los sofás de la sala cruzando las piernas.
- dormirás junto a Charlotte, no tengo más habitaciones por el momento y ya que son buenas amigas supongo que no habrá problema-
Me quedo helada por una fracción de segundo y la miro asintiendo sin problema.
Pero entonces aquella pregunta que nunca antes me he planteado llega a mi cabeza.
¿Que soy yo realmente para Charlotte?.
Me muerdo el labio reprimiendo las ganas de hallar una respuesta.
Pocos segundos después miro a Charlotte salir de una habitación. Rápidamente desvío la mirada hacia Samantha quién me indica con un gesto que entre a la habitación.
- umh ... esa será la habitación donde nos quedaremos?- pregunto yo rompiendo el silencio que se había formado entre nosotras tres.
Samantha se limita a asentir haciendo nuevamente el gesto de que entre.
Yo no vaciló más y hago justo lo que ella quiere. Encontrándome con una espaciosa habitación de grandes ventanales, una cama doble de sábanas blancas, justo al lado se encuentra un armario de dos puertas que, a diferencia de los demás objetos de la habitación es bastante pequeño. No tardó mucho en notar que en su mayoría las luces de la casa están encendidas. Miro a través del cristal de las ventanas como los rayos reflejados por el sol se van volviendo más tenues a medida que pasan los minutos. Cierro mis ojos dejando que el aroma de este lugar específico me invada los sentidos y se grave en mi memoria como una melodía que jamás he de olvidar. Por alguna razón sin explicación coherente, el aromatizante que utilizan en esta habitación es melancólico. A lo lejos, escucho la voz de Samantha llamarme desde el primer piso. Dejo mis pensamientos de lado y me encamino a la cocina.
Una vez estando ahí me cruzo con el iris penetrante y oscuro de Charlotte, quién a su vez tiene una sonrisa en su perfecto rostro. La miro fijamente por no se cuanto tiempo pero se me hace eterno. En el buen sentido.
Sin cruzar más que la mirada mutua, ella comienza a acercarse y yo me quedo donde estoy.
- Samantha dijo que cocinará pasta- dice por fin.
- que bien, tengo hambre ..-
- igual yo- Charlotte me sonríe una vez más.
Me sujeta los hombros y me apega a ella envolviéndome en un abrazo, el cual yo correspondo sin protestar.
Segundos después Charlotte me toma de la mano y me lleva a un lugar que Samantha no me mostró. Charlotte enciende la radio dejando que la música recorra cada milímetro de la casa. Pocos segundos después identifico que la canción que está sonando es American money de Børns. Charlotte sonríe y me toma de las manos comenzando a dar círculos al ritmo de la música. Es igual a bailar un vals de la peor manera. Me cuesta un poco seguirle el paso pero en cuestión de segundos me empiezo
A familiarizar con la canción. Charlotte sonríe y se aleja unos centímetros de mi comenzando a bailar de una manera espontánea y se mira tan ... natural, debo admitir que baila bastante bien. Sonrío y dejo que mi cuerpo se deje guiar por la música. Charlotte me toma de la mano y me hace girar sobre mi hasta que estoy frente a ella. La miro a los ojos por unos segundos volviendo a bailar el "vals" sujetando su cintura mientas ella posa sus manos en mis hombros.
Y a pesar de que la canción que está sonando no tiene nada que ver con nosotras. Se que es nuestra canción. Porque no es hasta ahora que me doy cuenta. Me estoy enamorando de Charlotte.
Cuando la canción concluye, ella y yo nos dejamos caer sobre la suave alfombra del piso. Siento como mi mano se encuentra con la de Charlotte. Dudo unos pocos segundos y entrelazo los dedos sin decir ni hacer nada después de aquello. Sin importar de estoy muriendo de vergüenza en mi interior.
Ella voltea el rostro hasta encontrarse con mis ojos. Tiene una expresión entre perpleja y sorprendida. Eso me asusta...
- ¿que?- pregunto yo.
De repente ya no escucho la música si no como apenas un zumbido de abeja en medio del silencio.
- Nada solo me sorprendió que hicieras eso- su agridulce voz penetra mis oídos.
Quiero preguntarle el por qué. Pero Sam nos llama tanto a ella como a mi.
No tardo en levantarme y caminar una vez más a la cocina, donde me encuentro un plato de pasta con salsa "alfredo" frente a mi. Me siento y miro a Charlotte sentarse al lado segundos después.
Sam es la última en venir a la mesa. Comenzamos a comer mientras hablamos de cosas sin mucha importancia, aunque soy la que menos ha pronunciado palabra alguna en toda la noche.
- Bueno chicas ¿les parece si mañana vamos al jacuzzi?- dice Sam mirándonos a Charlotte y a mi.
- claro- Charlotte responde de forma rápida y termina su plato.
Yo tan solo estoy esperando que Samantha y Charlotte terminen de comer, porque fui la primera en terminar.
- bueno chicas, iré a dormir me siento un poco cansada... lamento no poder entretenerlas esta noche pero prometo que mañana nos vamos a divertir mucho- concluye Samantha sonriéndonos y levantándose de la mesa sin decir nada más. La sigo con la mirada hasta que cruza por un muro que interrumpe mi campo de visión.
- eh Blondie, ¿quieres ir a la habitación?-
- claro ... esa habitación es muy linda ¿no crees?- le digo levantándome y estirándome.
- claro que si ¡carrera hasta la habitación!- dice Charlotte corriendo.
Sonrío y la sigo a la misma velocidad  mientras escucho su contagiosa risa.
--------------------------------------------
Salgo del baño y me miro en el espejo que se encuentra en la pared. Tengo puesto un short de pijama junto con una camisa de manga corta que me queda holgada (como la mayoría de mis camisas para dormir). No luzco tan mal pero tampoco estoy despampanante. A diferencia de Charlotte que lleva puesta una bata de dormir la cuál está hecha de satin color azul celeste. Sonrió y apago la luz guiándome por la sombra de los objetos hasta acostarme a su lado. Se filtra un ligero rayo de luz a través de la ventana y la cortina, lo que me permite ver casi a la perfección su silueta.
- umh ... Charlotte ?- le digo yo
- si?- responde en un susurro
- sabes hoy estaba ... pensando algo y ... ¿que soy para ti?- le suelto de repente. En estos momentos agradezco inmensamente que esté oscuro y que ella no pueda ver mi expresión.
- ¿que eres? Pues ... eres .. mi amiga ... mi ... amante ?- Charlotte pronuncia lo último con una risita insegura.
- tú amante? Entonces tienes novio?- tragó saliva, estoy muy nerviosa y asustada a la vez.
- no tonta, no me gustan los hombres solo que no eres mi novia y ...-
- entonces ¿quieres que seamos novias?- le respondo cortándola.
-si-.
La miro y me acerco a ella. Sin decir nada más depósito un suave beso en sus labios. Ella me atrae hacia si y comienza a intensificar el beso. No sé cómo describirme en estos instantes, ni siquiera se que es lo que estoy sintiendo...
Antes de darme cuenta Charlotte ya no tiene el camisón puesto. Puedo ver la silueta de sus pechos, su cintura fina y sus amplias caderas. Trago saliva al sentir como Charlotte comienza a despojarme de mis ropas al igual que yo hice con ella minutos antes.
Me asusta... y me gusta a la vez. Mi pulso está tan acelerado y fuerte que puedo escucharlo al mismo tiempo que siento mi sangre palpitar levemente.
Cierro mis ojos por unos instantes y los vuelvo a abrir al notar los cálidos labios de Charlotte en la delicada piel de mi cuello.
Y a pesar de que estoy algo nerviosa, estoy segura de que no me arrepentiré  luego. Ni ahora,ni nunca.
Y aún más segura de que jamás olvidaré esta cabaña, el extraño olor melancólico de esta habitación y las canciones del auto de Charlotte.

****************************

Hola :) espero que les haya gustado
Bye 🖤💜
Ejem demasiado amor por hoy.

Confidentes [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora