Por un puñado de besos //EMISON// (Completada)

POR UN PUÑADO DE BESOS

CAPÍTULO 28: FINAL

Cuando abro mis ojos, es por la noche y casi no puedo distinguir mucho de donde estoy. Noto que la vista aun sigue fallándome. Me tomo mi tiempo para volver a ajustarme a todo. Parpadeo varias veces, a penas consigo empezar a ver un poco más cuando vuelvo a forzar mi mirada.

Lo primero que veo, son las máquinas a las que estoy conectada. Estoy de nuevo en el hospital. Aunque ahora parece que estoy peor porque tengo casi el doble de cosas conectadas a mí. Una máquina para mi corazón, otra para mis pulmones y otra para controlarme la cantidad que debe entrar de medicación desde el gotero. ¿qué me ha pasado para estar de esta manera?

Después de aquello, observo finalmente, la habitación del hospital. Iluminada con la luz que entra de la luna e iluminando lo suficiente. Crea una atmósfera relajada.

-¿Alison?- la voz es tan bajita que a penas consigo escucharla a lo primero- Alison- es entonces cuando la veo, parada a los pies de mi cama, medio sonriendo.

-Emily...- miro confundida- ¿Dónde estoy?

-En el hospital.

-¿El hospital?- si que había vuelto rápido allí- ¿Pero... qué ha pasado?

-Tenías un derrame en el cerebro a causa del golpe. Al parecer, alcohol y excesos cuando deberías de haber guardado cama lo activaron en cierta manera y... digamos que por un lado te salvó la vida... aunque podrías haber muerto.

No me preocupa tanto la situación, lo que casi me ha pasado, ni que estuviera a punto de morir; más que escuchar como lo dice Emily. Suena enfadada, decepcionada conmigo, como si hubiera hecho lo peor del mundo. No debería de afectarme, después de todo, había roto por ella por no sufrir más, pero sin embargo, escucharla me hace sentir de aquella manera.

Me toco la cabeza, un vendaje me cubre parte de ella. Debo parecer sacada de una escena de hospital de serie de televisión. La cabeza ya no me duele y las ganas de vomitar parecen haber desaparecido. Al menos, algo bueno había pasado de allí.

Miro entonces de nuevo a mi alrededor:

-¿Estamos solas?

-Sí. Los demás querían quedarse, pero los envié a todos a casa...- responde Emily- Incluso Jason quiso venir, pero al parecer, tuvo que salir de la ciudad por trabajo. Me ofrecí entonces a quedarme.

-¿Y Maya?- no podía evitar preguntar.

-Fue la primera que me dijo que me quedara aquí- recuerdo la conversación en casa y siento como el corazón comienza a palpitar de manera diferente.

-¿Y por qué te has quedado? Después de todo...

-¿No eres "nada para mí"?- habíamos roto, no tenía razón para quedarse.- Ya... sabía que ibas a decir eso, pero... al contrario, eres mucho para mí, aunque no quieras reconocerlo, ¿sabes?

No digo palabra alguna, ni siquiera sé que decir. Todo es muy confuso y siento que tengo que debo de hacer algo. El único problema de todo, que no sé qué diantres hacer en aquel momento para arreglar las cosas.

-¿Sabes?- rompe el silencio que queda entre las dos- Tiene que ser interesante disfrutar de tu cumpleaños en el hospital.

Mi cumpleaños, casi lo había olvidado. Miro el reloj y en efecto, son más de las doce de la mañana, lo que significa que es mi cumpleaños.

-Bueno... siempre quise hacerlo de una manera especia... No pensé que sería de esta manera...- me río de la situación- Tenía desde luego, una manera diferente de pasarla, ¿sabes?